Una conjunción de talento regional se ha logrado para llevar por vez primera a escena Acis, Galatea y Polifemo del maestro alemán Georg Friedrich Haendel (1685-1759). Esta elogiable propuesta artística incluye a la Orquesta Filarmónica de las Altas Montañas, la soprano Magda Rey, la mezzosoprano Mónica Covarrubias y el tenor Raúl Morales. La dirección concertadora será de José Antonio Espinal, con dirección escénica de Braulio Amadís y producción de Svetlana Biedarieva, todos coordinados por el experimentado César Moreno. El acontecimiento se anuncia para el viernes 9 de agosto a las 20 horas y domingo 11 a las 13 horas. Ambas sesiones serán en el Teatro Ignacio de la Llave.
El equipo se ha propuesto presentar una novedosa puesta en escena de esta obra de Haendel, misma que se establece como el antecedente para Acis y Galatea, la primera ópera en inglés que este autor escribió. La obra que nos ocupa, Acis, Galatea y Polifemo, es una cantata dramática (también denominada “serenata”) que describe la historia registrada por el poeta Teócrito en torno del amor entre la ninfa Galatea y el pastor Acis, relación cortada súbitamente por Polifemo, un cíclope también enamorado de la joven ninfa. El advenedizo logra dar muerte al pastor con una roca y Galatea, abatida por el dolor, transforma su sangre en las aguas del río Acis.
Fue escrita en 1708 y presenta la estructura dramático-musical que caracterizará las obras posteriores de este autor. Haendel realizó diversas revisiones a su obra para incrementar el elenco y preparar la versión en inglés, aunque original contiene el encanto del texto en italiano y muestra la capacidad musical y dramática de la que Haendel impregnará sus obras posteriores.
Los antecedentes aportados por César Moreno nos indican que en Orizaba, en 2015, se estrenó la ópera Eugenia del maestro orizabeño Armando Ortega, realización que significó no solo el rescate de esta interesante ópera mexicana; también la motivación para el desarrollo del proyecto que se concreta con la obra de Haendel, en la que cobran vital importancia la iniciativa y actividad de ciudadanos que apuestan por este tipo de manifestaciones culturales. Todo, en atención al considerable incremento turístico y con la intención de devolver a Orizaba su estatus como centro operístico importante, mediante un trabajo atractivo y de gran calidad. Desde luego que resulta importante la recuperación de una tradición operística que era propia de esta ciudad desde finales del XIX y durante la primera mitad del siglo XX.
Y el asunto va de historia: La idea de construir un inmueble como escenario para recitales, conciertos y espectáculos dancísticos fue del general orizabeño Ignacio de la Llave, quien asignó en 1855 el diseño y la construcción al arquitecto Joaquín Huerta. Llave fue asesinado en junio de 1863, pero el Teatro se inauguró en 1875 con un recital operístico; al decaer la actividad artística, el edificio funcionó como sala para proyecciones cinematográficas pero en 1973 un terremoto dañó su estructura. Fue rehabilitado en 1985 aunque los trabajos de restauración continuaron hasta 2012, año en que se reinauguró con un concierto ofrecido por la soprano Olivia Gorra y la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz, bajo la dirección de Antonio Tornero.
Hoy Acis, Galatea y Polifemo se establece como un esfuerzo artístico plausible que merece todo apoyo y toda nuestra atención. Las páginas de Diario de Xalapa habrán de reseñar el resultado de la puesta en escena.