Algo tendrá que hacer el gobierno federal con los mecanismos que tiene en Banco del Bienestar, para que los adultos mayores cobren sus pensiones bimestrales.
El pasado lunes 15, una señora se desvaneció en el Pasaje Tanos. Se desmayó; sus piernas no aguantaron más y se doblaron debido al excesivo tiempo que llevaba parada, y casi estoy seguro, sin haber probado alimento. De no ser por los auxilios que recibió de inmediato, pudo haber sucedido una tragedia mayor.
No es la primera vez que sucede en Xalapa. Ya han existido casos similares debido a las largas filas que por varios días (después de que Hacienda les deposita a sus tarjetas sus pensiones) se forman tanto en las calles de Murillo Vidal, así como en Enríquez, que dan vuelta hacia Lucio, y hacia la calle que lleva a Los Berros.
Es un suplicio para estos miles de compatriotas que esperan con ansiedad cada dos meses sus seis mil pesos y acuden por ellos al Banco del Bienestar, en un verdadero acto de heroísmo, porque ya saben que solo en ese banco no les cobran ninguna comisión por sacar su dinero, o que los obliguen a comprar alguna mercancía, para que puedan hacerlo en un centro comercial. Ellos quieren íntegros sus seis mil pesos, porque ya los tienen destinados para su sobrevivencia.
Las cosas no pueden seguir así. Falta muy poco para que nos enteremos de algún mal mayor que le ocurra a algún adulto mayor en esas largas esperas, o a varios de ellos; porque basta pasar por esos lugares para que seamos testigos de los verdaderos actos estoicos que realizan para soportar calores, fríos, estar parados 6, 7 u 8 horas, sin alimentos en su cuerpo, sin que mejore la logística el gobierno morenista para agilizar estos trámites para los beneficiarios de este programa social.
¿Por qué no obligan a la banca comercial a que les den su dinero a estos millones de personas mayores de 65 años, en sus cómodas instalaciones, sin cobrarles un peso por ello, tomando en consideración que el gobierno federal les ha permitido enriquecerse sin recato alguno? Tan solo en los primeros 11 meses de 2023, los bancos comerciales reportaron ganancias máximas que alcanzaron 248 mil 23 millones de pesos, mayores que los que obtuvieron en 2022, tan solo por el cobro de comisiones.
Justo sería que este gobierno, que se autodenomina de los pobres, obligara a estos bancos agiotistas a darles sus seis mil pesos a los y las mexicanas adultas mayores cada dos meses, sin cobrarles ninguna comisión, en sus instalaciones, sentados, como retribución al gobierno federal, que les permite enriquecerse brutalmente año con año.
Sería un acto de justicia social y de congruencia de AMLO entre el decir y el hacer.
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