A sus 66 años de edad, Rosa Elena Ortega Zaleta tiene la convicción de que propiciar el encuentro entre los unos y otros es una buena forma de encender y mantener una luz de esperanza en un mundo donde todo pareciera adverso, por eso, por 29ª ocasión, coordina en Xalapa la conmemoración del Día del Niño Perdido.
En entrevista mencionó que este 7 de diciembre a las 19 horas seis parques de la ciudad se iluminarán con velas para darle continuidad a una tradición y también para recordar que sí se pueden crear espacios donde predomine la armonía, la paz, la unión familiar, los buenos deseos y el trabajo colectivo.
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“Buscamos una conexión y estrechar lazos significativos; los caminos iluminados son una metáfora visible de lo mucho que podemos lograr al decidir trabajar unidos, venciendo la oscuridad desde la propia luz”, expresa.
Rosa Elena Ortega, quien es originaria de Poza Rica pero vive en Xalapa, opina que hay mucho que decir sobre el significado de la luz y, sobre todo, mucho que descubrir, por lo cual refrenda su compromiso de continuar conmemorando el Día del Niño Perdido en Xalapa –en 2023 celebrará su 30 aniversario-.
Rememora que en la ciudad, el origen está ligado con la nostalgia por su tierra natal, por sus costumbres y tradiciones; por querer compartir con sus hijos lo vivido en su infancia.
Inicialmente solo encendió unas velas el 7 de diciembre de 1999 en la calle Paulino Martínez de la colonia Felipe Carrillo Puerto, pero poco a poco se fueron sumando sus vecinos y personas de otros barrios y colonias.
En los últimos años, las familias se congregan para encender las velas en las calles del barrio de El Dique, en Los Lagos y en los parques Juárez, Berros, Bicentenario y María Enriqueta.
¿Cuál es el origen real del Niño Perdido?
La tradición es del norte de Veracruz y se efectúa con variantes en municipios como Tuxpan, Poza Rica, Papantla, Álamo, Gutiérrez Zamora y Cerro Azul. La celebración recuerda el pasaje bíblico de cuando el Niño Jesús se extravía en Jerusalén y las velas son para iluminar su camino y ayudarle a regresar a casa.
Además de esta versión, hay una más ligada a lo prehispánico, y hay quienes aseguran que las luces son para los niños extraviados en general, con el fin de que hallen el camino a su hogar.
Rosa Elena Ortega apunta que en Xalapa la invitación está dirigida a todas las personas, sin importar religiones ni ideologías de ningún tipo. “Lo importante es que como seres humanos vayamos en busca de la luz. Las tradiciones son la cultura de los pueblos que enmarcan el quehacer humano”, sostiene.
Añade que una vela adquiere su valor cuando es encendida y da el resplandor a los rostros.
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Este año, además de invitar a la población a sumarse a este encendido de velas, convoca a asistir al Museo de la Música Veracruzana (Casa Doña Falla), donde a las 18 horas habrá demostraciones de cómo se vive esta tradición en diferentes municipios de la entidad.
También se presentará una retrospectiva de lo que ha sido la conmemoración del Día del Niño Perdido en Xalapa.
