Golpiza a estudiantes de la UV está en la impunidad

Ayer se cumplieron cinco años de la agresión en la que varios jóvenes fueron golpeados

Ariadna García | Diario de Xalapa

  · sábado 6 de junio de 2020

Foto: Archivo | Diario de Xalapa

Xalapa, Ver.- La Universidad Veracruzana recordó que ayer se cumplieron cinco años de la agresión en la que varios jóvenes fueron golpeados de forma artera y que, hasta el momento sigue sin saberse quiénes son los autores, tanto intelectuales como materiales de tan denigrante hecho.

“Duele todavía la agresión y lacera igualmente la ominosa impunidad que la protege”, expuso en un comunicado.

Aquel día el Comité Universitario de Lucha de la Universidad Veracruzana difundido en redes sociales que, aproximadamente a la una de la madrugada, se perpetró un ataque a un domicilio particular en la avenida Ruiz Cortines casi esquina con Mártires 28 de agosto, cerca de la exunidad de Humanidades contra ocho jóvenes estudiantes (4 hombres y 4 mujeres, alumnos de las Facultades de Derecho, Filosofía, Pedagogía, Ingeniería, Administración, Sociología e Historia, entre 19 y 32 años) de la Universidad Veracruzana y que ese ataque fue llevado a cabo con sadismo por un grupo de 10 hombres armados con armas largas, machetes, bates y palo.

La UV expuso que, a partir de ese 5 de junio de 2015, la casa de estudios decidió recordar cada mes el lamentable hecho, reprobando cualquier manifestación de violencia.

Por eso, la Casa de Estudios rechaza tajantemente la violencia de género en el hogar, que ha aumentado durante el confinamiento a que todos por igual que se ven obligados ante la pandemia del coronavirus.

La UV repudió cualquier manifestación de violencia en contra de las mujeres; al referir que es inadmisible e injustificable, máxime en una situación de emergencia como la que están enfrentando México y todo el mundo, en la que se requiere de la mayor comprensión entre los miembros de la familia.

Expuso que las agresiones tanto psicológica como verbal, física, económica y patrimonial, al igual que el acoso cibernético y sexual, son inaceptables en contra de ellas, quienes, en la generalidad de los casos, han duplicado sus tareas en medio de una cultura machista en la que se ha naturalizado su responsabilidad en casa.