/ lunes 18 de mayo de 2020

Nahle no dejará pasar a Ahued

Muy rápido, sin la preparación debida, a Rocío Nahle le gustó el poder y, tras ser una poderosa secretaria de Energía, tiene la mira puesta en la gubernatura de Veracruz.

En tanto llegan los tiempos electorales para que abierta y oficialmente intente concretarlo, Veracruz resiente de diversas formas cómo se abre camino para despachar en el Palacio de Gobierno.

Sabe que, por ahora, sólo tiene un contrincante, al que vio caer recientemente de la estructura del gobierno federal. Se trata de Ricardo Ahued, con quien guarda una similitud:

Ambos saben que 2024 es su oportunidad real para concretar la gubernatura, después ya será muy complicado. El exalcalde de Xalapa, para la siguiente vez que esté en juego esa posición tendrá 73 años (18 de abril 1957). Ella contará con 66 (14 de abril 1964), pero lo más importante, no tendrá a López Obrador de presidente. Caminaron juntos para ganar el derecho a estar en el Senado y obtuvieron más votos que su candidato a gobernador. Los dos se separaron de su escaño. Rocío primero para ser secretaria de Energía y después Ricardo en su fallida incursión en la Administración General de Aduanas.

Nahle forma parte del cerrado círculo de López Obrador, el cual le dice que sí a todo y le fomenta las ideas que más problemas le han creado al Presidente.

Tiene en su contra que muy rápido empezaron los señalamientos de negocios, como ese del relleno sanitario en Chinameca, caso que estuvo a punto de terminar muy mal. Por cierto, al que le fue peor fue al gobernador, quien tuvo que sacar el asunto de la barranca y fue expuesto al enojo de los bravos habitantes del sur de la entidad.

Hoy, Rocío Nahle se mete en Pemex, en CFE y a su marido y a su compadre Quintanilla se les ve muy activos.

Goza de poder sobre alcaldes veracruzanos de importancia, como los de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Acayucan y Poza Rica, entre otros, y el próximo año buscará repetir y ampliar su influencia en los ayuntamientos.

Además influye sobre secretarios de despacho y al ser consentida del jefe de la cuatroté no hay nadie que se atreva, ni en el más alto rango local, hasta ahora, a hacerle frente.

Así las cosas, para no darle vuelta a la conclusión de estos comentarios y dado que Nahle abiertamente ha mostrado su interés por la gubernatura, Ahued no tiene ninguna posibilidad de ser candidato a gobernador… por Morena.

Por eso, desde ahora, al exacalde de Xalapa se le ve como candidato de la oposición. A eso lo llevarán. Ya sea que el PRI, PAN y PRD formen alguna alianza con otros partidos locales o será el candidato de una parte de esas organizaciones.

¿Serán ellos los únicos protagonistas en el proceso de 2024? Ya se verá, pues falta mucha agua por correr.

Muy rápido, sin la preparación debida, a Rocío Nahle le gustó el poder y, tras ser una poderosa secretaria de Energía, tiene la mira puesta en la gubernatura de Veracruz.

En tanto llegan los tiempos electorales para que abierta y oficialmente intente concretarlo, Veracruz resiente de diversas formas cómo se abre camino para despachar en el Palacio de Gobierno.

Sabe que, por ahora, sólo tiene un contrincante, al que vio caer recientemente de la estructura del gobierno federal. Se trata de Ricardo Ahued, con quien guarda una similitud:

Ambos saben que 2024 es su oportunidad real para concretar la gubernatura, después ya será muy complicado. El exalcalde de Xalapa, para la siguiente vez que esté en juego esa posición tendrá 73 años (18 de abril 1957). Ella contará con 66 (14 de abril 1964), pero lo más importante, no tendrá a López Obrador de presidente. Caminaron juntos para ganar el derecho a estar en el Senado y obtuvieron más votos que su candidato a gobernador. Los dos se separaron de su escaño. Rocío primero para ser secretaria de Energía y después Ricardo en su fallida incursión en la Administración General de Aduanas.

Nahle forma parte del cerrado círculo de López Obrador, el cual le dice que sí a todo y le fomenta las ideas que más problemas le han creado al Presidente.

Tiene en su contra que muy rápido empezaron los señalamientos de negocios, como ese del relleno sanitario en Chinameca, caso que estuvo a punto de terminar muy mal. Por cierto, al que le fue peor fue al gobernador, quien tuvo que sacar el asunto de la barranca y fue expuesto al enojo de los bravos habitantes del sur de la entidad.

Hoy, Rocío Nahle se mete en Pemex, en CFE y a su marido y a su compadre Quintanilla se les ve muy activos.

Goza de poder sobre alcaldes veracruzanos de importancia, como los de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Acayucan y Poza Rica, entre otros, y el próximo año buscará repetir y ampliar su influencia en los ayuntamientos.

Además influye sobre secretarios de despacho y al ser consentida del jefe de la cuatroté no hay nadie que se atreva, ni en el más alto rango local, hasta ahora, a hacerle frente.

Así las cosas, para no darle vuelta a la conclusión de estos comentarios y dado que Nahle abiertamente ha mostrado su interés por la gubernatura, Ahued no tiene ninguna posibilidad de ser candidato a gobernador… por Morena.

Por eso, desde ahora, al exacalde de Xalapa se le ve como candidato de la oposición. A eso lo llevarán. Ya sea que el PRI, PAN y PRD formen alguna alianza con otros partidos locales o será el candidato de una parte de esas organizaciones.

¿Serán ellos los únicos protagonistas en el proceso de 2024? Ya se verá, pues falta mucha agua por correr.