/ viernes 19 de febrero de 2021

Hipersexualización en las niñas

En el Sistema de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) la hipersexualización consiste en la exaltación de atributos sexuales de una persona por encima de otras cualidades.

Representa una forma de violencia de género con mayor frecuencia contra los niños, las niñas y adolescentes, que pueden tener consecuencias en su autoestima y salud mental relacionada con trastornos alimenticios durante la adolescencia.

La UNICEF dice que la hipersexualización de los niños y niñas es una entrada hacia la normalización del abuso sexual, el matrimonio infantil y la explotación sexual, y como tal no puede ser aceptada bajo ningún concepto.

Si los niños, niñas y adolescentes se identifican que deben expresarse y vestirse como personas adultas en base a estereotipos sexualizados, para recibir atención y aprobación, crecerán en busca de esa gratificación, alejándose de su propia personalidad, buscando encajar en una edad que no les corresponde.

Inmujeres dice que se debe trabajar para que la sociedad no normalice el abuso en los niños, niñas y adolescentes para evitar el abuso sexual; la hipersexualización, salud, educación y alimentación son tipos de violencia a los que millones de niños y niñas están expuestos.

La plataforma de acción aprobada por la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing 1995, incorpora como objetivos estratégicos eliminar actitudes y las prácticas culturales que perjudican a la niña, y pide a los gobiernos, organizaciones internacionales y ONG’s alentar a las instituciones y a los medios de información a que adopten y proyecten una imagen equilibrada, libre de estereotipos de los niños y las niñas, además que se esfuercen en eliminar la pornografía infantil y las representaciones degradantes o violentas de las niñas.

Gabriela Orozco, especialista en psicología y neurociencias, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, en su boletín UNAM-DGCS-915, con fecha 28 de diciembre del 2019, dice que la hipersexualización exalta la sexualidad de los niños y las niñas al ser presentados como mini adultos. Este proceso es innatural e insano para su desarrollo y podría afectar su salud mental y psicológica, además de propiciar a más corta edad ansiedad, depresión, insatisfacción corporal y trastornos alimenticios como la anorexia y bulimia.

Asimismo, promueve el erotismo prematuro de las niñas, ya que son expuestas como modelos de éxito social debido a sus atributos físicos. Esto expone a comportamientos sexuales patológicos, ya que visten con ropa inadecuada, no apta para la edad de las niñas, por ejemplo las maquillan, les ponen pestañas postizas, zapatillas, bolsas de mujer adulta, minifaldas, les toman fotografías con poses eróticas, etc; esto puede contribuir a favorecer los abusos a menores.

La publicidad de juguetes, películas, videos musicales y la moda dirigida a los niños contribuye a generar la hipersexualización; la música y videos de reggaetón es pornografía auditiva, por lo que es un abuso sexual. Los niños escuchan y ven videos en YouTube y Tik Tok donde los padres les aplauden a sus hijos, los niños tararean letras y estrofas con contenido de sexo explícito.

Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir de acuerdo a su edad. Los menores no deben ser utilizados y sexualizados para vender productos para mujeres adultas. Con la cosificación y la sexualización precoz se priva a las niñas de vivir plenamente su infancia.

E-mail:

Lexfemme.12@hotmail.com

En el Sistema de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) la hipersexualización consiste en la exaltación de atributos sexuales de una persona por encima de otras cualidades.

Representa una forma de violencia de género con mayor frecuencia contra los niños, las niñas y adolescentes, que pueden tener consecuencias en su autoestima y salud mental relacionada con trastornos alimenticios durante la adolescencia.

La UNICEF dice que la hipersexualización de los niños y niñas es una entrada hacia la normalización del abuso sexual, el matrimonio infantil y la explotación sexual, y como tal no puede ser aceptada bajo ningún concepto.

Si los niños, niñas y adolescentes se identifican que deben expresarse y vestirse como personas adultas en base a estereotipos sexualizados, para recibir atención y aprobación, crecerán en busca de esa gratificación, alejándose de su propia personalidad, buscando encajar en una edad que no les corresponde.

Inmujeres dice que se debe trabajar para que la sociedad no normalice el abuso en los niños, niñas y adolescentes para evitar el abuso sexual; la hipersexualización, salud, educación y alimentación son tipos de violencia a los que millones de niños y niñas están expuestos.

La plataforma de acción aprobada por la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing 1995, incorpora como objetivos estratégicos eliminar actitudes y las prácticas culturales que perjudican a la niña, y pide a los gobiernos, organizaciones internacionales y ONG’s alentar a las instituciones y a los medios de información a que adopten y proyecten una imagen equilibrada, libre de estereotipos de los niños y las niñas, además que se esfuercen en eliminar la pornografía infantil y las representaciones degradantes o violentas de las niñas.

Gabriela Orozco, especialista en psicología y neurociencias, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, en su boletín UNAM-DGCS-915, con fecha 28 de diciembre del 2019, dice que la hipersexualización exalta la sexualidad de los niños y las niñas al ser presentados como mini adultos. Este proceso es innatural e insano para su desarrollo y podría afectar su salud mental y psicológica, además de propiciar a más corta edad ansiedad, depresión, insatisfacción corporal y trastornos alimenticios como la anorexia y bulimia.

Asimismo, promueve el erotismo prematuro de las niñas, ya que son expuestas como modelos de éxito social debido a sus atributos físicos. Esto expone a comportamientos sexuales patológicos, ya que visten con ropa inadecuada, no apta para la edad de las niñas, por ejemplo las maquillan, les ponen pestañas postizas, zapatillas, bolsas de mujer adulta, minifaldas, les toman fotografías con poses eróticas, etc; esto puede contribuir a favorecer los abusos a menores.

La publicidad de juguetes, películas, videos musicales y la moda dirigida a los niños contribuye a generar la hipersexualización; la música y videos de reggaetón es pornografía auditiva, por lo que es un abuso sexual. Los niños escuchan y ven videos en YouTube y Tik Tok donde los padres les aplauden a sus hijos, los niños tararean letras y estrofas con contenido de sexo explícito.

Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir de acuerdo a su edad. Los menores no deben ser utilizados y sexualizados para vender productos para mujeres adultas. Con la cosificación y la sexualización precoz se priva a las niñas de vivir plenamente su infancia.

E-mail:

Lexfemme.12@hotmail.com