/ lunes 16 de julio de 2018

PRD y MC, malos aliados… pero obtienen beneficios

El PRD es una desgracia a nivel nacional y en Veracruz es lo mismo. Controlado por Rogelio Franco a través del presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Jesús Velázquez Flores, el perredismo veracruzano no termina de caer.

Su aportación en la reciente elección no sirvió para el llamado frente. Alcanzó apenas alrededor del 5% del total de votos que hubo, lo que fue nada y lo ubica ya a nivel chiquitaje.

Para dar una idea de lo que pasó con el PRD en los pasados comicios veamos los resultados logrados en Catemaco, de donde es quien llegará a la Legislatura, vía representación proporcional, por el Partido de la Revolución Democrática.

El año pasado, en la elección de alcaldes, en números redondos, el PRD logró mil 600 votos. Esta vez aportó 875.

Ahí mismo, en la tierra de los brujos, el año pasado el PAN tuvo cinco mil 200 y ahora los incrementó a seis mil 174, en tanto el otro integrante del frente, Movimiento Ciudadano, también se desplomó, pues en 2017 logró tres mil 850 y esta vez sólo unos 383.

Como se ve, con esos aliados, PRD y MC, era muy difícil ganar.

Por cierto, ese frente también dio entrada a candidatos cuyas posibilidades de triunfo se veían muy remotas.

Uno de ésos es Rafael Fararoni Mortera, empresario, que había sido tres veces candidato y había perdido en dos ocasiones. Por Convergencia fue postulado a la diputación local y perdió. Ganó cuando el PRI lo respaldó para ser alcalde, pero el año pasado quiso ser de nuevo presidente municipal abanderado por el frente del PAN-PRD y salió derrotado, igual que en esta ocasión, cuando quiso ser diputado federal por el distrito de San Andrés Tuxtla.

Mismo caso de Lily Pérez de Pérez, esposa del alcalde de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez, quien el año pasado ganó por la vía independiente, pero inmediatamente se empeñó en postular a su mujer como candidata a diputada local por el distrito de San Andrés Tuxtla, con apenas unos meses como presidenta del DIF. Ella perdió hasta en el municipio que gobierna su marido.

El padre de Octavio fue alcalde de San Andrés. Su mamá también fue presidenta municipal y diputada. Y él mismo ya había ocupado un cargo de elección popular. Ya no le dio para imponer a su esposa.

Dante y su próxima alianza y Franco al chiquitaje

En fin, para la siguiente elección a ver qué alianza fragua el dirigente del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, quien para esta elección primero quiso aliarse con López Obrador, pero no lograba lo que deseaba y se fue con el PAN y el PRD.

Por lo pronto le fue aceptablemente. Contará con una diputada local en Veracruz (por el distrito de Perote), otro buen número de puestos de elección popular a nivel federal e incluso él será senador. Una gubernatura tendrá que esperar, pues Enrique Alfaro ya lo mandó a volar en Jalisco.

Por lo que respecta al PRD en Veracruz, todo indica que seguirá en manos de Rogelio Franco, quien como Dante había resultado bueno para sacar provecho de las alianzas políticas, aunque esta vez le fue mal. Su partido está reducido y él, en un mal cálculo, quiso quedarse en la Secretaría de Gobierno y no buscó una diputación por la vía plurinominal.

Rogelio primero estuvo aliado con Fidel Herrera, después con Javier Duarte y de ahí, a tiempo, saltó para unirse al PAN.

Decíamos que el PRD seguiría en sus manos pues no se ve a otro grupo con fuerza como para arrebatarle lo que queda de esa organización.

*** Hace no mucho tiempo alguien a quien Pepe Yunes le tiene toda la confianza del mundo comentó que, antes de haber candidatos, alguien quien supuestamente era cercano a Andrés Manuel López Obrador lo buscó para pedirle, a nombre de AMLO, que no aceptara el abanderamiento del PRI.

Pepe no estaba seguro que el interlocutor fuera tan cercano a AMLO (después vio que sí), pero su respuesta lógicamente fue negativa.

Después de esa reunión se armó el chisme, pues al de Perote le reclamaron que se anduviera reuniendo con López Obrador y pensando en ser postulado por Morena, lo cual nunca sucedió ni fue planteado.


