Ni “boom” ni moda, los ajolotes de Xochimilco están en peligro de extinción y hay que educar para valorarlos, preservarlos y evitarles sufrimiento, expresa Mónica Suárez Palmeros, fundadora en Xalapa del Ajolotario Axoxal.
En tiempos en los que los ajolotes (“ambystoma mexicanum”) se han vuelto populares como mascotas, el llamado es a saber más de estos singulares anfibios.
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¿Cualquier persona puede tener un criadero? Mónica Suárez explica que solo es posible con permiso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, encargada de verificar el plan de manejo, las condiciones físicas del lugar y la existencia de un equipo técnico especializado.
Adquirir ejemplares reproducidos en Predio o Instalación que Maneja Vida Silvestre (PIMVS) es la única manera legal de adquirir ajolotes en México; la compra, venta y reproducción por otras formas está penada, puntualiza.
Un punto importante, detalla, es contar con la documentación legal de los anfibios progenitores y revisar que no haya consanguinidad entre ellos, pues se puede generar un problema severo en la especie y surgir problemas internos y dolor en las crías.
Aunque no hay mucha estadística, Mónica Suárez asegura que sí hay incidencia de problemas que pueden derivar en que un ajolote se convierta en salamandra, cuando no es su proceso natural de vida.
¿Por qué los ajolotes se encuentran en peligro de extinción?
Los ajolotes están en peligro por varios factores ambientales, de depredadores, de contaminación y de diversidad genética. Y es que una particularidad es que el axolotl es capaz de regenerar cualquier célula de su cuerpo.
“El ajolote tiene mil veces más pares de genes que el humano. Sus células son capaces de reconocer qué célula falta y formar un blastema que formará el miembro o parte faltante, o regenerar el cuerpo del ajolote”.
Tesoro nacional en Xalapa
Con el fin de proteger lo que la docente Mónica Suárez llama “tesoro nacional”, los interesados en realizar una visita solo pueden hacer cita mediante Facebook Ajolotario Axoxal, donde se privilegia a las niñas, niños y adolescentes.
En el predio, donde el 80 por ciento del agua es de lluvia, se cuida que haya una temperatura baja. Actualmente existen 758 ajolotes en estado juvenil, ya reproducidos en Xalapa, y seis adultos que son el pie de cría para poder generar los procesos de reproducción.
Las ajolotas pueden reproducirse cada dos meses y llegar a poner desde 200 hasta mil 200 huevos, pero no todos son fértiles. Los ajolotes que sí lo logran nacen del tamaño de una uña del dedo meñique, sin patas delanteras ni traseras.
Los axolotl alcanzarán un tamaño de 30 cm a lo largo de su vida y pueden llegar a vivir hasta 15 años en cauterio. Se trata de un animal carnívoro pero no tiene dientes, deglute el alimento y es el sistema digestivo el encargado de procesar lo ingerido.
Mónica Suárez explica que los ajolotes bebés y juveniles son unos glotones, comen todo, por eso hay que tener sumo cuidado en estas etapas. Hasta que miden 20 cm pueden estar en un lugar con sustrato, plantas y adornos.
“Son tan pero tan comelones que pueden devorar todo a su paso, incluyendo a sus propios hermanos…”.
¿Qué alimentos pueden consumir los ajolotes?
Los ajolotes solo pueden comer alimento especial, lombrices de tierra, pequeños peces e insectos; cuando consumen alimento con sal o yodo pueden hacer metamorfosis obligada, algo que, indica la responsable del ajolotario, ocurre en algunos lugares ilegales.
Ajolotario Axoxal es una iniciativa de reciente creación -2020- que abrió a público en 2022. La misión de Mónica Suárez, enamorada de estos animalitos, es proporcionar información para actuar de manera responsable.
Ella da cursos, talleres, visitas guiadas y abre la invitación a responsables de escuelas a ponerse en contacto para darle continuidad a esta transferencia de información.
En Xalapa la crianza está orientada por la bióloga Karla Lima y el biólogo Aldo Fuentes. Tras una capacitación y aprobación, sí se puede llegar a adquirir un ejemplar de forma legal y responsable.