¿Necesitará algún tipo de recomendación Gabriel García Márquez? En el año 2017 se cumplieron cincuenta años de la publicación de Cien años de soledad, y 35 años de que le fue otorgado el Premio Nobel a Gabo; así que larga vida ha tenido ya la obra como para que no la conozcamos
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez es, sin duda, la obra emblemática de Latinoamérica. Su autor ha sido traducido a innumerables lenguas, y su nombre, aunque nos parezca a algunos una cuestión inquietante, es más conocido en el mundo que el de Jorge Luis Borges u Octavio Paz. Si uno le pregunta a una persona común y corriente a qué escritor ha leído, no duda en responder: Gabriel García Márquez. Sus novelas, libros de cuentos y memorias están siempre en las listas de los más vendidos.
García Márquez es un narrador excepcional. Representante mayor del Boom Latinoamericano, Gabo fue punta de lanza para varias decenas de escritores latinoamericanos. Gracias a que sus libros se traducían en todo el mundo, muchos autores pudieron acceder a otros países y a ser traducidos a otras lenguas.
La vida de Gabo, desde aquel año de 1967, ha estado rodeada de fama. A él se le ha visto al lado de presidentes, escritores, políticos, líderes. Su relación con Fidel Castro ha sido muy criticada, pero su amistad fue firme y a prueba de todo.
Podría decirse que en casi todos los hogares de Latinoamérica existe un ejemplar de algún libro de García Márquez. Las ediciones que se han hecho han sido variadas: en pastas duras, en rústica, de lujo, distribuidas en puestos de periódicos, en programas de apoyo a la lectura y en las sempiternas ediciones de Diana, aquí en México.
Yo no vengo a decir un discurso, volumen que preparó el premio Nobel para reunir todos los textos que escribiera a lo largo de su vida para ser leídos en público; desde aquel primero a los diecisiete años para despedir a una generación posterior en su escuela, hasta el polémico texto sobre la ortografía que leyó frente a las Academias de la Lengua.
Por estos textos vemos desfilar no sólo los agradecimientos a premios, los discursos dedicados a tal o cual autor, sino que vemos a un García Márquez más cotidiano y al que se le ve más atento de los problemas latinoamericanos, la democracia o la relación con sus grandes amigos Álvaro Mutis o Julio Cortázar.
Otro García Márquez, puede ser, aunque igual de maravilloso.