El PRD es una desgracia a nivel nacional y en Veracruz es lo mismo. Controlado por Rogelio Franco a través del presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Jesús Velázquez Flores, el perredismo veracruzano no termina de caer.

Su aportación en la reciente elección no sirvió para el llamado frente. Alcanzó apenas alrededor del 5% del total de votos que hubo, lo que fue nada y lo ubica ya a nivel chiquitaje.

Para dar una idea de lo que pasó con el PRD en los pasados comicios veamos los resultados logrados en Catemaco, de donde es quien llegará a la Legislatura, vía representación proporcional, por el Partido de la Revolución Democrática.

El año pasado, en la elección de alcaldes, en números redondos, el PRD logró mil 600 votos. Esta vez aportó 875.

Ahí mismo, en la tierra de los brujos, el año pasado el PAN tuvo cinco mil 200 y ahora los incrementó a seis mil 174, en tanto el otro integrante del frente, Movimiento Ciudadano, también se desplomó, pues en 2017 logró tres mil 850 y esta vez sólo unos 383.

Como se ve, con esos aliados, PRD y MC, era muy difícil ganar.

Por cierto, ese frente también dio entrada a candidatos cuyas posibilidades de triunfo se veían muy remotas.

Uno de ésos es Rafael Fararoni Mortera, empresario, que había sido tres veces candidato y había perdido en dos ocasiones. Por Convergencia fue postulado a la diputación local y perdió. Ganó cuando el PRI lo respaldó para ser alcalde, pero el año pasado quiso ser de nuevo presidente municipal abanderado por el frente del PAN-PRD y salió derrotado, igual que en esta ocasión, cuando quiso ser diputado federal por el distrito de San Andrés Tuxtla.

Mismo caso de Lily Pérez de Pérez, esposa del alcalde de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez, quien el año pasado ganó por la vía independiente, pero inmediatamente se empeñó en postular a su mujer como candidata a diputada local por el distrito de San Andrés Tuxtla, con apenas unos meses como presidenta del DIF. Ella perdió hasta en el municipio que gobierna su marido.

El padre de Octavio fue alcalde de San Andrés. Su mamá también fue presidenta municipal y diputada. Y él mismo ya había ocupado un cargo de elección popular. Ya no le dio para imponer a su esposa.

Dante y su próxima alianza y Franco al chiquitaje

En fin, para la siguiente elección a ver qué alianza fragua el dirigente del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, quien para esta elección primero quiso aliarse con López Obrador, pero no lograba lo que deseaba y se fue con el PAN y el PRD.

Por lo pronto le fue aceptablemente. Contará con una diputada local en Veracruz (por el distrito de Perote), otro buen número de puestos de elección popular a nivel federal e incluso él será senador. Una gubernatura tendrá que esperar, pues Enrique Alfaro ya lo mandó a volar en Jalisco.

Por lo que respecta al PRD en Veracruz, todo indica que seguirá en manos de Rogelio Franco, quien como Dante había resultado bueno para sacar provecho de las alianzas políticas, aunque esta vez le fue mal. Su partido está reducido y él, en un mal cálculo, quiso quedarse en la Secretaría de Gobierno y no buscó una diputación por la vía plurinominal.

Rogelio primero estuvo aliado con Fidel Herrera, después con Javier Duarte y de ahí, a tiempo, saltó para unirse al PAN.

Decíamos que el PRD seguiría en sus manos pues no se ve a otro grupo con fuerza como para arrebatarle lo que queda de esa organización.

*** Hace no mucho tiempo alguien a quien Pepe Yunes le tiene toda la confianza del mundo comentó que, antes de haber candidatos, alguien quien supuestamente era cercano a Andrés Manuel López Obrador lo buscó para pedirle, a nombre de AMLO, que no aceptara el abanderamiento del PRI.

Pepe no estaba seguro que el interlocutor fuera tan cercano a AMLO (después vio que sí), pero su respuesta lógicamente fue negativa.

Después de esa reunión se armó el chisme, pues al de Perote le reclamaron que se anduviera reuniendo con López Obrador y pensando en ser postulado por Morena, lo cual nunca sucedió ni fue planteado.