/ domingo 26 de septiembre de 2021

¿Requisa intocable?

La falsa noticia de que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) había revocado la requisa del puerto de Veracruz decretada en 1991 por el presidente Carlos Salinas de Gortari, generó reacciones encontradas en la ciudad portuaria.

Una de efímera alegría entre los sobrevivientes exsocios trabajadores de maniobristas, estibadores y checadores e inquietud en las empresas que desde hace 30 años asumieron la concesión del manejo de carga y descarga de mercancías marítimas, quienes, junto con el gobierno de la República, desde 2014 invierten más de 60 mil millones de pesos en obras de ampliación y modernización, en un nuevo puerto en la bahía norte, después de un siglo de haberse construido; en julio de 2019 se inauguró su primera etapa con la entrada de un buque a la nueva Terminal de Contenedores, y será hasta 2030 cuando concluyan estas obras de cinco nuevas terminales y otras 35 posiciones de atraque para el acceso de buques de gran calado, lo que permitirá que el manejo de mercancías llegue a 95 millones de toneladas anuales. ¿Es posible echar por tierra todo lo que lleva este proyecto? No se descarta después de que el actual gobierno frenó el avanzado proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad México (NAIM) en Texcoco, pero difícilmente sucederá en el caso de Veracruz, sobre todo por las inversiones de origen chino, con cuyo gobierno el actual régimen muestra gran simpatía.

La falsa nota referida se dispersó a través de un portal de noticias capitalino, firmada por un periodista veracruzano, pero no tardó mucho en que la STyPS precisó que el documento oficial en el que se basó esa información “esencialmente comunica (a Gilberto Tejeda Delgado, Saúl Muñoz Álvarez, Eduardo Aguirre Fernández y José Alejandro Pulido Cueto, dirigentes de los gremios y el apoderado legal, que reclaman la revocación de la requisa y la devolución de sedes sindicales, inmuebles, cuentas bancarias, maquinaria y hasta indemnización por por el usufructo “ilegal” de dicha prerrogativa a las empresas privadas) que (la dependencia) ha recibido los 5 documentos relacionadas a la requisa del puerto realizada en 1991, y no tiene otros efectos”.

Esa es la realidad: no hay marcha atrás a la requisa. Lo importante, sin embargo, es atender los reclamos justos de los ex trabajadores portuarios despojados de todo cuanto habían logrado en décadas, cuando recibían los mejores pagos por su actividad y se daban el lujo de contratar a “cuijes” para hacer el trabajo de ellos, a quienes explotaban a cambio de pagos miserables. Esa época, además, hizo que Veracruz adquiriera la peor fama mundial como puerto ineficiente, inseguro y caro, por los escandalosos robos de mercancías que luego se vendían en las calles, altas tarifas portuarias y embarcaciones fondeadas hasta por 15 días en la bahía en espera de muelles.

Eso se acabó desde la requisa, cuando el puerto entró en una etapa de mayor eficiencia, los robos se acabaron por las estrictas medidas de vigilancia y, aunque aún se padece el problema de espacios para descargar y cargar embarcaciones, las estadías de buques ya es menor.

opedro2006@gmail.com

La falsa noticia de que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) había revocado la requisa del puerto de Veracruz decretada en 1991 por el presidente Carlos Salinas de Gortari, generó reacciones encontradas en la ciudad portuaria.

Una de efímera alegría entre los sobrevivientes exsocios trabajadores de maniobristas, estibadores y checadores e inquietud en las empresas que desde hace 30 años asumieron la concesión del manejo de carga y descarga de mercancías marítimas, quienes, junto con el gobierno de la República, desde 2014 invierten más de 60 mil millones de pesos en obras de ampliación y modernización, en un nuevo puerto en la bahía norte, después de un siglo de haberse construido; en julio de 2019 se inauguró su primera etapa con la entrada de un buque a la nueva Terminal de Contenedores, y será hasta 2030 cuando concluyan estas obras de cinco nuevas terminales y otras 35 posiciones de atraque para el acceso de buques de gran calado, lo que permitirá que el manejo de mercancías llegue a 95 millones de toneladas anuales. ¿Es posible echar por tierra todo lo que lleva este proyecto? No se descarta después de que el actual gobierno frenó el avanzado proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad México (NAIM) en Texcoco, pero difícilmente sucederá en el caso de Veracruz, sobre todo por las inversiones de origen chino, con cuyo gobierno el actual régimen muestra gran simpatía.

La falsa nota referida se dispersó a través de un portal de noticias capitalino, firmada por un periodista veracruzano, pero no tardó mucho en que la STyPS precisó que el documento oficial en el que se basó esa información “esencialmente comunica (a Gilberto Tejeda Delgado, Saúl Muñoz Álvarez, Eduardo Aguirre Fernández y José Alejandro Pulido Cueto, dirigentes de los gremios y el apoderado legal, que reclaman la revocación de la requisa y la devolución de sedes sindicales, inmuebles, cuentas bancarias, maquinaria y hasta indemnización por por el usufructo “ilegal” de dicha prerrogativa a las empresas privadas) que (la dependencia) ha recibido los 5 documentos relacionadas a la requisa del puerto realizada en 1991, y no tiene otros efectos”.

Esa es la realidad: no hay marcha atrás a la requisa. Lo importante, sin embargo, es atender los reclamos justos de los ex trabajadores portuarios despojados de todo cuanto habían logrado en décadas, cuando recibían los mejores pagos por su actividad y se daban el lujo de contratar a “cuijes” para hacer el trabajo de ellos, a quienes explotaban a cambio de pagos miserables. Esa época, además, hizo que Veracruz adquiriera la peor fama mundial como puerto ineficiente, inseguro y caro, por los escandalosos robos de mercancías que luego se vendían en las calles, altas tarifas portuarias y embarcaciones fondeadas hasta por 15 días en la bahía en espera de muelles.

Eso se acabó desde la requisa, cuando el puerto entró en una etapa de mayor eficiencia, los robos se acabaron por las estrictas medidas de vigilancia y, aunque aún se padece el problema de espacios para descargar y cargar embarcaciones, las estadías de buques ya es menor.

opedro2006@gmail.com