/ martes 18 de septiembre de 2018

No sólo los maestros tienen miedo; los médicos también

El asesinato de dos maestras no es el primer hecho criminal en el que se ve afectado el sector de los maestros. Las y los docentes también han sufrido secuestros, levantones y amenazas.

Hemos sabido de algunos casos porque las familias de las víctimas se han atrevido a denunciar.

De muchos más no nos enteramos porque el miedo hace que la gente calle, sobre todo cuando el secuestrado regresa con vida, previo pago del rescate y previa amenaza de que si habla habrá consecuencias.

Son varios los sindicatos que han salido a reclamar y a exigir que el gobierno garantice la seguridad de los maestros, como la Sección 32 del SNTE, que demanda frenar la ola de inseguridad y violencia que afecta a la sociedad.

Ayer ocurrió que por considerar que no tienen las condiciones de seguridad, maestros de unos 50 planteles de la sierra de Soledad Atzompa no asistieron a clases.

Están demandando del gobierno el compromiso de que les brindará seguridad a los docentes y como temen represalias se identificaron como Magisterio de las Altas Montañas.

Pero resulta que al miedo que ya padecen por la amenaza constante de que pueden ser secuestrados, levantados o asesinados, los maestros tienen que añadir que van a sufrir descuentos de su sueldo porque un acudieron a trabajar.

No era la respuesta que esperaban de su gobierno los temerosos docentes. Lo que seguramente querían escuchar era una palabra de solidaridad y el ofrecimiento de que ningún maestro y ningún veracruzano volverá a ser víctima de la delincuencia.

Lo que desean oír los docentes y todos los demás habitantes del estado es que no habrá más violencia, más asesinatos, más secuestros ni más levantones y que todos podemos vivir en paz y que no habrá más mujeres asesinadas.

Los médicos también tienen miedo:

Pero como se ha comentado, el problema no lo padecen sólo los maestros, pues los médicos ya han manifestado más de una vez que viven con miedo y con la incertidumbre de que en cualquier momento pueden ser secuestrados o asesinados.

En el sur del Estado, por ejemplo, concretamente en Minatitlán, personal del IMSS habla de un asunto grave que ya en ocasiones se ha hecho público y es la falta de médicos en clínicas como la de esa ciudad.

Médicos y directivos de la clínica 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social coinciden en que “la inseguridad ahuyenta a los doctores del sur de Veracruz”.

El detalle es que hay por lo menos nueve plazas autorizadas para el IMSS minatitleco, pero los profesionales de la salud no las quieren ocupar por “miedo a la delincuencia”.

Por supuesto que los declarantes también temen a las represalias y por eso hablan de manera anónima.

Ellos mismos recuerdan las marchas que sus homólogos realizaron en Coatzacoalcos, donde padecieron secuestros y levantones porque delincuentes necesitaban atención médica y si alguno se negaba simplemente lo mataban.

Uno de los médicos de Minatitlán, que cuenta en su haber con más de 25 años de antigüedad, recordó que la clínica de este lugar se construyó para dar atención en cuatro especialidades. En la actualidad, son 11 y en cada consultorio, por falta de espacio, trabajan dos doctores.

Él, como sus demás compañeros, teme por su seguridad personal y la de su familia y lo menos que espera de sus autoridades es que cumplan con su obligación de garantizarle seguridad, tranquilidad y paz.

Uno solo asesinato de un hombre, una mujer, un joven o de un adulto mayor es suficiente para que la sociedad levante la voz exigiéndole al gobierno que haga su trabajo y cumpla con lo que ordena la ley.

No hace falta que ocurran muchas muertes, que de hecho están pasando todos los días, para que se hable de violencia e inseguridad generalizada. No es necesario que los feminicidios se multipliquen, como de hecho también pasa, para que las autoridades reconozcan púbicamente que hay un problema y actúen en consecuencia.

