/ miércoles 8 de julio de 2020

Las secuelas de la pandemia

A la par de que se extiende la plaga del coronavirus, surgen nuevas complicaciones de afectación a los sentidos que pudieran ser consecuencia del mismo, al menos así lo creen en el antiguo Puerto México, donde las autoridades se vanaglorian de que desde el inicio de la pandemia no se ha registrado ningún secuestro, solo ejecuciones y robos a comercios y transeúntes.

O el sector salud, cuya capacidad hospitalaria según proclaman ronda apenas el 30%, lo que originó que sus homólogos de Catemaco enviaran a un paciente de Covid-19 y debió esperar por horas afuera de las instalaciones la muerte de un interno para acceder a su cama, implementos y medicamentos, confirmando que en la realidad los servicios hospitalarios están colapsados.

No por nada el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez, amenazó con instaurarle juicio político al titular del sector salud, Roberto Ramos Alor, por las deficiencias que están haciendo estragos en la salud de 11 mil 978 personas y en la vida de mil 780 veracruzanos hasta ahora.

Los servicios que también están colapsando son las de los consultorios en las farmacias que han comenzado a saturarse luego de que las clínicas públicas han dejado de atender otros padecimientos, para concentrarse en el mal y a que por temor a éste, muchos enfermos prefieren acudir a las farmacias o clínicas privadas para atenderse.

En la clínica 36 del IMSS tal vez por su exposición al virus, las cosas están más complicadas y personal de la institución extravió el cuerpo presuntamente sin vida de Ángel Lucas Rueda, por lo que su esposa Dulce María Andrade no sabe si iniciar los trámites para una alerta Amber para tratar de confirmar si la dependencia tiene algo de Social, porque de Seguro, quién sabe.

Otro misterio sin resolver es el de los médicos cubanos que sin atender pacientes de Covid en el Hospital Regional, seis de ellos ya están en arraigo domiciliario por presentar los síntomas del mal, lo mismo que cuatro internos del reclusorio que fueron trasladados para evitar problemas mayores con la población penitenciaria.

Por cierto, que el diputado federal mexiquense arraigado en Minatitlán, Sergio Gutiérrez Luna, instrumenta la búsqueda de un punto de acuerdo para buscar la reclasificación de las tarifas eléctricas en el sur del estado, a diferencia de los legisladores nativos del terruño, que duermen el sueño de los justos. Ni modo, así pasa cuando sucede.

Sugerencias y comentarios

Correo:

sogo51@hotmail.com

A la par de que se extiende la plaga del coronavirus, surgen nuevas complicaciones de afectación a los sentidos que pudieran ser consecuencia del mismo, al menos así lo creen en el antiguo Puerto México, donde las autoridades se vanaglorian de que desde el inicio de la pandemia no se ha registrado ningún secuestro, solo ejecuciones y robos a comercios y transeúntes.

O el sector salud, cuya capacidad hospitalaria según proclaman ronda apenas el 30%, lo que originó que sus homólogos de Catemaco enviaran a un paciente de Covid-19 y debió esperar por horas afuera de las instalaciones la muerte de un interno para acceder a su cama, implementos y medicamentos, confirmando que en la realidad los servicios hospitalarios están colapsados.

No por nada el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez, amenazó con instaurarle juicio político al titular del sector salud, Roberto Ramos Alor, por las deficiencias que están haciendo estragos en la salud de 11 mil 978 personas y en la vida de mil 780 veracruzanos hasta ahora.

Los servicios que también están colapsando son las de los consultorios en las farmacias que han comenzado a saturarse luego de que las clínicas públicas han dejado de atender otros padecimientos, para concentrarse en el mal y a que por temor a éste, muchos enfermos prefieren acudir a las farmacias o clínicas privadas para atenderse.

En la clínica 36 del IMSS tal vez por su exposición al virus, las cosas están más complicadas y personal de la institución extravió el cuerpo presuntamente sin vida de Ángel Lucas Rueda, por lo que su esposa Dulce María Andrade no sabe si iniciar los trámites para una alerta Amber para tratar de confirmar si la dependencia tiene algo de Social, porque de Seguro, quién sabe.

Otro misterio sin resolver es el de los médicos cubanos que sin atender pacientes de Covid en el Hospital Regional, seis de ellos ya están en arraigo domiciliario por presentar los síntomas del mal, lo mismo que cuatro internos del reclusorio que fueron trasladados para evitar problemas mayores con la población penitenciaria.

Por cierto, que el diputado federal mexiquense arraigado en Minatitlán, Sergio Gutiérrez Luna, instrumenta la búsqueda de un punto de acuerdo para buscar la reclasificación de las tarifas eléctricas en el sur del estado, a diferencia de los legisladores nativos del terruño, que duermen el sueño de los justos. Ni modo, así pasa cuando sucede.

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