Xalapa, Ver.- A la edad de 94 años, la madrugada de este miércoles falleció Manuel Montoro Tuells, considerado uno de los pilares del teatro de México y, específicamente, de Xalapa, donde se afincó después de iniciar su carrera en el arte escénico en su natal España.
El Doctor Honoris Causa por la Universidad Veracruzana arribó a la capital del estado en la década de los 60 del siglo pasado como director de la hoy Compañía Titular de Teatro de la UV; su primer montaje fue “Mariana Pineda” de Federico García Lorca.
- Te puede interesar: Fallece cronista de Poza Rica; publicó más de 30 libros
En su debut en Xalapa, la puesta en escena contó con un reparto integrado por Ana Ofelia Murguía, Paco Beverido, Manuel Fierro, María Luisa Castillo, Raúl Velázquez, Guadalupe Balderas y María Rojo.
¿Quién fue Manuel Montoro Tuells?
Quien fuera director de teatro, maestro, traductor, fundador del Festival de Teatro Universitario-UV y formador de públicos, dirigió más de 50 obras de teatro y en 21 ocasiones fue premiado por su profesionalismo.
Además del Doctorado Honoris Causa de la UV, recibió la Medalla al Mérito Académico del Instituto Nacional de Bellas Artes y de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Luego de que familiares confirmaron el deceso del artista, las anécdotas y agradecimientos se han sucedido uno tras otro en las redes sociales. Raúl Andrés Barrientos dio a conocer que la capilla de Bosques del Recuerdo estará abierta hoy, únicamente de 15 a 18 horas, para dar el último adiós al artista.
El maestro
Francisco Beverido Duhalt, uno de sus discípulos, lo describió en su artículo “Manuel Montoro: sembrador de teatro” como “un maestro, un creador en el más amplio sentido de la palabra, alguien que se acercó para ofrecer algo que no tiene nada que ver con los satisfactores materiales”.
- Leer más: Arquidiócesis de Xalapa recuerda primer aniversario luctuoso del arzobispo Hipólito Reyes Larios
Como buen sembrador, expresa, Manuel Montoro prodigó su semilla como maestro y como ejemplo de una manera amable, generosa y desprendida.
Además de su amor por el teatro, opina que lo más valioso que enseñó fue a apreciar la manera como el teatro refleja la vida, como se entrelaza con ella, como permite una visión más clara para comprenderla, para apreciarla, para disfrutarla a través de un gesto, de una palabra, de un detalle en apariencia insignificante.