A lo largo de 50 años, Carlos Alberto Ramírez Ruiz, maestro de Karate Do, ha instruido a más de mil alumnos que adoptaron su disciplina en Shotokan y el amor por ese arte marcial en esta capital. Sin embargo, aunque su corazón y su espíritu aún tienen ganas de continuar frente a grupo, su estado físico, a causa de su edad, lo han limitado, al grado de que actualmente se encuentra semirretirado.
Carlos Alberto es originario de esta ciudad, fue presidente estatal de la Asociación Mexicana de Karate Do y también formó parte de la selección mexicana de Karate Do en 1977.
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Sus inicios fueron durante 1972, cuando se acercó a un japonés que estudiaba en la Facultad de Artes de la UV y que era un experto en esa disciplina. En ese entonces, dice, el karate era algo muy novedoso, por lo que decidió entrenar fuerte y con mucha disciplina para aprenderlo.
Posteriormente, vivió dos años en la Ciudad de México, en donde continúo con el Karate Do y a su regreso a Xalapa instaló su escuela o dojo, ya como maestro Shotokan. También recuerda que en su momento logró reunir a más de 300 alumnos por clase en las instalaciones del antiguo Gimnasio Anexo, en donde formó niños, jóvenes y adultos en las artes marciales.
Aunque no todos sus estudiantes lograron subir de nivel, algunos siguieron sus pasos, obtuvieron el cinturón negro y establecieron sus propios dojos.
El Karate Do tiene sus orígenes en Japón y para aprenderlo es necesario entregarse de cuerpo y alma, pues requiere de mucha disciplina
Actualmente hay muchas escuelas que dicen enseñar karate, Muay Thai y Taekwondo, entre otras disciplinas, sin embargo, Carlos Alberto Ramírez Ruiz, recomienda seleccionar con mucho cuidado tras señalar que no todos los instructores o maestros están capacitados.
El maestro de Karate Do se encuentra semirretirado, pues debido a complicaciones de su edad no puede realizar actividades físicas propias de las artes marciales. Sin embargo, asegura que no dejará de asistir a su dojo de la calle Adalberto Tejeda, de la colonia Pumar, para supervisar a sus estudiantes, con el apoyo de instructores que también formó durante años.