/ sábado 13 de enero de 2024

Competencias digitales docentes

Los alumnos del siglo XXI son nativos digitales por lo que la educación formal debe adaptarse a esa circunstancia cambiando y adaptando los métodos de aprendizaje a las nuevas tecnologías. En ese cambio juegan un papel fundamental los profesores; sin su implicación sería imposible esa transformación.

La educación actual no puede entenderse sin el uso de las nuevas tecnologías, pero ¿cómo determinar la formación necesaria de los docentes para el manejo e introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación TICs en el aula?

¿Qué entendemos por competencias digitales? Pues serían las facultades, capacidades, conocimientos, habilidades…. para usar de forma segura y crítica la tecnología en el trabajo, el ocio y la comunicación. “La competencia digital se apoya en las habilidades del uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet”, señala el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.

La acreditación de la competencia digital docente es esencial en la transformación del sistema educativo para enfrentar los retos y oportunidades que la tecnología le ofrece a la educación. Esto, a su vez, repercute directamente en la calidad y transformación del sistema educativo.

La Universidad en Internet, líder de formación en línea, considera que algunos de los beneficios que aporta el desarrollo de estas competencias son: Acceso más fácil y de forma instantánea a recursos y materiales educativos. Impulso de un aprendizaje colaborativo y, a la vez, más adaptado a cada alumno. Motivación de los estudiantes mediante el uso nuevas metodologías y herramientas pedagógicas en el aula.

Evaluación del alumno y seguimiento de su progreso de una forma más sencilla. Desarrollo de habilidades digitales en los estudiantes, fundamentales para su futuro laboral. Fomento de la inclusión digital y cierre de la brecha digital presente en muchas comunidades y estudiantes. Actualización profesional continua de los docentes, lo cual les permite estar al día en las tendencias y avances.

Mediante la colaboración y el intercambio de información y contenidos digitales el profesor mejora sus competencias, al poner sus habilidades y conocimientos en práctica. El conocimiento y la formación en competencias digitales es un elemento fundamental para los docentes actuales, tanto para mejorar su forma de enseñar como para conectar con los alumnos y, a la vez, poder alcanzar mejores oportunidades laborales.

Lo anterior nos lleva al caso de México: De acuerdo con datos del Inegi (2022), las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de entre 3 y 29 años que estuvieron inscritos en educación básica, media superior y superior entre el 2021 y 2022 tuvieron en su mayoría clases a distancia (36.1%), seguidas de clases híbridas (35.6%). Mientras tanto, las profesoras y los profesores durante la pandemia tuvieron que valerse de recursos digitales tales como el correo electrónico y redes sociales (72.8%), clases virtuales (31.3%) y plataformas virtuales (30.7%), para impartir clases o informar a sus estudiantes sobre las actividades a realizar todos los días.

En este sentido, en la práctica docente no sólo persisten los retos que ya se tenían, entre ellos desarrollar competencias académicas relacionadas con la planeación y desarrollo de experiencias de aprendizaje significativas, comenta Jessica Joselin Flores Guerrero, de la Red Temática de Investigación de Educación Rural, de El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia.

Flores Guerrero opina también que el contexto de la pandemia por Covid-19 y el escenario posterior a ésta han mostrado que las brechas sociales y digitales que ya existían han aumentado, ya que se pudo observar lo necesarias que son las tecnologías para comunicarnos, aprender, trabajar e interactuar de manera general con otros en el día a día, pero también se constató la falta de acceso.

En la actualidad se demanda un perfil docente que cuente además con conocimientos, habilidades y responsabilidad para integrar y manejar las tecnologías de manera eficiente en los procesos de enseñanza-aprendizaje. A esto se agrega que, ante las transformaciones sociales para interactuar y aprender que ha reflejado el contexto de la pandemia y postpandemia, la sociedad exija que las adaptaciones y los cambios en los procesos de enseñanza y aprendizaje mediados por las tecnologías se den de manera casi inmediata.

¿En qué o en quién recae la responsabilidad de los no muy favorecedores resultados de los procesos educativos en el contexto de la pandemia y postpandemia? Algunos estudios (Palacios y Barroso, 2020) encontraron que aun cuando la mayoría de los profesores dicen conocer los espacios o recursos clásicos de formación en línea que implican competencias principalmente relacionadas a la comunicación, búsqueda y presentación de recursos digitales, participan poco en ellos.

Además, se identificó que quienes salían mejor librados en los procesos emergentes de formación docente, eran sobre todo quienes tenían experiencia previa con el uso de tecnologías en su práctica docente.

La actual Agenda Digital Educativa desarrollada por la Secretaría de Educación Pública propone entre sus ejes rectores que la formación de docentes se debe realizar a partir de la actualización y certificación de habilidades, saberes y competencias digitales y que es necesario construir una cultura digital en el Sistema Educativo Nacional a través de la alfabetización, la inclusión y la ciudadanía digital, así como la producción, difusión, acceso y uso social de los recursos educativos digitales para los procesos de enseñanza-aprendizaje, entre otros elementos relacionados con la mejora a la infraestructura y adecuaciones tecnológicas. No obstante, estas propuestas parecen no verse reflejadas con claridad en el contexto educativo actual de México.