Un solo hecho violento basta y sobra para levantar la voz.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en Twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.

El asesinato de dos maestras no es el primer hecho criminal en el que se ve afectado el sector de los maestros. Las y los docentes también han sufrido secuestros, levantones y amenazas.

Hemos sabido de algunos casos porque las familias de las víctimas se han atrevido a denunciar.

De muchos más no nos enteramos porque el miedo hace que la gente calle, sobre todo cuando el secuestrado regresa con vida, previo pago del rescate y previa amenaza de que si habla habrá consecuencias.

Son varios los sindicatos que han salido a reclamar y a exigir que el gobierno garantice la seguridad de los maestros, como la Sección 32 del SNTE, que demanda frenar la ola de inseguridad y violencia que afecta a la sociedad.

Ayer ocurrió que por considerar que no tienen las condiciones de seguridad, maestros de unos 50 planteles de la sierra de Soledad Atzompa no asistieron a clases.

Están demandando del gobierno el compromiso de que les brindará seguridad a los docentes y como temen represalias se identificaron como Magisterio de las Altas Montañas.

Pero resulta que al miedo que ya padecen por la amenaza constante de que pueden ser secuestrados, levantados o asesinados, los maestros tienen que añadir que van a sufrir descuentos de su sueldo porque un acudieron a trabajar.

No era la respuesta que esperaban de su gobierno los temerosos docentes. Lo que seguramente querían escuchar era una palabra de solidaridad y el ofrecimiento de que ningún maestro y ningún veracruzano volverá a ser víctima de la delincuencia.

Lo que desean oír los docentes y todos los demás habitantes del estado es que no habrá más violencia, más asesinatos, más secuestros ni más levantones y que todos podemos vivir en paz y que no habrá más mujeres asesinadas.

Los médicos también tienen miedo:

Pero como se ha comentado, el problema no lo padecen sólo los maestros, pues los médicos ya han manifestado más de una vez que viven con miedo y con la incertidumbre de que en cualquier momento pueden ser secuestrados o asesinados.

En el sur del Estado, por ejemplo, concretamente en Minatitlán, personal del IMSS habla de un asunto grave que ya en ocasiones se ha hecho público y es la falta de médicos en clínicas como la de esa ciudad.

Médicos y directivos de la clínica 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social coinciden en que “la inseguridad ahuyenta a los doctores del sur de Veracruz”.

El detalle es que hay por lo menos nueve plazas autorizadas para el IMSS minatitleco, pero los profesionales de la salud no las quieren ocupar por “miedo a la delincuencia”.

Por supuesto que los declarantes también temen a las represalias y por eso hablan de manera anónima.

Ellos mismos recuerdan las marchas que sus homólogos realizaron en Coatzacoalcos, donde padecieron secuestros y levantones porque delincuentes necesitaban atención médica y si alguno se negaba simplemente lo mataban.

Uno de los médicos de Minatitlán, que cuenta en su haber con más de 25 años de antigüedad, recordó que la clínica de este lugar se construyó para dar atención en cuatro especialidades. En la actualidad, son 11 y en cada consultorio, por falta de espacio, trabajan dos doctores.

Él, como sus demás compañeros, teme por su seguridad personal y la de su familia y lo menos que espera de sus autoridades es que cumplan con su obligación de garantizarle seguridad, tranquilidad y paz.

Uno solo asesinato de un hombre, una mujer, un joven o de un adulto mayor es suficiente para que la sociedad levante la voz exigiéndole al gobierno que haga su trabajo y cumpla con lo que ordena la ley.

No hace falta que ocurran muchas muertes, que de hecho están pasando todos los días, para que se hable de violencia e inseguridad generalizada. No es necesario que los feminicidios se multipliquen, como de hecho también pasa, para que las autoridades reconozcan púbicamente que hay un problema y actúen en consecuencia.

Un solo hecho violento basta y sobra para levantar la voz.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en Twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.