Ensimismados en su afán por demostrar su poder, parecen no darse cuenta que los pleitos que protagonizan no sólo tienen un efecto negativo sobre las dependencias que encabezan, sino que además afectan a más de siete millones de veracruzanos, que no solamente ven cómo sus autoridades se enfrentan, sino que siguen siendo víctimas de la inseguridad, la violencia, de la pobreza y de la falta de empleos y de inversiones.
El enfrentamiento entre el fiscal Jorge Winckler y el gobernador Cuitláhuac García empezó desde antes que el mandatario tomara posesión y se ha prolongado de manera estéril y perjudicial para los habitantes del estado, porque no solamente daña la imagen personal de cada uno, sino también de las instituciones que encabezan.
Además del mandatario se han involucrado en este conflicto diputados del Congreso local y el secretario de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros, y ambas partes, los del gobierno estatal y los diputados, identificados con Morena, y los del fiscal, quien además de panista y se ha evidenciado como miembro del grupo yunista, el que encabeza el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, se han venido desgastando.
La esencia del pleito es político-partidista y grupal y de ambos lados hemos escuchado señalamientos, acusaciones, amenazas, burlas, advertencias, descalificaciones y muchas cosas más que no abonan ni ala tranquilidad ni a la seguridad de los veracruzanos.
Dicen que lo cortés no quita lo valiente, pero ninguna de las dos partes en pugna ha tenido la inteligencia ni la sensibilidad para demostrar mesura y respeto, tanto por las instituciones que representan y menos por los gobernados, que son quienes pagan los platos rotos.
Han demostrado, eso sí, falta de coordinación y de apoyo, así como ausencia de cooperación para hacer que mejore la situación en materia de seguridad y de justicia para quienes han sido víctimas de los delincuentes.
De paso quedó en evidencia el Congreso local, donde la bancada de Morena demostró la falta operación política para conseguir la mayoría calificada que necesita para someter a juicio político al fiscal.
A Winckler lo han acusado de proteger a delincuentes y de ser ineficiente en su trabajo. Él ha respondido que el ineficiente es el gobierno porque no ha sido capaz de garantizar la seguridad a través de la secretaría del ramo que encabeza Hugo Maldonado. Además ha amenazado con proceder legalmente en contra del gobernador y del secretario de Gobierno por las acusaciones que le han hecho.
Para rematar, ayer Éric Patrocinio salió a desmentir al fiscal, quien un día antes había festinado la detención del homicida de la hija de la diputada federal Carmen Medel. La legisladora de Morena también se sumó al desmentido.
Y al parecer así van a continuar ambos grupos, ventilando sus diferencias y sus defectos y evidenciando el poco interés que tienen por el bienestar de los veracruzanos a pesar de que para eso están en los cargos y para eso les paga el mismo pueblo.
Roselia Barajas, para la embajada de Costa Rica
La Secretaría de Relaciones Exteriores presentó ayer la lista de 21 personas que el presidente Andrés Manuel López Obrador enviará al Senado de la República para que sean nombradas embajadoras de México en distintos países. Entre las propuestas está la bióloga y exdiputada federal Roselia Barajas Olea, quien de ser aprobada por el Senado seguramente hará un buen papel como representante de México en la República de Costa Rica.
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