El PRD no está atravesando por “un periodo difícil”, sino que va a desaparecer, según reveló hace unos días el fundador y exdirigente nacional de ese partido Jesús Zambrano.
Tal vez por eso renunció de manera abrupta el dirigente nacional perredista Manuel Granados Covarrubias.
Para nadie es un secreto que el PRD pretendió mantenerse vigente mediante la alianza que hizo con el PAN, con la que también intentaba revertir el proceso de deterioro que ha venido padeciendo elección tras elección.
Pero no ha podido superar las diferencias y los pleitos en los que se enfrascan las tribus que integran el partido, que por lo general actúan de manera excluyente, lo que se hace más evidente cuando alguna de ellas llega al poder.
Es cierto, entre todas se distribuyen las carteras de los comités estatales y nacionales, según el nivel que les corresponda. Aparentemente respetan la influencia y el número de afiliados de cada una.
En la realidad ocurre que la que está en la presidencia pretende imponerse y termina confrontándose con las otras tribus.
Ayer, el presidente estatal del PRD, Jesús Alberto Velázquez Flores, salió a decir: “No lo vamos a negar, el PRD está atravesando un periodo difícil”.
Habría que recordarle lo que en entrevista con El Sol de México reveló Zambrano Grijalva:
"Hoy el PRD con humildad y generosidad debemos de poner a disposición su registro para un nuevo partido y para ello, hemos decidido iniciar con Foros de Diálogo en estados del país y dónde hemos tenido acercamientos con intelectuales, entre ellos con José Antonio Crespo y José Woldenberg".
Aseguró que ese partido ya cumplió su ciclo y reconoció errores, también se quejó de traiciones y acusó a René Bejarano Martínez, actual promotor de los Programas Sociales de Andrés Manuel López Obrador, por "acabar con el partido y utilizar a la estructura del Sol Azteca y los recursos para apoyar al ahora presidente electo, a cambio de posiciones en el nuevo gobierno”.
Es más, para Zambrano fueron muchos los factores que influyeron en la situación que hoy vive su partido, “está muy claro que los problemas internos que tuvimos, los desgastes, las fisuras, las salidas de liderazgos importantes, entre otras causas, terminaron desgastándonos y pensamos que con la coalición que formamos con PAN y MC podíamos lograr un buen resultado y situarnos verdaderamente en la disputa por la presidencia de la República (…) Sin embargo no pudimos enraizar el ánimo de la población”.
De manera precisa expuso que en el PRD “hemos decidido realizar este proceso (construir un nuevo partido) con la Comisión de Diálogo que se formó y ya empezamos a hablar con varias personalidades, entre ellos intelectuales, especialistas, dirigentes y nos gusta el planteamiento”.
Fue más preciso al señalar que ya trabajan en la creación de un nuevo partido con sus nuevos estatutos “y estamos haciendo lo mismo que hizo el PMT y PSUM: entregar el registro para un nuevo instituto político, los diferentes liderazgos al interior del partido están convencidos que ésa es la opción”.
Finalmente calculó que será a mediados del próximo año cuando anunciarán el nuevo modelo partidario, “así le llamaría en la idea de que quien comparta estas ideas consideren que dejemos las siglas del PRD, las dejemos. O que digan mejor cambiemos de nombre, o por el corte que debe de tener el partido, la organización entonces con toda generosidad y disposición se cuente con el registro del PRD”.
Mientras, Velázquez critica la renuncia de su dirigente nacional, Granados Covarrubias y anuncia que el próximo mes realizarán el Congreso Nacional y la elección interna del nuevo dirigente será hasta el próximo año.
Pues con todo, hay quienes se apuntan para buscar la dirigencia estatal. ¿Les dará tiempo alcanzarla antes de que deje de existir ese partido?
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