El Cerro de Macuiltépetl es un monumento natural de Xalapa, que además de imponerse por su impactante belleza destaca como un importante pulmón de esta ciudad.
Incluso, es uno de los sitios preferidos para deportistas y para pasar ratos agradables en familia, pues se puede disfrutar de hermosos paisajes verdes que se conjugan con el urbanismo.
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Basta con dar una caminata por el cerro para disfrutar del cantar de las aves que se escucha por cada rincón, además de que en ocasiones suelen salir algunas ardillas como muestra de la biodiversidad que en ese lugar hay.
¿Cuáles son los inicios del Cerro de Macuiltépetl?
El Cerro de Macuiltépetl es un lugar lleno de anécdotas, leyendas y de apreciación de la naturaleza.
De acuerdo con su historia, se trata de un volcán extinto que hizo erupción hace aproximadamente 30 mil años. Su nombre se deriva del náhuatl Macuil, que significa“cinco” y tepetl, que es cerro, es decir “Cinco Cerros”.
Además, se dice que en tiempos antiguos desde el cerro se podían ver cinco cúspides; en la actualidad se pueden ver el Pico de Orizaba y el Cofre de Perote.
¿Qué se puede encontrar en el Cerro de Macuiltépetl y cuáles son algunas historias del sitio?
El Cerro de Macuiltépetl también resguarda vestigios arqueológicos que datan del año 450 A.C., por lo que también es el asentamiento más antiguo de Xalapa.
La historia también establece que durante 1817 se construyó en la cúspide del cerro un fuerte que sirvió para almacenar riquezas y provisiones de soldados al mando de Guadalupe Victoria.
Una de las leyendas agrega que en ese entonces los soldados salieron precipitadamente a una batalla y que dejaron todas sus pertenencias ocultas en cuevas y túneles; los enemigos se percataron e intentaron saquearlos, aunque lo que lograron fue matar a los guardias sin que hallaran el botín.
Para 1923, William K. Boone, estadounidense, distinguido filántropo y benefactor de Xalapa, impulsó un camino para el paso de automóviles a la cumbre del cerro. Al final, fueron construidos dos caminos en espiral, el que sube, el que baja y a los que a ahora se les conoce como la ruta larga y la ruta corta, que son totalmente peatonales y utilizados por deportistas.
En la parte alta del cerro sobresale una pirámide mausoleo, que consiste en un monumento que representa la memoria de los precursores y luchadores del agrarismo en Veracruz. Dicha estructura se edificó sobre las ruinas de lo que fue una torre vigía para observar los barcos que llegaban o salían del puerto de Veracruz. En el 2007 la pirámide fue restaurada y transformada en el "Mausoleo de Veracruzanos Ilustres", entre los que descansan los restos del escritor Emilio Carballido.
A un costado del Mausoleo se encuentra un imponente reloj solar, en el que se puede ver la hora exacta y a unos metros destaca la torre mirador, desde donde se puede disfrutar de hermosos paisajes naturales y urbanos, junto al gran esplendor de la ciudad.