Durante todo el día los peregrinos llegan para agradecer y pedir favores a la virgen de Guadalupe hasta el santuario de "El Dique", hoy conocido como la Basílica Menor.
Pero no sólo los peregrinos llegan con la fe y sus coronas en honor a la virgen de Guadalupe, también decenas de familias llegan hasta las escalinatas de basílica menor para agradecer todo el cuidado y protección que durante el año les ha dado la virgen morena.
La Secretaría de Seguridad Pública y los cuerpos de emergencia también ya han instalado un operativo para seguridad de todos los visitantes y Tránsito del Estado ha cerrado a la circulación las calles cercanas por la instalación de puestos y de una feria.
Quienes no pueden faltar en esta celebración son los niños vestidos de Juan Diego o las niñas vestidas de inditas, quién de acuerdo con la tradición católica deben ser presentados ante la virgen cuando menos tres años seguidos.
Para los padres de los menores estos es algo sagrado y una tradición, pues algunos de ellos refieren que cuando fueron niños también los llevaron a presentar ante la virgen.
A un costado de las escalinatas se pueden ver decenas de coronas que han sido llevadas hasta esa Basílica menor para agradecer a la virgen de Guadalupe.
Desde la entrada también las peregrinaciones se registran y mientras suben y esperan a estar todos juntos al pie del último escalón los acólitos lanzan agua bendita a los peregrinos.
Pero el fervor se ve más allá de las calles cercanas a la Basílica menor, pues en carreteras las peregrinaciones no paran y los portadores del fuego guadalupano corren sin parar ahora obtenerlo.
Su destino es la basílica menor donde habrá de compartirles el fuego guadalupano.
