El principal problema de los mercados de trabajo en el mundo es el empleo de mala calidad. Millones de personas se ven obligadas a aceptar condiciones de trabajo deficientes, revela un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Estima que pese al repunte del crecimiento económico, se prevé que el empleo aumente sólo el 1.4% al año en 2019 y 2020 y el descenso relativamente lento de las cifras de desempleo regional se debe a las diferentes situaciones del mercado laboral de cada país.
En el caso de México, ubicado entre los países de América Latina, señala que la informalidad y la mala calidad del trabajo siguen siendo generalizadas en las nuevas fuentes laborales creadas en esta región.
Explica que los datos recientes recabados para elaborar el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2019 (WESO) indican que en 2018 la mayoría de los 3 mil 300 millones de personas empleadas en el mundo no gozaba de un nivel suficiente de seguridad económica, bienestar material e igualdad de oportunidades. Es más, el avance de la reducción del desempleo a nivel mundial no se ve reflejado en una mejora de la calidad del trabajo.
Este documento de la OIT alude a la persistencia de diversos déficits de trabajo decente, y advierte que al ritmo actual, la consecución del objetivo de trabajo decente que fue establecido es inalcanzable para muchos países.
Subraya que los responsables de formular las políticas deben afrontar esta cuestión, pues de lo contrario se corre el riesgo de que algunos de los nuevos modelos empresariales, en particular los propiciados por nuevas tecnologías, socaven los logros conseguidos en el mercado laboral, por ejemplo, los relativos a formalidad laboral y seguridad en el empleo, protección social y normas del trabajo.
Es decir que tener empleo no siempre garantiza condiciones de vida dignas.
Precisa que entre las cuestiones destacadas en el informe figura la falta de progreso en cuanto a la brecha entre mujeres y hombres en la participación laboral. “La tasa de participación laboral femenina fue de sólo el 48% en 2018, muy inferior al 75% de la tasa masculina.
Asimismo, las mujeres predominan en la fuerza de trabajo potencial y subutilizada. Otro problema es la persistencia del empleo informal: en esta categoría hay nada menos que 2 mil millones de trabajadores —el 6% de la población activa mundial—.
Otro aspecto preocupante es que más de una de cada cinco personas jóvenes (menores de 25 años) no trabaja, ni estudia ni recibe formación, por lo que sus perspectivas de trabajo se ven comprometidas.
Este informe anual también pone de relieve algunos aspectos positivos. En caso de que la economía mundial lograra evitar una desaceleración importante, se prevé que el desempleo siga disminuyendo en muchos países.
I en los últimos 30 años ha habido una gran reducción de la pobreza laboral
II en los países de ingreso medio aumentó la cantidad de personas que estudian o reciben formación