/ lunes 13 de agosto de 2018

Entre traiciones y ambiciones

Finalmente quedó en claro: la alianza PAN-PRD fue un error, sobre todo para los perredistas. Sus promotores nacionales callan, pues ya qué pueden decir, pero el fracaso y estigma quedaron para no olvidarse.

Ganó más el PAN, pero éste, además de quedar evidenciado en su pérdida de ideología, no obtuvo lo realmente anhelado, que era la presidencia de la República. Y el PRD logró... migajas y hundirse más.

Agustín Basave, con sus amagues de botar la dirigencia, hizo su gracia de impulsar las alianzas estatales con el PAN y luego, antes de irse porque terminaba su periodo, la repitió a nivel nacional. Ahora está en sus asuntos particulares, en tanto el verdadero perredismo, desorientado tras la debacle electoral, sólo atina a exigir cuentas y sabe que viene lo peor si su partido no atina a reinventarse, pues la izquierda actualmente y en los próximos años sólo tendrá una representación: Morena.

Pero eso de reinventarse está complicado para panistas y perredistas.

Por el lado del PAN, el exjoven maravilla (joven aún, maravilla ya no) pretende seguir manipulando a su organización.

Difícil que lo logre. Su ambición es sabida por todos y es muy joven para tener tantas traiciones en la espalda, lo que lo hace desconfiable para la mayoría.

Actuó con pragmatismo brutal, sembró cadáveres de sus mentores y amigos y no tuvo freno en su meta de ser presidente de México.

El frentazo que se llevó por su fracaso en las elecciones lo dejó noqueado varias semanas, pero reaparece para intentar prolongar su control sobre el Comité Ejecutivo Nacional.

¿Se volverán a dejar los panistas, tras quedarles en claro las ambiciones, traiciones y negocios turbios a los que es proclive Anaya?

Allá ellos si quieren ver peor al PAN.

Y en el PRD quién sabe si ya aprendieron que pierden más cuando ganan haciendo alianzas para sacar raja.

*Los destinos de Mancha y Franco*

En Veracruz panistas y perredistas viven también tiempos sombríos.

Evidentemente el PAN obtuvo mucho más de su alianza con los del Sol Azteca.

Enfrentará el futuro incierto con varias alcaldías de importancia y diputaciones locales y federales y con un senador.

José Mancha, quien no quiso cargo pero sí obras, pretende seguir al frente del panismo. ¿Lo conseguirá?

En el PRD tienen casi nada. Para empezar no tienen una ideología que los identifique —lo mismo trabajaron para Fidel o para Duarte que hicieron alianza para deshacerse de ellos—. Lo que resta del PRD lo maneja Rogelio Franco a través de Jesús Velázquez, pero de seguir como van en un futuro mediato lo que controlarán es un partido que sufra para conservar su registro.


Finalmente quedó en claro: la alianza PAN-PRD fue un error, sobre todo para los perredistas. Sus promotores nacionales callan, pues ya qué pueden decir, pero el fracaso y estigma quedaron para no olvidarse.

Ganó más el PAN, pero éste, además de quedar evidenciado en su pérdida de ideología, no obtuvo lo realmente anhelado, que era la presidencia de la República. Y el PRD logró... migajas y hundirse más.

Agustín Basave, con sus amagues de botar la dirigencia, hizo su gracia de impulsar las alianzas estatales con el PAN y luego, antes de irse porque terminaba su periodo, la repitió a nivel nacional. Ahora está en sus asuntos particulares, en tanto el verdadero perredismo, desorientado tras la debacle electoral, sólo atina a exigir cuentas y sabe que viene lo peor si su partido no atina a reinventarse, pues la izquierda actualmente y en los próximos años sólo tendrá una representación: Morena.

Pero eso de reinventarse está complicado para panistas y perredistas.

Por el lado del PAN, el exjoven maravilla (joven aún, maravilla ya no) pretende seguir manipulando a su organización.

Difícil que lo logre. Su ambición es sabida por todos y es muy joven para tener tantas traiciones en la espalda, lo que lo hace desconfiable para la mayoría.

Actuó con pragmatismo brutal, sembró cadáveres de sus mentores y amigos y no tuvo freno en su meta de ser presidente de México.

El frentazo que se llevó por su fracaso en las elecciones lo dejó noqueado varias semanas, pero reaparece para intentar prolongar su control sobre el Comité Ejecutivo Nacional.

¿Se volverán a dejar los panistas, tras quedarles en claro las ambiciones, traiciones y negocios turbios a los que es proclive Anaya?

Allá ellos si quieren ver peor al PAN.

Y en el PRD quién sabe si ya aprendieron que pierden más cuando ganan haciendo alianzas para sacar raja.

*Los destinos de Mancha y Franco*

En Veracruz panistas y perredistas viven también tiempos sombríos.

Evidentemente el PAN obtuvo mucho más de su alianza con los del Sol Azteca.

Enfrentará el futuro incierto con varias alcaldías de importancia y diputaciones locales y federales y con un senador.

José Mancha, quien no quiso cargo pero sí obras, pretende seguir al frente del panismo. ¿Lo conseguirá?

En el PRD tienen casi nada. Para empezar no tienen una ideología que los identifique —lo mismo trabajaron para Fidel o para Duarte que hicieron alianza para deshacerse de ellos—. Lo que resta del PRD lo maneja Rogelio Franco a través de Jesús Velázquez, pero de seguir como van en un futuro mediato lo que controlarán es un partido que sufra para conservar su registro.