La buena vida / Sana tu alma

Tal como sean nuestros pensamientos, así será nuestra vida

Rosa María Campos

  · miércoles 27 de marzo de 2019

Se compran muchísimos libros de dietas milagrosas, que prometen adelgazarnos, salvarnos del colesterol, depresión, ataques cardiacos, etcétera. En cambio, hay poco interés por adquirir libros de dietas que sanan nuestra alma. Esto me motivo a recomendarles un libro pequeñito y barato,

La Dieta Mental de Siete Días, de Emmet Fox, la cual comienza con las siguientes observaciones: Uno se convierte en lo que come, como también uno es el resultado de sus pensamientos.

Todo lo que tenemos, cuerpo, finanzas, hogar están condicionados a los pensamientos y sentimientos que tuvimos en el pasado. Igualmente las condiciones del futuro serán resultado en su totalidad de los pensamientos y sentimientos que abriguemos de ahora en adelante.

En otras palabras escogemos nuestra vida, cuando escogemos los pensamientos que ocupan nuestra mente.

La llegada de la primavera se recomienda como el tiempo idóneo para iniciar esta disciplina de siete días en que se evitarán los pensamientos negativos. Todos los pensamientos tienen que ser positivos, optimistas, amables, para construir un nuevo hábito de pensar.

También se lee en el librito que si esto se llega a lograr, será la semana más significativa de su vida. Pero ¡cuidado! Tan fuerte es esta disciplina, tomada como un proyecto estrictamente personal, que resulta todo un reto mantenerla por una semana.

Tiempo necesario para establecer el hábito de pensar positivamente y dar oportunidad a que ocurran cambios estimulantes en quienes la siguen a pie de la letra.

También se tendrá que considerar que estos primeros siete días son tan rigurosos que nos obliga a pensarlo tres veces, antes de comenzar la dieta, pues si nos saltamos sus reglas, aunque sea por instantes, se tiene que dejar la dieta por tres días y comenzar de nuevo.

¿Qué entendemos por pensamientos negativos? Un pensamiento negativo es un pensamiento de crítica, rencor, despecho, celos, de condenación a otros, de culparse a uno mismo.

Cualquier pensamiento que no sea positivo y de naturaleza constructiva, relacionado con uno mismo o con otro, es un pensamiento negativo.

Tampoco hay que preocuparse mucho en cuanto a la clasificación; en la práctica nunca se tendrá dudas de que si es positivo o negativo, el cerebro puede engañarnos, pero el corazón nos dirá la verdad.

Por lo demás hay que considerar que los pensamientos negativos no son los que nos llegan a la mente, sino aquellos que escogemos y cobijemos dándoles poder.

Pero para tal veneno, el contraveneno: ninguno de estos pensamientos, me afecta o conmueve, todo saldrá bien”. Cumplida mi tarea de informar, usted apreciado lector, si compró el librito y logró hacer esta dieta, no me lo deje de avisar, pues he intentado varias veces hacerla y cero resultado.

taca.campos@gmail.com