/ viernes 25 de enero de 2019

Veracruzanas libres, ¿cuándo?

Dafne es libre. Tenía 16 años a cuestas como pena por el supuesto “homicidio de su hija”. Una serie de complicaciones: el desconocimiento de un embarazo, la pérdida de sangre por un desgarre, un desmayo y la falta de atención médica, desencadenaron la muerte de la recién nacida.

Las abogadas defensoras lograron acreditar que “las condiciones en las que nació la menor de edad aunado a la falta de atención médica, fueron las que causaron que la recién nacida perdiera la vida”, informó Cimac Noticias. Los hechos ocurrieron en el interior de una tienda de Liverpool en Querétaro.

En Veracruz, la desigualdad en las leyes también afecta a las mujeres, quienes son penalizadas por tener un aborto o son obligadas a llevar a término el embarazo, aunque se trate de menores de edad, en muchos casos, víctimas de violación y en condiciones de riesgo para su integridad física.

Los abortos son una realidad, espontáneos o inducidos, entre mujeres de diferentes edades, estratos sociales, ideologías y religiones. Aún en la clandestinidad, hay lugares más seguros que otros, de acuerdo a las posibilidades económicas. Es una verdad que incomoda: entre menos recursos, más riesgos.

Por decisión, no me hubiera practicado un aborto…es por mi mapa (ese cúmulo de ideas, creencias, valores y sentimientos que arrastramos), pero sí me tuvieron que practicar un legrado en el sector salud cuando tenía dos meses de embarazo (el producto no se había desarrollado desde la quinta semana).

Ya lo he leído en otros espacios y concuerdo. La discusión es errónea, no se trata de estar a favor o en contra del aborto. Se trata del derecho a decidir de cada persona y de generar condiciones más justas para todas.

La asociación Equifonía señaló a finales de 2018 que en Veracruz 14 mujeres han sido enjuiciadas por homicidio al sufrir un aborto espontáneo. Y en México, de acuerdo al Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), hay más de 135 féminas en esa situación.

El derecho a decidir conlleva la necesidad de reformar el Código Penal de Veracruz para aumentar las causales del aborto en el estado. Es necesario que se abra el debate, dejando de lado estereotipos, animadversiones, pero sobre todo sin tintes políticos ni religiosos.

Hace pocos meses, asociaciones civiles lograron a través de un amparo que un juez federal ordenara a la legislatura del Estado de Veracruz reformar los artículos 149, 150 y 154 del Código Penal del Estado de Veracruz en relación con el aborto. La sentencia número 1191/2017 señaló la omisión del Poder Legislativo para garantizar los derechos reproductivos de las mujeres veracruzanas.

Ahora la sentencia favorable de Dafne, quien estuvo más de tres años en prisión, dejó en evidencia que no se juzgó con perspectiva de género y eso que ya hay jurisprudencia desde 2016, en la que se señalan seis elementos mínimos: Identificar si existen situaciones de poder, cuestionar hechos y valorar pruebas, ordenar las pruebas necesarias –en caso de que el material probatorio sea insuficiente-, detectar una situación de desventaja para cuestionar la neutralidad del derecho, aplicar los estándares de derechos humanos de todas las personas involucradas (especialmente de los niños y niñas) y evitar lenguaje basado en estereotipos o prejuicios.

Además, abre la puerta para la revisión de casos similares y la búsqueda de la reparación integral del daño. Esperemos que pronto, en Veracruz se analice con seriedad el tema para dar paso a una legislación más justa, para que cada mujer pueda decidir libremente.

Twitter @ydlan

Dafne es libre. Tenía 16 años a cuestas como pena por el supuesto “homicidio de su hija”. Una serie de complicaciones: el desconocimiento de un embarazo, la pérdida de sangre por un desgarre, un desmayo y la falta de atención médica, desencadenaron la muerte de la recién nacida.

Las abogadas defensoras lograron acreditar que “las condiciones en las que nació la menor de edad aunado a la falta de atención médica, fueron las que causaron que la recién nacida perdiera la vida”, informó Cimac Noticias. Los hechos ocurrieron en el interior de una tienda de Liverpool en Querétaro.

En Veracruz, la desigualdad en las leyes también afecta a las mujeres, quienes son penalizadas por tener un aborto o son obligadas a llevar a término el embarazo, aunque se trate de menores de edad, en muchos casos, víctimas de violación y en condiciones de riesgo para su integridad física.

Los abortos son una realidad, espontáneos o inducidos, entre mujeres de diferentes edades, estratos sociales, ideologías y religiones. Aún en la clandestinidad, hay lugares más seguros que otros, de acuerdo a las posibilidades económicas. Es una verdad que incomoda: entre menos recursos, más riesgos.

Por decisión, no me hubiera practicado un aborto…es por mi mapa (ese cúmulo de ideas, creencias, valores y sentimientos que arrastramos), pero sí me tuvieron que practicar un legrado en el sector salud cuando tenía dos meses de embarazo (el producto no se había desarrollado desde la quinta semana).

Ya lo he leído en otros espacios y concuerdo. La discusión es errónea, no se trata de estar a favor o en contra del aborto. Se trata del derecho a decidir de cada persona y de generar condiciones más justas para todas.

La asociación Equifonía señaló a finales de 2018 que en Veracruz 14 mujeres han sido enjuiciadas por homicidio al sufrir un aborto espontáneo. Y en México, de acuerdo al Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), hay más de 135 féminas en esa situación.

El derecho a decidir conlleva la necesidad de reformar el Código Penal de Veracruz para aumentar las causales del aborto en el estado. Es necesario que se abra el debate, dejando de lado estereotipos, animadversiones, pero sobre todo sin tintes políticos ni religiosos.

Hace pocos meses, asociaciones civiles lograron a través de un amparo que un juez federal ordenara a la legislatura del Estado de Veracruz reformar los artículos 149, 150 y 154 del Código Penal del Estado de Veracruz en relación con el aborto. La sentencia número 1191/2017 señaló la omisión del Poder Legislativo para garantizar los derechos reproductivos de las mujeres veracruzanas.

Ahora la sentencia favorable de Dafne, quien estuvo más de tres años en prisión, dejó en evidencia que no se juzgó con perspectiva de género y eso que ya hay jurisprudencia desde 2016, en la que se señalan seis elementos mínimos: Identificar si existen situaciones de poder, cuestionar hechos y valorar pruebas, ordenar las pruebas necesarias –en caso de que el material probatorio sea insuficiente-, detectar una situación de desventaja para cuestionar la neutralidad del derecho, aplicar los estándares de derechos humanos de todas las personas involucradas (especialmente de los niños y niñas) y evitar lenguaje basado en estereotipos o prejuicios.

Además, abre la puerta para la revisión de casos similares y la búsqueda de la reparación integral del daño. Esperemos que pronto, en Veracruz se analice con seriedad el tema para dar paso a una legislación más justa, para que cada mujer pueda decidir libremente.

Twitter @ydlan