/ domingo 17 de marzo de 2019

Veracruz bajo fuego, también en las redes

Por ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN

La decisión de enfrentar a la delincuencia organizada en Veracruz no pudo haberla tomarla sólo del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, debió autorizarse, o incluso ordenarse, desde el más alto nivel político nacional, como también lo fue en Santa Rosa de Lima, en Guanajuato, donde los niveles de violencia y alarde de poder de un grupo delictivo llegaba a límites intolerables, como acá donde los crímenes han venido creciendo a diario en ejecuciones, secuestros y asesinatos.

Eso habría obligado al gobierno federal y estatal a enfrentar esas células y a capturar a sus jefes, como se hizo con Alaín López “La Liebre”, acusado de generar la violencia en Coatzacoalcos.

Sin embargo, la verdadera guerra inició el martes pasado en Misantla, donde en una confrontación con civiles, la policía abatió a tres miembros del Cartel de Jalisco Nueva Generación, además de asegurar una casa de seguridad, tres camionetas, armamento, equipo táctico e insignias del CJNG.

Un día después, en el rancho “La Chincheta”, municipio de Tierra Blanca, la Secretaría de Seguridad Pública informó volvió a asestar otro revés y desmanteló un campamento del mismo cartel, en el que encontraron armas, chalecos antibalas, granadas, tres camionetas y una motocicleta.

Otros la ofensiva siguió en Piedras Negras, municipio de Tlalixcoyan, donde la SSP tomó bajo su resguardo cuatro vehículos que dejaron en la vía pública sus ocupantes en los que se encontraron armas e insignias del mismo grupo delictivo; en la colonia Cirilo Vázquez, en Acayucan, aseguraron otra camioneta y dos vehículos de lujo, y en Tierra Blanca recogieron dos camionetas abandonadas junto a las vías del tren, con reporte de robo. Todas estas acciones tuvieron respuesta el fin de semana.

El jueves, a las diez de la noche, unos 50 miembros del crimen organizado en más de 24 camionetas atacaron a policías de la Fuerza Civil sobre la autopista Cosamaloapan-Tinaja, con saldo de un elemento policíaco muerto y una patrulla incendiada, y hora y media después atacaron a tiros el edificio de la SSP en Tierra Blanca, sin dejar muertos ni heridos, y ahí mismo los pistoleros recorrieron la ciudad desatando balaceras en distintas zonas. Al sitio llegaron refuerzos del Ejército, Marina y Policía Federal para activar retenes y operativos de búsqueda.

El viernes, el CJNG se adjudicó mensajes amenazantes que colgaron en mantas durante la madrugada en distintos puntos del puerto jarocho, dirigidos al titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado, y al director general de la Fuerza Civil, Jorge Luis Pescador Tirado.

Ese fue un día de terror con narco-bloqueos nunca vistos en la entidad con cinco tráileres incendiados en la carretera Cuitláhuac-La Tinaja y vehículos quemados en Mecayapan, sobre la desviación a Tatahuicapan; sobre el puente Coatzacoalcos 1 y un tráiler o camión sobre la carretera 180 a la altura de La Victoria, en San Andrés Tuxtla, además de tirotear el edificio de la policía estatal en Jáltipan y vandalismo en autobuses a los que paraban en carreteras para pintarles las siglas del CJNG.

Ese grupo había declarado la guerra a la SSP. El mismo viernes, la policía estatal cateó una casa de seguridad en el fraccionamiento Las Vegas 2 en Boca del Río y liberó a mujeres secuestradas, dos menores incluidas, incautando una camioneta, armas y equipo táctico, según informes de la policía.

El sábado, elementos navales, militares y de la SSP localizaron un predio en Tlalixcoyan donde encontraron equipo táctico y siete vehículos: tres Volkswagen Passat, Gol y Jetta, dos camionetas RAM, una Ford Super Duty y una Mazda CX-7, además de placas sueltas. No hubo detenidos.

La lucha entre esta banda y el gobierno es intensa, y es previsible que así continúe durante días o semanas, según la orden del secretario Gutiérrez a sus elementos de “no taparse los ojos” frente a los delincuentes y enfrentarlos, y la decisión del gobernador García de “recuperar Veracruz” con el apoyo federal.

Lo que inquieta es que esta guerra también se libra en las redes sociales, donde se busca crear un clima de terror social que sólo puede atribuirse a miserias humanas con claros tintes políticos que le apuestan al fracaso en esta lucha del actual gobierno, en momentos en que debiera prevalecer la unidad de todos los veracruzanos.

