/ lunes 27 de julio de 2020

Bloquearían a los Yunes, habrá guerra… y la ganarían

En el corredor económico más importante del estado: Veracruz-Boca del Río-Medellín, se avecina una guerra que quién sabe cómo termine.

Si no ocurre algo extraordinario, es decir, una medida tomada desde lo más alto del poder en México que sacuda a Veracruz, puede suponerse que la ganarán los Yunes reteniendo para el grupo al menos las alcaldías del puerto y Boca del Río y ganando la mayoría de las diputaciones que ahí serán disputadas.

Esta guerra, que ya está en marcha, presenta diversos ángulos interesantes que tocan el interior tanto del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como del Partido Acción Nacional (PAN) y podría abarcar a otras organizaciones políticas.

Los Yunes saben que si no cuentan con las alcaldías de Veracruz y Boca del Río simplemente no tendrán oportunidad de ir por la gubernatura en 2024. Por eso exigirán, al PAN, les sean dadas esas candidaturas y por eso harán todo lo que esté a su alcance, y más, por mantenerlas. Pero existen serias dudas de que en Acción Nacional, al menos localmente, les quieran dar las posiciones. Más allá de las diferencias entre el actual dirigente, Joaquín Guzmán Avilés, y el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, se dejan ver otros factores.

Uno es que la dirigencia panista quiere que el candidato en el municipio de Veracruz sea Bingen Rementería, quien en una reciente encuesta de Mitofsky aparece muy arriba de las preferencias. Y en Boca del Río querrá a otro panista no identificado con los Yunes.

A como se ven las cosas a la hora de repartir las candidaturas si acaso les querrán dar las de las diputaciones, bloqueándolos para las alcaldías.

¿Esto sería únicamente por las diferencias que existen entre Guzmán Avilés y Yunes Linares? Hay quienes no lo creen así, pues es fuerte la versión de que el dirigente panista tiene cada vez más acercamiento con Morena. Así las cosas, el próximo año podría pasar algo parecido a lo que sucedió en tiempos de Javier Duarte, cuando éste se movió, dentro del propio PAN, para bloquearlo e impedir que, vía una buena posición plurinominal, accediera a la Legislatura del Estado. ¿Entonces se quedarían los Yunes sin candidaturas y resignados a ver cómo otros son los que, pasados los comicios de 2021, empiezan a pelear por la gubernatura? Eso no lo puede suponer nadie.

Si en el PAN, por intereses propios de la dirigencia o por presiones externas, deciden bloquearlos, entonces seguramente veremos a Miguel Ángel Yunes Márquez, en Veracruz, y a quien finalmente decidan lanzar por Boca del Río, como candidatos por otra organización.

Muy complicado que sea por alguno de los partidos tradicionales, más si hay alianza opositora. Así que en una de esas son postulados por alguna de las nuevas organizaciones y no sería extraño que fuera Podemos, que tiene independencia.

En fin, buscarán con todo ser candidatos y pelearán a muerte para ganar, enfrentándose a toda la batería que les pudieran enviar desde los centros del poder.

Sobre esta guerra que está por ser abierta al público, salvo que, como expusimos al inicio de estos comentarios, ocurra algo extraordinario antes de que oficialmente arranque el proceso electoral, la mayoría ya empieza a apostar a que, en Veracruz y Boca del Río, la ganarían los Yunes.

En el corredor económico más importante del estado: Veracruz-Boca del Río-Medellín, se avecina una guerra que quién sabe cómo termine.

Si no ocurre algo extraordinario, es decir, una medida tomada desde lo más alto del poder en México que sacuda a Veracruz, puede suponerse que la ganarán los Yunes reteniendo para el grupo al menos las alcaldías del puerto y Boca del Río y ganando la mayoría de las diputaciones que ahí serán disputadas.

Esta guerra, que ya está en marcha, presenta diversos ángulos interesantes que tocan el interior tanto del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como del Partido Acción Nacional (PAN) y podría abarcar a otras organizaciones políticas.

Los Yunes saben que si no cuentan con las alcaldías de Veracruz y Boca del Río simplemente no tendrán oportunidad de ir por la gubernatura en 2024. Por eso exigirán, al PAN, les sean dadas esas candidaturas y por eso harán todo lo que esté a su alcance, y más, por mantenerlas. Pero existen serias dudas de que en Acción Nacional, al menos localmente, les quieran dar las posiciones. Más allá de las diferencias entre el actual dirigente, Joaquín Guzmán Avilés, y el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, se dejan ver otros factores.

Uno es que la dirigencia panista quiere que el candidato en el municipio de Veracruz sea Bingen Rementería, quien en una reciente encuesta de Mitofsky aparece muy arriba de las preferencias. Y en Boca del Río querrá a otro panista no identificado con los Yunes.

A como se ven las cosas a la hora de repartir las candidaturas si acaso les querrán dar las de las diputaciones, bloqueándolos para las alcaldías.

¿Esto sería únicamente por las diferencias que existen entre Guzmán Avilés y Yunes Linares? Hay quienes no lo creen así, pues es fuerte la versión de que el dirigente panista tiene cada vez más acercamiento con Morena. Así las cosas, el próximo año podría pasar algo parecido a lo que sucedió en tiempos de Javier Duarte, cuando éste se movió, dentro del propio PAN, para bloquearlo e impedir que, vía una buena posición plurinominal, accediera a la Legislatura del Estado. ¿Entonces se quedarían los Yunes sin candidaturas y resignados a ver cómo otros son los que, pasados los comicios de 2021, empiezan a pelear por la gubernatura? Eso no lo puede suponer nadie.

Si en el PAN, por intereses propios de la dirigencia o por presiones externas, deciden bloquearlos, entonces seguramente veremos a Miguel Ángel Yunes Márquez, en Veracruz, y a quien finalmente decidan lanzar por Boca del Río, como candidatos por otra organización.

Muy complicado que sea por alguno de los partidos tradicionales, más si hay alianza opositora. Así que en una de esas son postulados por alguna de las nuevas organizaciones y no sería extraño que fuera Podemos, que tiene independencia.

En fin, buscarán con todo ser candidatos y pelearán a muerte para ganar, enfrentándose a toda la batería que les pudieran enviar desde los centros del poder.

Sobre esta guerra que está por ser abierta al público, salvo que, como expusimos al inicio de estos comentarios, ocurra algo extraordinario antes de que oficialmente arranque el proceso electoral, la mayoría ya empieza a apostar a que, en Veracruz y Boca del Río, la ganarían los Yunes.