/ lunes 10 de enero de 2022

La realidad, el peor enemigo de AMLO

Mientras el presidente de la República repite, en otra de sus tantas mañaneras, que “vamos bien” y sus propias cifras los desmienten, como lo manda su manual desvía la atención anunciando que ocupará los primeros jueves de cada mes para informar sobre los “resultados” en materia económica y social.

El Ejecutivo federal dijo que desde su palestra indicará cómo va el país en creación de empleos, ingresos, Bolsa de Valores, el precio de productos básicos, inflación y deuda pública, todo esto con sus ya conocidos “otros datos”.

Al Presidente de este país sólo le está preocupando cómo tapar todos los errores que están cometiendo, todos esos errores donde la realidad parece ser el peor enemigo de este gobierno autonombrado transformador, donde sus palabras no coinciden con sus actos. En su perpetua campaña y cuando tomó protesta el primero de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a no subir impuestos ni crear nuevos, así como a no aumentar más el nivel de deuda, que en ese tiempo rebasaba los 10 billones de pesos.

Con todo y su “economía moral”, en estos tres años de Gobierno ha alcanzado niveles históricos; hoy la deuda de México ya rebasa los 13 billones de pesos y no son datos de la oposición, son los reportes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que presentó el reporte de finanzas y deuda pública al cierre de noviembre.

Este gobierno guinda no sólo ha aumentado el número de pobres, la delincuencia, el número de muertos, la gasolina, la canasta básica, el gas o la luz, sino que ahora aumentó la deuda pública, y lo peor de todo que lo único que ha disminuido es la inversión.

Los supuestos principios de Morena, de “no mentir, no robar y no traicionar”, solamente quedaron en las arengas de campaña, porque mienten en cada uno de sus discursos, en sus acciones; han robado hasta la tranquilidad de cada mexicano y no solo han traicionado a los 30 millones que votaron por ellos, sino a todo un país.

No vamos bien y sin ser catastróficos, viene un panorama devastador.

Hoy por hoy, estamos viviendo una de las peores crisis económicas que se hayan visto, tenemos la peor inflación en 21 años, casi 4 millones de nuevos pobres, un sistema de salud desmantelado y más de 91 mil muertos por homicidio en estos tres años, y el Gobierno dice que “vamos bien”, pero estamos ante un país que se está desmoronando.

(*) Senador por Veracruz. PAN

Mientras el presidente de la República repite, en otra de sus tantas mañaneras, que “vamos bien” y sus propias cifras los desmienten, como lo manda su manual desvía la atención anunciando que ocupará los primeros jueves de cada mes para informar sobre los “resultados” en materia económica y social.

El Ejecutivo federal dijo que desde su palestra indicará cómo va el país en creación de empleos, ingresos, Bolsa de Valores, el precio de productos básicos, inflación y deuda pública, todo esto con sus ya conocidos “otros datos”.

Al Presidente de este país sólo le está preocupando cómo tapar todos los errores que están cometiendo, todos esos errores donde la realidad parece ser el peor enemigo de este gobierno autonombrado transformador, donde sus palabras no coinciden con sus actos. En su perpetua campaña y cuando tomó protesta el primero de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a no subir impuestos ni crear nuevos, así como a no aumentar más el nivel de deuda, que en ese tiempo rebasaba los 10 billones de pesos.

Con todo y su “economía moral”, en estos tres años de Gobierno ha alcanzado niveles históricos; hoy la deuda de México ya rebasa los 13 billones de pesos y no son datos de la oposición, son los reportes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que presentó el reporte de finanzas y deuda pública al cierre de noviembre.

Este gobierno guinda no sólo ha aumentado el número de pobres, la delincuencia, el número de muertos, la gasolina, la canasta básica, el gas o la luz, sino que ahora aumentó la deuda pública, y lo peor de todo que lo único que ha disminuido es la inversión.

Los supuestos principios de Morena, de “no mentir, no robar y no traicionar”, solamente quedaron en las arengas de campaña, porque mienten en cada uno de sus discursos, en sus acciones; han robado hasta la tranquilidad de cada mexicano y no solo han traicionado a los 30 millones que votaron por ellos, sino a todo un país.

No vamos bien y sin ser catastróficos, viene un panorama devastador.

Hoy por hoy, estamos viviendo una de las peores crisis económicas que se hayan visto, tenemos la peor inflación en 21 años, casi 4 millones de nuevos pobres, un sistema de salud desmantelado y más de 91 mil muertos por homicidio en estos tres años, y el Gobierno dice que “vamos bien”, pero estamos ante un país que se está desmoronando.

(*) Senador por Veracruz. PAN