Xalapa, Ver.- Sin novedad transcurrió el tercero y último debate entre los candidatos a la presidencia de México. Para religiosos, empresarios y activistas, fue un debate “predecible” pues las opiniones de los candidatos son las mismas, aunque coincidieron en que salieron a relucir cosas de presunta corrupción que no se sabían y que valdría la pena revisar.
Consideraron que difícilmente habrá un cambio de opinión del electorado al concluir este último debate de cara al 1 de julio y reclamaron que no se hayan tocado temas de violencia de género y salud sexual.
El consejero nacional del Instituto Nacional Electoral (INE), José Roberto Ruiz Saldaña, expresó que el tercer debate entre candidatos a la presidencia fue un ejercicio que ofrece información a la ciudadanía pero no deberá ser la única vía para razonar el voto, ya que deben investigar a los candidatos aún más para tomar esta decisión el primero de julio.
“Es la primera vez en el país que se realiza un debate que las preguntas vienen de las redes sociales y de hecho los dos anteriores debates tuvieron formatos inéditos, nunca se habían realizado así en el país. A nivel local los distintos OPLE deberán ir tomando nota, el propio INE mantener esta línea”, dijo.
Juan Martínez Gómez, investigador del Inecol: “Este debate lo vi pésimo, ignorantes de los temas”.
Gerardo Libreros Cobos, presidente Canaco Xalapa: "No se escuchó gran cosa nueva. Hablaron de lo que ya han hablado en otras ocasiones y creo que se perdió mucho tiempo con lo moderadores. Se tocaron temas como la salud, educación, cambio climático que son muy importantes, temas fundamentales y creo que fue para reafirmar lo que ya sabemos”, señaló.
Aracely González Saavedra, coordinadora de Equifonía AC: "Aún cuando tocaron temas importantes para el desarrollo social económico y político del país, dejan fuera temas de justicia social como lo es la salud materna, el acceso a la justicia, la salud sexual, la seguridad. Estamos en un contexto de violencia que incrementa la violencia de género, lo cual no ha sido reconocido por ninguno de los candidatos”, dijo
Luis Sánchez Ávila, Coparmex Xalapa: "A pesar de que vimos a los candidatos más relajados vimos propuestas con falta de contenido. No tocaron temas importantes y que es necesario tocar con seriedad y fundamento. Hubo ataques que la ciudadanía no quería, hay que felicitar al INE por el ejercicio, esperemos que en lo que falta para la elección haya más comunicación y soporte y sustento en las propuestas de los candidatos”, consideró.
Guillermo Trujillo Álvarez, presidente de la Red Evangélica de Veracruz: "El formato es novedoso, hubo mucha participación de los que llevaron el debate y queda más claro quién trae buenas propuestas, quién esquiva las preguntas. No fue un debate para cambiar en las preferencias del electorado. La gente a esta altura, el 75% de la gente, ya tiene decidido por quién votará. Desde mi perspectiva, en esta ocasión hubo más propuestas y se veían más preparados", añadió.
Estela Casados González, feminista: "¿Y la violencia contra las mujeres en México? Bien, gracias. Un tema menor, como siempre", escribió en sus redes sociales.
Jazz Bustamente, activista por la diversidad sexual: “Estuvo muy interesante a comparación del debate pasado. Me agrada que los cuatro candidatos le apuesten a la energía renovable. Sin embargo, el tema de la energía nuclear me parece que debería analizarse más (...) Hay que apostarle a otras energías”, opinó.
Silvia Susana, activista por la diversidad sexual: "El debate se acercó mucho a lo que se esperaba, quizá en menor intensidad que en el anterior pero siguieron los ataques, y las propuestas terminaron siendo muy superficiales.
En los temas que a mí más me importan —sexualidad y género— prácticamente no hubo posturas. Solamente una vez escuché la palabra sexual cuando se le preguntó al Bronco sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres y respondió que sí se atenderá pero sin entrar en detalles, como si no quisiera hablar de ello. Los demás ni siquiera con esa aproximación", dijo.
