La protesta política es un método fundamental para exigir al gobierno que tenga mecanismos institucionales para garantizar la protección de los derechos humanos y para castigar con severidad a toda persona que agravia la integridad de las personas.
La exigencia de la reciente protesta acontecida en ocasión del Día Internacional de la Mujer, es la de acabar con la violencia machista, honrar la lucha por nuestras libertades, un homenaje por las feministas que nos antecedieron, el reclamo de justicia para las víctimas de abusos, violaciones y feminicidios.
Las injusticias son muchas y están documentadas con sangre en todo el país, ya que diariamente existe una estadística funesta de 11 mujeres que mueren por crímenes de odio y muchas de ellas ultimadas por integrantes de su círculo íntimo como pareja o familia.
La libertad de expresión es un derecho humano fundamental que debe ser protegido y respetado por todos los gobiernos, y la protesta es una forma importante de ejercer ese derecho, en donde planteamos la necesidad de que las autoridades no permanezcan en una actitud omisa.
La protesta política en el Día Internacional de la Mujer adquiere una importancia transcendental en el contexto global, siendo un recordatorio urgente de las persistentes desigualdades y violencias que enfrentamos en todas las esferas de la sociedad.
En México, estas protestas son un eco de las múltiples injusticias que afectan a las mujeres, desde la violencia de género hasta la discriminación laboral y la falta de acceso a servicios de salud e incluso la brutalidad del feminicidio.
La protesta en la que participamos todas en Xalapa, aconteció sin etiquetas de militancias, gremios u organizaciones; fue un momento de unión y solidaridad, donde las mujeres alzamos la voz para exigir un cambio significativo y duradero en nuestras vidas.
La violencia de género, en sus diversas manifestaciones, sigue siendo una de las mayores injusticias que enfrentan las mujeres en México. Desde el acoso callejero hasta los feminicidios, las mujeres enfrentan constantemente el riesgo de ser victimizadas simplemente por su género. Esta violencia permea todos los aspectos de la vida de las mujeres, limitando su libertad y su capacidad para desenvolverse plenamente en la sociedad.
La brecha salarial y laboral también es una realidad que no puede ser ignorada. A pesar de los avances en materia de igualdad de género, las mujeres en México seguimos enfrentando obstáculos para acceder a empleos dignos y bien remunerados. Esta desigualdad no solo afecta el bienestar económico de las mujeres, sino que también perpetúa un ciclo de dependencia y vulnerabilidad para niñas y adolescentes.
El acceso a la salud es otro frente en el que las mujeres enfrentan desafíos significativos. La falta de acceso a servicios de salud de calidad, incluida la atención prenatal y el acceso a anticonceptivos, pone en riesgo la salud y el bienestar de las mujeres.
En este contexto, el gobierno tiene una responsabilidad fundamental en la protección y promoción de los derechos de las mujeres. Esto implica no solo la implementación efectiva de leyes y políticas destinadas a prevenir y erradicar la violencia de género, sino también la promoción de la igualdad de género en todas las esferas de la sociedad.
El actual gobierno de Morena no ha tenido un compromiso real para abordar estas injusticias de manera integral y garantizar que todas las mujeres puedan vivir libres de miedo y discriminación. Este gobierno que sueña con la continuidad transexenal a pesar de tomar medidas en contra del desarrollo y seguridad de las mujeres, tiene que ser castigado en las urnas.
Diputada federal. PRI
@lorenapignon_
