Hablemos de un caso en abstracto, sin particularizar nombres: una Secretaria de Energía del gobierno, que utiliza su posición como trampolín para aspirar a un cargo de gobernadora. Estas premisas plantean serios dilemas en términos de integridad, ética y competencia en el ámbito político y gubernamental. En este contexto, se pueden identificar varias problemáticas críticas.
En primer lugar, la utilización de un cargo que debe ser ostentado por un elevado perfil técnico y especializado como el de secretaria de energía, con el único propósito de avanzar en la carrera política personal, lo cual sugiere una falta de compromiso con la tarea encomendada y una priorización de los intereses personales sobre el bienestar público. La administración de una cartera energética requiere conocimientos ultra especializados y un enfoque centrado en la eficiencia y la mejora del sector, aspectos que se ven comprometidos cuando el principal objetivo es ganar popularidad para una carrera política futura en una entidad en la que no tienes origen.
La referencia al "Principio de Peter", formulado por el reconocido académico Laurence J. Peter, es particularmente pertinente para analizar en este contexto. Esta propuesta conceptual describe la tendencia de las personas a ser promovidas, en donde puede ir ascendiendo por resultados aceptables pero habrá un momento en que un ascenso resulte penoso porque habrá alcanzado su nivel de incompetencia. Este principio, aparentemente simple, puede tener implicaciones profundas y significativas en el ámbito gubernamental. El hecho de que los resultados negativos en materia de energía persistan incluso después de su salida demuestra una gestión deficiente que afecta a la eficacia y estabilidad del sector energético.
Además, la grilla política y la consolidación de la ambición personal a expensas de la administración eficiente del sector energético generan un ambiente tóxico. Esto puede tener consecuencias negativas a largo plazo, ya que la falta de profesionalismo y enfoque en la gestión pública puede afectar la confianza de la población en las instituciones gubernamentales y en la capacidad del gobierno para abordar problemas críticos.
Así como la semana pasada el gobernador resaltó la incompetencia de quien fue omisa porque no pudo prevenir el saqueo de “gaschicol” en Veracruz, ahora la prensa nacional ha documentado que en Dos Bocas se encuentra uno de los mayores desafíos de la 4T, pues las condiciones de rezago o deficiencia en infraestructura, complicará la producción y distribución de gasolina; y adivinen, ¿quién creen que tenía responsabilidad en que toda la infraestructura estuviera lista para que la producción de la refinería de Dos Bocas fuera la menos peor?
El medio fundamental para la transportación de los hidrocarburos producidos por la operación de la refinería Olmeca (Dos Bocas, Tabasco,) y que está supuestamente por iniciar actividades de producción, es el puerto localizado a metros de la planta. Sin embargo, ayer se dio a conocer información digna de credibilidad, en donde se refiere que ese puerto de salida de hidrocarburos está incompleto, con elevados niveles de saturación y con una constante de peligro por la saturación que han experimentado.
Pero si mintió con la “inauguración” de la refinería que no refina, por qué no iba a mentir en la cadena estatal de la propagandista RTV, para asegurar con cursilería y falsedad “soy veracruzana”. @lorenapignon_ Diputada federal