La falta de apoyo institucional y las exigencias de normas oficiales para prestar el servicio de primeros auxilios han provocado que el personal voluntario pierda el interés de brindar ayuda altruista, dice el comandante de la delegación de la Cruz Ámbar en esta ciudad, Jesús Ruiz Martínez.
Sostiene que hace tres años por cada paramédico de contrato había alrededor de cuatro o cinco que destinaban su tiempo, su esfuerzo y su conocimiento para ayudar a los demás a cambio de nada.
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¿Qué otros factores afectan a los voluntarios?
Sin embargo, para cumplir con las disposiciones de la Norma Oficial Mexicana NOM-034-SSA3-2013, que regula los servicios de salud a través de la atención médica prehospitalaria, a todo el personal paramédico se le exige comprobar su capacitación a través de cursos oficiales que tienen costos de 6 mil a 10 mil pesos por persona.
Lo anterior provocó que el voluntariado decidiera retirarse, pues al no percibir ingresos no pudo cubrir el costo de los cursos y lo poco que obtiene a través de sus empleos lo destinan a la manutención de sus familias.
Además, los apoyos han sido prácticamente nulos de parte de instituciones, lo que obliga a corporaciones voluntarias de emergencia limitar sus servicios y en ocasiones pedir una cuota de recuperación, en caso de que los traslados no sean por emergencia.
El costo de la gasolina y el diésel también afecta al servicio voluntario, pues por cada servicio de ambulancia se requieren de aproximadamente 500 pesos, que deben salir de sus bolsillos, señala.
¿Cuántas corporaciones de paramédicos trabajan de forma altruista en Xalapa?
En Xalapa hay al menos siete corporaciones de paramédicos que diariamente batallan para dar servicio de forma altruista.
Anteriormente, según Jesús Ruiz Martínez, había instituciones de gobierno y Ayuntamientos que apoyaban con material de curación, combustible y otros recursos que permitían tener ambulancias bien equipadas y respaldadas por paramédicos, en su mayoría voluntarios.
Sin embargo, actualmente y a causa de la falta de apoyo y de la inflación, hay ambulancias que funcionan apenas con lo básico y operadas por dos paramédicos, uno de ellos el conductor.
Incluso, abunda, hay corporaciones de primeros auxilios que no pueden mandar a reparar su equipo de emergencia por la falta de recursos.
Actualmente, quienes servían como voluntarios prefieren destinar su tiempo en otras actividades redituables, pues aunque tengan el interés de servir hay una serie de limitantes que les impiden continuar con la labor altruista.