/ miércoles 1 de mayo de 2024

¿Y La felicidad de los niños? 

“Los únicos con privilegios, deben ser los niños”, leí en el siglo pasado, en mi etapa formativa dentro del Partido Popular Socialista, en un libro que el entonces presidente municipal de Teziutlán, Puebla, el entrañable doctor Rafael Campos López me obsequió de Vicente Lombardo Toledano.

En ese poemario, el fundador de la CTM me llevó a soñar con una patria generosa para las niñas y niños, que junto con los ancianos (hoy etiquetados como los de la tercera edad), debían disfrutar la vida a plenitud. Los primeros para ser felices totalmente, sin restricción alguna, y los segundos para prepararse, sin dificultad, sin sobresaltos ni temor, a concluir su paso por la vida, de manera quieta y serena.

Me impactó siempre esa máxima Lombardista, independientemente de las 18 que dejó a la posteridad, para las mujeres y hombres progresistas de México, que una de ellas apostilla “A lo más que puede aspirar un revolucionario verdadero, es a que digan de él, cuando haya desaparecido: fue un hombre”.

A mi paso por la función pública y en la vida privada, aposté siempre por darle a los niños (as) respeto, amor, enseñanza, felicidad no solo los 30 de abril, sino siempre. Puse énfasis no solo en lo material sino más en lo afectivo, en lo moral, en lo educativo, en su formación, en sembrarles el amor al prójimo, en enseñarles que no hay niños ni ricos ni pobres, sino niños y niñas al fin: iguales, que vienen al mundo a disfrutarse y convivir con sus pares para ser felices.

Cumplí. Volteo hacia atrás y observo lo que hice por niños y niñas ajenas a mí, y miro los propios, los míos, y me invade un dejo de satisfacción y alegría por mi comportamiento-trato-convivencia con ellos, que me genera una paz moral y espiritual reconfortante y más, cada 30 de abril que todos celebran su día.

Por ello me entristece ver como los gobiernos neoliberales (encabezado por el neoliberal Andrés Manuel López Obrador), no han podido garantizar a las infancias el acceso a sus derechos fundamentales, primordialmente el de la salud, porque en los últimos años se han registrado retrocesos importantes en la cobertura (15 millones de menores no tienen acceso a la salud), y en el de seguridad, por el alto índice de secuestros y asesinatos de infantes, independientemente del maltrato que sufren.

No tienen acceso a los servicios médicos 46 % de los bebés y niños. Están sin servicios médicos, fuera de la cobertura de salud de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

2 de las 5 causas de muerte principales de este grupo de edad (las complicaciones relacionadas con atención perinatal, las infecciones respiratorias y las infecciones intestinales), serían evitables con la atención médica adecuada y oportuna.

Contesta López Obrador, en sus conferencias mañaneras, cuando a valores entendidos los periodistas de la 4T le preguntan ¿cómo vamos? y contesta ”bien, muy bien, requeté bien”, pero no dice nada de los récords que su gobierno ya lleva: El sexenio más letal de la historia de México por muertes violentas; el de más muertes por Covid; el más endeudado, superando a los del PRIAN; el más militarizado; el más corrupto porque supero al FOBAPROA, y el que no le dio felicidad a los niños y niñas de México.

plazacaracol@hotmail.com

Threads: @helíherrerahernández

(X) HELÍHERRERA.es

“Los únicos con privilegios, deben ser los niños”, leí en el siglo pasado, en mi etapa formativa dentro del Partido Popular Socialista, en un libro que el entonces presidente municipal de Teziutlán, Puebla, el entrañable doctor Rafael Campos López me obsequió de Vicente Lombardo Toledano.

En ese poemario, el fundador de la CTM me llevó a soñar con una patria generosa para las niñas y niños, que junto con los ancianos (hoy etiquetados como los de la tercera edad), debían disfrutar la vida a plenitud. Los primeros para ser felices totalmente, sin restricción alguna, y los segundos para prepararse, sin dificultad, sin sobresaltos ni temor, a concluir su paso por la vida, de manera quieta y serena.

Me impactó siempre esa máxima Lombardista, independientemente de las 18 que dejó a la posteridad, para las mujeres y hombres progresistas de México, que una de ellas apostilla “A lo más que puede aspirar un revolucionario verdadero, es a que digan de él, cuando haya desaparecido: fue un hombre”.

A mi paso por la función pública y en la vida privada, aposté siempre por darle a los niños (as) respeto, amor, enseñanza, felicidad no solo los 30 de abril, sino siempre. Puse énfasis no solo en lo material sino más en lo afectivo, en lo moral, en lo educativo, en su formación, en sembrarles el amor al prójimo, en enseñarles que no hay niños ni ricos ni pobres, sino niños y niñas al fin: iguales, que vienen al mundo a disfrutarse y convivir con sus pares para ser felices.

Cumplí. Volteo hacia atrás y observo lo que hice por niños y niñas ajenas a mí, y miro los propios, los míos, y me invade un dejo de satisfacción y alegría por mi comportamiento-trato-convivencia con ellos, que me genera una paz moral y espiritual reconfortante y más, cada 30 de abril que todos celebran su día.

Por ello me entristece ver como los gobiernos neoliberales (encabezado por el neoliberal Andrés Manuel López Obrador), no han podido garantizar a las infancias el acceso a sus derechos fundamentales, primordialmente el de la salud, porque en los últimos años se han registrado retrocesos importantes en la cobertura (15 millones de menores no tienen acceso a la salud), y en el de seguridad, por el alto índice de secuestros y asesinatos de infantes, independientemente del maltrato que sufren.

No tienen acceso a los servicios médicos 46 % de los bebés y niños. Están sin servicios médicos, fuera de la cobertura de salud de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

2 de las 5 causas de muerte principales de este grupo de edad (las complicaciones relacionadas con atención perinatal, las infecciones respiratorias y las infecciones intestinales), serían evitables con la atención médica adecuada y oportuna.

Contesta López Obrador, en sus conferencias mañaneras, cuando a valores entendidos los periodistas de la 4T le preguntan ¿cómo vamos? y contesta ”bien, muy bien, requeté bien”, pero no dice nada de los récords que su gobierno ya lleva: El sexenio más letal de la historia de México por muertes violentas; el de más muertes por Covid; el más endeudado, superando a los del PRIAN; el más militarizado; el más corrupto porque supero al FOBAPROA, y el que no le dio felicidad a los niños y niñas de México.

plazacaracol@hotmail.com

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