/ martes 11 de septiembre de 2018

Por la estafa maestra y por otros pecadillos: “No te preocupes Rosario”

Ex dirigente nacional del PRD, Rosario Robles Berlanga, economista y mujer destacada, ligada al cardenismo de finales del siglo pasado, fue quien concluyó la jefatura de gobierno del Distrito Federal a cargo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano y entregó el gobierno capitalino al hoy presidente electo Andrés Manuel López Obrador.


La mujer que haciendo honor a su apellido, parecía efectivamente un roble, difícil de ser derribado por envidias políticas y más difícil todavía que fuera destruída por el germen de la corrupción, hoy la responsable de la SEDATU, aparece contaminada con el cáncer de la corrupción y una destruída imagen política.


Se ha hecho público en el balance con que termina el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que la Auditoría Superior de la Federación “detectó” irregularidades en la cuenta pública precisamente de la SEDATU y que la cuantificación del desvío de recursos y malversación de fondos públicos alcanza la cifra de un mil novecientos millones de pesos. De tal cantidad de recursos, 700 millones de pesos fueron transferidos en efectivo a diez domicilios y de ahí se perdió la pista y la rendición de cuentas de ese dinero.


“No te preocupes Rosario” fueron las palabras textuales del presidente Enrique Peña Nieto, cuando en un acto público los cuestionamientos en contra de la titular de la SEDATU, habían prendido la jiribilla de casi todas las columnas políticas de los diarios nacionales; pero como el gran Tlatoani hizo escuchar a tirios y troyanos, su voz de trueno, la impunidad hizo presa, con mayor descaro de la licenciada Rosario Robles Berlanga.


Cuando fungió como jefa del Gobierno capitalino, también fue señalada de trastupijes con la hacienda pública capitalina, entre ella y el empresario argentino Carlos Ahumada, quien finalmente fue encarcelando y Robles Berlanga siguió en libertad y gozando de la impunidad que entonces le daba su cercanía con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.


Hace apenas unos meses se relacionó a la licenciada Rosario Robles Berlanga, titular de la SEDATU, con el desvío de recursos públicos destinados a universidades públicas por un monto de siete mil millones de pesos, en lo que se conoció popularmente como “La Estafa Maestra”, de la que nunca más se supo nada. En cuanto comience el Gobierno de López Obrador, se verá si la impunidad de Rosario, también fue parte de la negociación del que se va, con el que llega.