MIXTLA DE ALTAMIRANO, Ver.- En este municipio, enclavado en la zona serrana de Zongolica y considerado como uno de los más pobres del país, sus habitantes están acostumbrados a vivir de los programas sociales y de la venta de sus votos, pues algunos perciben de ingresos sólo unos 80 pesos... a la semana. Otros de plano han renunciado a la idea de trabajar, dicen autoridades municipales.
Durante la jornada electoral los ciudadanos participaron desde temprano para emitir su voto, motivados –se afirma- por las promesas de campaña enfocadas en los apoyos de desarrollo social. El hermetismo entre la gente de aquí era total; depositaban su voto y se iban si querer hacer comentarios.
Acaso sea por lo que corre de boca en boca. En época de elecciones le pagan 50 pesos por voto.
Y es que aquí hay veracruzanos que no tienen siquiera energía eléctrica o agua potable. El vital líquido lo tienen que acarrear de manantiales, aunque los dueños de los predios donde se encuentran exigen algo a cambio para facilitárselos.
Un 50 por ciento de la población, aproximadamente 14 mil 500 habitantes, vive en extrema pobreza.
LOS PROYECTOS PRODUCTIVOS FRACASAN
La alcaldesa Maricela Vallejo Orea dice que la pobreza y necesidad obligaron al municipio a formar parte de la Cruzada Nacional Contra el Hambre. “En las familias sólo uno de sus integrantes trabaja y tiene que garantizar la manutención a veces apenas con 80 pesos a la semana. Sí hay proyectos productivos y constitución de microempresas, pero la desventaja es que las instituciones no dan seguimiento y los proyectos fracasan”, refiere la edil.
“La pobreza nunca se va acabar. Por ejemplo, ahora combatimos pobreza en vivienda, pero queda pendiente en educación, en salud. El gobierno federal les manda una despensa cada mes, pero no erradica la necesidad”, expresa la presidenta municipal.
“Los apoyos existen, pero la gente no quiere ya pensar más allá en su futuro. Alguna vez hice una encuesta y las jovencitas decían que su mayor anhelo era casarse. Los padres por falta de educación y recursos económicos les meten en la cabeza a los hijos de que para qué van a la escuela”.
Rufina Xalamihua Cuahua, exregidora de este municipio, destaca que Mixtla siguen siendo pobre en una gran medida porque el gobierno da apoyos, pero no seguimiento a los beneficiados; “no investiga si trabaja la gente, si sus hijos van prosperando o qué sucede con la familia”.
Además, sostiene que la gente tiene la costumbre de dar su voto al candidato que promete más apoyos; “se han acostumbrado a que le den dinero, refrescos o despensas, además hay gente que no quiere trabajar porque están en la espera de que les llegue el dinero de Prospera o de otro programa; sí tienen tierras, pero no siembran”.
El exalcalde José Jacobo Romero Atlahua dice que el mayor número de pobres viven en la zona baja del municipio; ellos tienen que vivir con un salario menor a los 100 pesos diarios, para mantener una familia de hasta diez integrantes. No duda de que en procesos electorales las personas decidan cambiar su voto por algún beneficio, del cual solo disfrutan en un lapso corto. “Por la pobreza puede pasar”, señala.
Belén Cano, expresidenta del DIF municipal, expresa que este lugar sigue careciendo de servicios dignos de salud. A diferencia de décadas pasadas, ahora cada vez hay más casos de cáncer, pero estas enfermedades son más complicadas de enfrentar aquí, que en la ciudad, porque la gente no tiene dinero para acudir a Xalapa (donde está el Centro Estatal de Cancerología) a recibir su tratamiento.
Participación con interés
El presidente de la Junta Distrital del Instituto Nacional Electoral en Zongolica, Jesús Cruz Sobrevilla, dice: “Independientemente del rezago, de la poca preparación y del analfabetismo la gente sí participa y más las mujeres”. El electorado que más acude a las urnas son los adultos y adultos mayores, pues los jóvenes no están tan interesados en el tema electoral, a eso se le suma también que no sufragan aquellos que en el día de la votación no están en el municipio porque fueron a otros estados a trabajar.
De hecho estimó que el 20 por ciento de los que votan no están en el municipio ya que fueron en busca de una fuente laboral. En este lugar puede emitir su voto siete mil 261 personas, pero alrededor de mil 452 son las que se encuentran fuera de este municipio.
Votaron con desconfianza
Pese a la desconfianza que provoca entre el electorado la presencia de personal de empresas encuestadoras en las inmediaciones de las casillas electorales, la jornada transcurrió con calma en Mixtla de Altamirano.
Según representantes del INE en este municipio se instalaron cinco casillas en la cabecera municipal; la votación se efectuó con calma, a pesar de que se observó la presencia de personas provenientes de la casa encuestadora "Explora".
Los tres encuestadores de esa oficina de estudios de gabinete de medición electoral, hacen un sondeo de manera abierta a la población al momento de salir de la casilla ubicada en la escuela primaria “Rafael Hernández Ochoa”.