Lamentable, pero eso es lo que pasa y la policía federal cibernética debería iniciar una búsqueda para descubrir de dónde viene esa contra-campaña mediática. Ojalá se haga y se de a conocer. Esperemos

Escriba a opedro2006@gmail.com

Por ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN

La decisión de enfrentar a la delincuencia organizada en Veracruz no pudo haberla tomarla sólo del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, debió autorizarse, o incluso ordenarse, desde el más alto nivel político nacional, como también lo fue en Santa Rosa de Lima, en Guanajuato, donde los niveles de violencia y alarde de poder de un grupo delictivo llegaba a límites intolerables, como acá donde los crímenes han venido creciendo a diario en ejecuciones, secuestros y asesinatos.

Eso habría obligado al gobierno federal y estatal a enfrentar esas células y a capturar a sus jefes, como se hizo con Alaín López “La Liebre”, acusado de generar la violencia en Coatzacoalcos.

Sin embargo, la verdadera guerra inició el martes pasado en Misantla, donde en una confrontación con civiles, la policía abatió a tres miembros del Cartel de Jalisco Nueva Generación, además de asegurar una casa de seguridad, tres camionetas, armamento, equipo táctico e insignias del CJNG.

Un día después, en el rancho “La Chincheta”, municipio de Tierra Blanca, la Secretaría de Seguridad Pública informó volvió a asestar otro revés y desmanteló un campamento del mismo cartel, en el que encontraron armas, chalecos antibalas, granadas, tres camionetas y una motocicleta.

Otros la ofensiva siguió en Piedras Negras, municipio de Tlalixcoyan, donde la SSP tomó bajo su resguardo cuatro vehículos que dejaron en la vía pública sus ocupantes en los que se encontraron armas e insignias del mismo grupo delictivo; en la colonia Cirilo Vázquez, en Acayucan, aseguraron otra camioneta y dos vehículos de lujo, y en Tierra Blanca recogieron dos camionetas abandonadas junto a las vías del tren, con reporte de robo. Todas estas acciones tuvieron respuesta el fin de semana.

El jueves, a las diez de la noche, unos 50 miembros del crimen organizado en más de 24 camionetas atacaron a policías de la Fuerza Civil sobre la autopista Cosamaloapan-Tinaja, con saldo de un elemento policíaco muerto y una patrulla incendiada, y hora y media después atacaron a tiros el edificio de la SSP en Tierra Blanca, sin dejar muertos ni heridos, y ahí mismo los pistoleros recorrieron la ciudad desatando balaceras en distintas zonas. Al sitio llegaron refuerzos del Ejército, Marina y Policía Federal para activar retenes y operativos de búsqueda.

El viernes, el CJNG se adjudicó mensajes amenazantes que colgaron en mantas durante la madrugada en distintos puntos del puerto jarocho, dirigidos al titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado, y al director general de la Fuerza Civil, Jorge Luis Pescador Tirado.

Ese fue un día de terror con narco-bloqueos nunca vistos en la entidad con cinco tráileres incendiados en la carretera Cuitláhuac-La Tinaja y vehículos quemados en Mecayapan, sobre la desviación a Tatahuicapan; sobre el puente Coatzacoalcos 1 y un tráiler o camión sobre la carretera 180 a la altura de La Victoria, en San Andrés Tuxtla, además de tirotear el edificio de la policía estatal en Jáltipan y vandalismo en autobuses a los que paraban en carreteras para pintarles las siglas del CJNG.

Ese grupo había declarado la guerra a la SSP. El mismo viernes, la policía estatal cateó una casa de seguridad en el fraccionamiento Las Vegas 2 en Boca del Río y liberó a mujeres secuestradas, dos menores incluidas, incautando una camioneta, armas y equipo táctico, según informes de la policía.

El sábado, elementos navales, militares y de la SSP localizaron un predio en Tlalixcoyan donde encontraron equipo táctico y siete vehículos: tres Volkswagen Passat, Gol y Jetta, dos camionetas RAM, una Ford Super Duty y una Mazda CX-7, además de placas sueltas. No hubo detenidos.

La lucha entre esta banda y el gobierno es intensa, y es previsible que así continúe durante días o semanas, según la orden del secretario Gutiérrez a sus elementos de “no taparse los ojos” frente a los delincuentes y enfrentarlos, y la decisión del gobernador García de “recuperar Veracruz” con el apoyo federal.

Lo que inquieta es que esta guerra también se libra en las redes sociales, donde se busca crear un clima de terror social que sólo puede atribuirse a miserias humanas con claros tintes políticos que le apuestan al fracaso en esta lucha del actual gobierno, en momentos en que debiera prevalecer la unidad de todos los veracruzanos.

Lamentable, pero eso es lo que pasa y la policía federal cibernética debería iniciar una búsqueda para descubrir de dónde viene esa contra-campaña mediática. Ojalá se haga y se de a conocer. Esperemos

Escriba a opedro2006@gmail.com