/ lunes 30 de diciembre de 2019

Tus deseos que no verás cumplidos en 2020

Si tienes buenos deseos para 2020, más allá de los personales, lo más probable es que se queden en eso, es decir, que no los veas cumplidos.

En las pláticas con la familia o los amigos o en los templos -quienes son creyentes, en momentos íntimos se dirigen a su dios para hacerle peticiones- es común que expresemos deseos con el ánimo de que repercutan en el bien de la sociedad.

Y como vivimos en México pues lo que anhelamos principalmente es que baje notoriamente la inseguridad, haya más empleo y mejore la salud.

En ese sentido no se ve cómo, con las políticas del actual gobierno federal, pueda haber un avance.

En seguridad, el secretario del ramo, Alfonso Durazo, insiste en que se llegó al punto de inflexión, con lo que desea expresar que se ha detenido el avance en los índices de inseguridad.

Casi todo México… no le cree. No se le cree porque todos resentimos esa problemática. Los ciudadanos al viajar en carretera seguimos con la misma sensación de zozobra de ser asaltados, vayamos en automóvil particular o en transporte público; los secuestros continúan afectando, ahora más a los pobres que a los ricos; las extorsiones son para casi todos, se salvan un tanto los ubicados en plazas comerciales, y los homicidios aún bañan de sangre a múltiples zonas del país.

En materia de secuestros, los registros son de mil 801 de enero a noviembre de este año, una cifra 33.1% superior al mismo lapso que en 2018, de acuerdo a Alto al Secuestro.

Hasta noviembre el gobierno federal contabilizaba 31 mil 688 asesinatos y lo festeja porque, en comparación al año anterior, ha bajado la cifra en 0.1%. Otro delito que golpea a los mexicanos, en su patrimonio, es el robo de vehículos y este año, a noviembre, iban 138 mil 396, lo que arroja una baja de 1.6%.

A mediados del mes pasado, el Observatorio Nacional Ciudadano, con sus cifras, afirmó que 2019 está encaminado a ser el año con mayor tasa de homicidio doloso, feminicidio, robo a negocio, trata de personas y narcomenudeo. Advirtió además que sería el segundo peor año en extorsión y el quinto en secuestro. Su conclusión es la siguiente:

"Las condiciones de seguridad en el país del año pasado a éste han empeorado dramáticamente".

En materia de salud, los hospitales públicos siguen con una atención deficiente y con falta de medicamentos. Las quejas de los enfermos son constantes y lo menos que pasa es que un enfermo que necesita ser operado hoy tenga que esperar meses para su intervención.

Mientras tanto el dinero de la nación irá principalmente para lo que será la refinería de Dos Bocas, al aeropuerto de Santa Lucía y al proyecto del Tren Maya. Este año lo recaudado por la Federación no alcanzó para lo previsto y al final, por decir algo, no le pagaron becas a muchos jóvenes. A ver cómo nos va en lo general en 2020, pero en los rubros mencionados, los deseos de mejoría no se verán cumplidos.

Si tienes buenos deseos para 2020, más allá de los personales, lo más probable es que se queden en eso, es decir, que no los veas cumplidos.

En las pláticas con la familia o los amigos o en los templos -quienes son creyentes, en momentos íntimos se dirigen a su dios para hacerle peticiones- es común que expresemos deseos con el ánimo de que repercutan en el bien de la sociedad.

Y como vivimos en México pues lo que anhelamos principalmente es que baje notoriamente la inseguridad, haya más empleo y mejore la salud.

En ese sentido no se ve cómo, con las políticas del actual gobierno federal, pueda haber un avance.

En seguridad, el secretario del ramo, Alfonso Durazo, insiste en que se llegó al punto de inflexión, con lo que desea expresar que se ha detenido el avance en los índices de inseguridad.

Casi todo México… no le cree. No se le cree porque todos resentimos esa problemática. Los ciudadanos al viajar en carretera seguimos con la misma sensación de zozobra de ser asaltados, vayamos en automóvil particular o en transporte público; los secuestros continúan afectando, ahora más a los pobres que a los ricos; las extorsiones son para casi todos, se salvan un tanto los ubicados en plazas comerciales, y los homicidios aún bañan de sangre a múltiples zonas del país.

En materia de secuestros, los registros son de mil 801 de enero a noviembre de este año, una cifra 33.1% superior al mismo lapso que en 2018, de acuerdo a Alto al Secuestro.

Hasta noviembre el gobierno federal contabilizaba 31 mil 688 asesinatos y lo festeja porque, en comparación al año anterior, ha bajado la cifra en 0.1%. Otro delito que golpea a los mexicanos, en su patrimonio, es el robo de vehículos y este año, a noviembre, iban 138 mil 396, lo que arroja una baja de 1.6%.

A mediados del mes pasado, el Observatorio Nacional Ciudadano, con sus cifras, afirmó que 2019 está encaminado a ser el año con mayor tasa de homicidio doloso, feminicidio, robo a negocio, trata de personas y narcomenudeo. Advirtió además que sería el segundo peor año en extorsión y el quinto en secuestro. Su conclusión es la siguiente:

"Las condiciones de seguridad en el país del año pasado a éste han empeorado dramáticamente".

En materia de salud, los hospitales públicos siguen con una atención deficiente y con falta de medicamentos. Las quejas de los enfermos son constantes y lo menos que pasa es que un enfermo que necesita ser operado hoy tenga que esperar meses para su intervención.

Mientras tanto el dinero de la nación irá principalmente para lo que será la refinería de Dos Bocas, al aeropuerto de Santa Lucía y al proyecto del Tren Maya. Este año lo recaudado por la Federación no alcanzó para lo previsto y al final, por decir algo, no le pagaron becas a muchos jóvenes. A ver cómo nos va en lo general en 2020, pero en los rubros mencionados, los deseos de mejoría no se verán cumplidos.