Don Salvador Carmona recorre la capital con una carretilla llena de elotes tiernos; llega de Coacoatzintla para vender su producción familiar. En plena temporada de cosecha comenta que se venden muy bien entre las familias xalapeñas.
Dada la situación económica que impera en la región por la falta de empleos y principalmente porque en la comunidad se los quieren pagar baratos, comenta que optó venirse a la capital a comercializar su cultivo.
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¿Cuál es el precio de cada elote?
Empuja la carretilla por las calles del centro para vender en 5 pesos la pieza. Mientras que allá se lo quieren pagar en 3 pesos, así que mejor se viene para la capital y gana un poco más. Explica que él siembra y cultiva los elotes, “pero no es justo que nos lo paguen tan bajo, no sale para vivir, a 5 pesos tampoco alcanza mucho pero al menos queda algo para la familia”.
Desde las 6 de la mañana se viene de Cocoatzintla. Está cerca en 30 minutos se llega a Xalapa porque alquila una camioneta que transporta el elote; al llegar a la ciudad lo vende a las verdulerías o las personas que lo ven pasar en su carretilla.
La ventaja es que los elotes que trae son muy tiernos y de buen tamaño por lo que se venden muy bien, las señoras los ven y rápido los quieren porque es un producto de calidad y a buen precio.
Su labor cotidiana es la construcción, pero hay mucha competencia y por eso se viene a vender los elotes que cosechó en su terreno allá en el pueblo.
Gracias a Dios, dice, todos los días vende todos los elotes que trae. “Tarde pero se acaban porque llegamos temprano y luego nos da la tarde, pero vale la pena porque sacamos lo del día y a veces un poco más”.
Más o menos empieza a jalar la carretilla como a las 8 de la mañana pero a las 3 de la tarde logra terminar la venta.
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En cada esquina que se para a descansar llegan a comprarle los elotes tiernos que le sirven a las familias para hervirlos, asarlos o preparar unos deliciosos esquites. “Yo me paro en una esquina y ahí me quedo unas dos horas y así otras dos horas para allá y así, esa es mi técnica para vender más rápido y me ha funcionado hasta hoy”.
Don Salvador explica que le gusta salir a vender sus elotes porque de lo contrario se pasan y pierde lo invertido, “tiene que consumirse en los siguientes 5 días después de que se cortó de la milpa, así que por eso me vengo a Xalapa y la verdad es que me va bien y vendo todo”, concluye.