/ martes 16 de octubre de 2018

¿Y el proyecto, cuándo?

Preocupa en verdad que para el nuevo gobierno que encabezará Cuitláhuac García Jiménez, a partir del primero de diciembre, en Veracruz todo esté mal. Basta leer sus declaraciones para darse cuenta de que en público y en privado culpa de todo al gobernador del estado. Prueba de ello son sus más recientes expresiones relacionadas con la disposición de residuos en Xalapa, situación que puso en serio predicamento al alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, que dicho sea de paso ha dado sobradas muestras de su muy escaso oficio político. Hasta ahora, como lo he dicho en este espacio, no existe un proyecto de gobierno claro y definido del próximo gobernador en ninguna de las áreas que integran la administración estatal.

Él, junto con sus colaboradores, se la ha pasado lamentando prácticamente desde la campaña, pero es la hora en que no existe un solo proyecto, repito, que haga referencia a la salud, educación, infraestructura y seguridad pública para los veracruzanos. Muchos dirán que eso lo vamos a conocer una vez que tome posesión, pero siendo honestos basta ver el impecable trabajo de transición que viene realizando Andrés Manuel López Obrador a nivel nacional para darnos cuenta que en Veracruz estamos a años luz de distancia, porque en el caso del gobierno federal son muchos los proyectos en materia de bienestar social que el futuro presidente de México ha anunciado a la sociedad. Algunos verdaderamente innovadores.

En cambio aquí, hasta ahora no hay nada. El discurso de Cuitláhuac, lo vuelvo a decir, es insustancial, superfluo, carente de contenido y dirección. Y es que pareciera que los males de Veracruz iniciaron hace apenas dos años como lo han venido diciendo sus futuros funcionarios; pero todos sabemos que uno de los principales responsables de la tragedia del estado se llama Javier Duarte de Ochoa, pero ellos parecen olvidarlo. De tal manera que vuelvo a preguntar: ¿Y el proyecto, cuándo? ¿Qué políticas públicas van a impulsar a partir del primero de diciembre? ¿Qué obras prioritarias van a realizar y cómo las van a financiar? ¿Qué pasará con los bienes de Duarte que faltan por recuperar? ¿Procederán contra más duartistas o el asunto quedará en el olvido? ¿Qué sucederá con el IPE? ¿Cuántas escuelas piensan construir? ¿Cuántos caminos, cuántos puentes, cuántos hospitales?

Entiendo que la prioridad ahora es revisar las finanzas estatales y proceder contra los funcionarios del actual gobierno si cometieron ilícitos. Eso nadie lo juzga. Qué bueno que se revisen las cuentas, las acciones y si hay algo que se deba denunciar que se denuncie. Sin embargo, también es necesario saber desde ahora hacia adónde se va a dirigir el nuevo gobierno. Qué prioridades tendrá. He leído varias veces que el nuevo gobernador habla de impulsar el campo. Correcto. Pero la pregunta es: ¿cómo, cuándo y dónde? Repito, como ciudadano tengo más dudas que certezas sobre el proyecto del gobierno entrante.

Ojalá por el bien del estado que en estos meses previos a la toma de posesión como gobernador, Cuitláhuac García esté aprovechando el tiempo para integrar un buen proyecto en beneficio de los ciudadanos. Se aplaude que él y sus funcionarios recorran el estado y se reúnan con alcaldes y autoridades locales. Me parece excelente. No obstante, debe destinarse tiempo también a diseñar el plan de trabajo y las acciones a impulsar desde los primeros minutos de su gobierno.


mariodanielbadillo@hotmail.com


Preocupa en verdad que para el nuevo gobierno que encabezará Cuitláhuac García Jiménez, a partir del primero de diciembre, en Veracruz todo esté mal. Basta leer sus declaraciones para darse cuenta de que en público y en privado culpa de todo al gobernador del estado. Prueba de ello son sus más recientes expresiones relacionadas con la disposición de residuos en Xalapa, situación que puso en serio predicamento al alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, que dicho sea de paso ha dado sobradas muestras de su muy escaso oficio político. Hasta ahora, como lo he dicho en este espacio, no existe un proyecto de gobierno claro y definido del próximo gobernador en ninguna de las áreas que integran la administración estatal.

Él, junto con sus colaboradores, se la ha pasado lamentando prácticamente desde la campaña, pero es la hora en que no existe un solo proyecto, repito, que haga referencia a la salud, educación, infraestructura y seguridad pública para los veracruzanos. Muchos dirán que eso lo vamos a conocer una vez que tome posesión, pero siendo honestos basta ver el impecable trabajo de transición que viene realizando Andrés Manuel López Obrador a nivel nacional para darnos cuenta que en Veracruz estamos a años luz de distancia, porque en el caso del gobierno federal son muchos los proyectos en materia de bienestar social que el futuro presidente de México ha anunciado a la sociedad. Algunos verdaderamente innovadores.

En cambio aquí, hasta ahora no hay nada. El discurso de Cuitláhuac, lo vuelvo a decir, es insustancial, superfluo, carente de contenido y dirección. Y es que pareciera que los males de Veracruz iniciaron hace apenas dos años como lo han venido diciendo sus futuros funcionarios; pero todos sabemos que uno de los principales responsables de la tragedia del estado se llama Javier Duarte de Ochoa, pero ellos parecen olvidarlo. De tal manera que vuelvo a preguntar: ¿Y el proyecto, cuándo? ¿Qué políticas públicas van a impulsar a partir del primero de diciembre? ¿Qué obras prioritarias van a realizar y cómo las van a financiar? ¿Qué pasará con los bienes de Duarte que faltan por recuperar? ¿Procederán contra más duartistas o el asunto quedará en el olvido? ¿Qué sucederá con el IPE? ¿Cuántas escuelas piensan construir? ¿Cuántos caminos, cuántos puentes, cuántos hospitales?

Entiendo que la prioridad ahora es revisar las finanzas estatales y proceder contra los funcionarios del actual gobierno si cometieron ilícitos. Eso nadie lo juzga. Qué bueno que se revisen las cuentas, las acciones y si hay algo que se deba denunciar que se denuncie. Sin embargo, también es necesario saber desde ahora hacia adónde se va a dirigir el nuevo gobierno. Qué prioridades tendrá. He leído varias veces que el nuevo gobernador habla de impulsar el campo. Correcto. Pero la pregunta es: ¿cómo, cuándo y dónde? Repito, como ciudadano tengo más dudas que certezas sobre el proyecto del gobierno entrante.

Ojalá por el bien del estado que en estos meses previos a la toma de posesión como gobernador, Cuitláhuac García esté aprovechando el tiempo para integrar un buen proyecto en beneficio de los ciudadanos. Se aplaude que él y sus funcionarios recorran el estado y se reúnan con alcaldes y autoridades locales. Me parece excelente. No obstante, debe destinarse tiempo también a diseñar el plan de trabajo y las acciones a impulsar desde los primeros minutos de su gobierno.


mariodanielbadillo@hotmail.com


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