Los alumnos del siglo XXI son nativos digitales por lo que la educación formal debe adaptarse a esa circunstancia cambiando y adaptando los métodos de aprendizaje a las nuevas tecnologías. En ese cambio juegan un papel fundamental los profesores; sin su implicación sería imposible esa transformación.

La educación actual no puede entenderse sin el uso de las nuevas tecnologías, pero ¿cómo determinar la formación necesaria de los docentes para el manejo e introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación TICs en el aula?

¿Qué entendemos por competencias digitales? Pues serían las facultades, capacidades, conocimientos, habilidades…. para usar de forma segura y crítica la tecnología en el trabajo, el ocio y la comunicación. “La competencia digital se apoya en las habilidades del uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet”, señala el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.

La acreditación de la competencia digital docente es esencial en la transformación del sistema educativo para enfrentar los retos y oportunidades que la tecnología le ofrece a la educación. Esto, a su vez, repercute directamente en la calidad y transformación del sistema educativo.

La Universidad en Internet, líder de formación en línea, considera que algunos de los beneficios que aporta el desarrollo de estas competencias son: Acceso más fácil y de forma instantánea a recursos y materiales educativos. Impulso de un aprendizaje colaborativo y, a la vez, más adaptado a cada alumno. Motivación de los estudiantes mediante el uso nuevas metodologías y herramientas pedagógicas en el aula.

Evaluación del alumno y seguimiento de su progreso de una forma más sencilla. Desarrollo de habilidades digitales en los estudiantes, fundamentales para su futuro laboral. Fomento de la inclusión digital y cierre de la brecha digital presente en muchas comunidades y estudiantes. Actualización profesional continua de los docentes, lo cual les permite estar al día en las tendencias y avances.

Mediante la colaboración y el intercambio de información y contenidos digitales el profesor mejora sus competencias, al poner sus habilidades y conocimientos en práctica. El conocimiento y la formación en competencias digitales es un elemento fundamental para los docentes actuales, tanto para mejorar su forma de enseñar como para conectar con los alumnos y, a la vez, poder alcanzar mejores oportunidades laborales.

Lo anterior nos lleva al caso de México: De acuerdo con datos del Inegi (2022), las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de entre 3 y 29 años que estuvieron inscritos en educación básica, media superior y superior entre el 2021 y 2022 tuvieron en su mayoría clases a distancia (36.1%), seguidas de clases híbridas (35.6%). Mientras tanto, las profesoras y los profesores durante la pandemia tuvieron que valerse de recursos digitales tales como el correo electrónico y redes sociales (72.8%), clases virtuales (31.3%) y plataformas virtuales (30.7%), para impartir clases o informar a sus estudiantes sobre las actividades a realizar todos los días.

En este sentido, en la práctica docente no sólo persisten los retos que ya se tenían, entre ellos desarrollar competencias académicas relacionadas con la planeación y desarrollo de experiencias de aprendizaje significativas, comenta Jessica Joselin Flores Guerrero, de la Red Temática de Investigación de Educación Rural, de El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia.

Flores Guerrero opina también que el contexto de la pandemia por Covid-19 y el escenario posterior a ésta han mostrado que las brechas sociales y digitales que ya existían han aumentado, ya que se pudo observar lo necesarias que son las tecnologías para comunicarnos, aprender, trabajar e interactuar de manera general con otros en el día a día, pero también se constató la falta de acceso.

En la actualidad se demanda un perfil docente que cuente además con conocimientos, habilidades y responsabilidad para integrar y manejar las tecnologías de manera eficiente en los procesos de enseñanza-aprendizaje. A esto se agrega que, ante las transformaciones sociales para interactuar y aprender que ha reflejado el contexto de la pandemia y postpandemia, la sociedad exija que las adaptaciones y los cambios en los procesos de enseñanza y aprendizaje mediados por las tecnologías se den de manera casi inmediata.

¿En qué o en quién recae la responsabilidad de los no muy favorecedores resultados de los procesos educativos en el contexto de la pandemia y postpandemia? Algunos estudios (Palacios y Barroso, 2020) encontraron que aun cuando la mayoría de los profesores dicen conocer los espacios o recursos clásicos de formación en línea que implican competencias principalmente relacionadas a la comunicación, búsqueda y presentación de recursos digitales, participan poco en ellos.

Además, se identificó que quienes salían mejor librados en los procesos emergentes de formación docente, eran sobre todo quienes tenían experiencia previa con el uso de tecnologías en su práctica docente.

La actual Agenda Digital Educativa desarrollada por la Secretaría de Educación Pública propone entre sus ejes rectores que la formación de docentes se debe realizar a partir de la actualización y certificación de habilidades, saberes y competencias digitales y que es necesario construir una cultura digital en el Sistema Educativo Nacional a través de la alfabetización, la inclusión y la ciudadanía digital, así como la producción, difusión, acceso y uso social de los recursos educativos digitales para los procesos de enseñanza-aprendizaje, entre otros elementos relacionados con la mejora a la infraestructura y adecuaciones tecnológicas. No obstante, estas propuestas parecen no verse reflejadas con claridad en el contexto educativo actual de México.