Al menos 10 mil hectáreas de plantaciones de maíz quedaron devastadas a causa de inundaciones y bajas temperaturas en los municipios de José Azueta, Isla y Playa Vicente, en el sur del estado, dice Humberto López Rosales, presidente de la fundación Bienestar Local con sede en Isla.
Primero, detalla, se perdieron unas 5 mil hectáreas a causa de inundaciones durante la temporada de lluvias del año pasado y actualmente se perdieron otras 5 mil por la intensidad de los fríos.
Las pérdidas son graves, pues los campesinos afectados recurrieron a préstamos para poder sembrar con maíz la superficie que ahora se encuentra destruida, señala.
Entre esos tres municipios, precisa en entrevista, hay una superficie de 25 mil hectáreas de siembra de maíz, por lo que prácticamente se perdió casi la mitad.
Incluso, según él, entre los productores hay quienes empeñaron sus títulos parcelarios para obtener recursos y sembrar.
El número de productores afectados no se tiene con certeza, por lo que se planea realizar un censo y con ello saber además qué tanto perdió cada uno.
Los campesinos afectados habían sembrado con recursos propios y con lo que obtuvieron a través de financieras, pues según Humberto López Rosales ninguno ha recibido apoyo institucional durante los últimos cinco años.
"Algunos perdieron todo y todos se quedaron con deudas, pues incluso el poco maíz que se les quedó tuvieron que rematarlo hasta en 4 pesos el kilo", sostiene.
El ciclo agrícola otoño-invierno era el que más esperanzas les daba a los productores, pues suele tener más lluvias.
Sin embargo, hubo sequías, inundaciones y luego frío, al grado de que se perdieron alrededor de 10 mil hectáreas de maíz.
Por lo anterior, los campesinos afectados se quedaron con deudas y sin semillas que les permitan volver a sembrar durante el próximo ciclo agrícola primavera-verano, asegura.
