Mal año y temporada de trabajo ha tenido el mecánico Daniel Martínez Ortiz propietario del taller Servicio Electromecánico. El aumento de precio de las piezas de automotores y la precaria situación económica de las familias son seguramente los factores que han incidido para que registre una baja de casi 50 por ciento su actividad, dijo.
Remarca que en las últimas semanas no ha tenido el trabajo que solía tener en diciembre. “Es la temporada en que las familias salen de viaje y traen sus autos a reparaciones o chequeo general, pero ahora fueron muchos menos los que realizaron esos trabajos”, explica.
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Daniel Martínez Ortiz, quien ha mantenido este taller por más de 3 décadas, ubicado en la avenida Adolfo Ruiz Cortines, comenta que seguramente por la situación económica precaria que atraviesan numerosas familias es por lo que se redujo hasta 50 por ciento el trabajo mantenimiento anual que se hace a los automóviles.
Cuenta que lleva 35 años como mecánico eléctrico y tiene muchos clientes que le llevan su auto de forma regular, “por lo que en estos días le llegaron algunos clientes, un poco más que en los meses anteriores pero no fueron muchos”.
Ahora se cotiza antes de dejar el vehículo en el servicio
Subraya que en la actualidad se ha hecho común que lleguen los clientes y antes de pedir el servicio que requieren, primero cotizan precios. “Lo que hago es decirles cuánto de mano de obra y que ellos vayan a comprar las refacciones que requieran. Así para que no crean que uno es quien eleva los precios”.
Daniel Martínez comenta que como nunca desde la pandemia se ha duplicado el precio de las refacciones para automóviles. “Los sensores, piezas para afinación y balatas se elevaron 50 por ciento solo en este año y sin importar la marca”.
Tan solo de hace una semana para acá se incrementaron 10 por ciento las refacciones. “Así que cuando vienen los clientes se asombran de que ya les resultará más caro el servicio, pero es porque los aumentos a las piezas”.
Pese a que algunos talleres mecánicos cierran en esta semana, “aun así no se ha incrementado la chamba para nosotros. Ha sido terrible, he tenido muy poco trabajo”.
Expresa que lamentablemente por la situación le ha sido difícil mantener el empleo de sus trabajadores, que son dos, pero salió para el aguinaldo y eso es bueno, “pero este es un negocio y la verdad es que las ganancias son casi nada, apenas saqué su aguinaldo, pero definitivamente no es un buen año”.
Resalta que desde la pandemia de Covid-19, que pegó mucho a su negocio, “no hemos podido recuperarnos, la economía no está al cien por ciento”.
Todo está caro, así que cuando acude un cliente hay que checar bien el daño o reparación, para ser serio con el cliente y decirle bien cuánto será, “porque luego salen cosas y todas las piezas están caras. Yo por mi experiencia busco los lugares donde sabemos que no están tan caras. Pero los clientes le piensan para hacerle las revisiones a sus autos, porque este año le saldrán más caras”.
En cuanto a los precios, dice que un cambio de focos es un trabajo barato que suele costar unos 100 pesos, pero depende del modelo del auto, en cambio un ajuste de moto solo de mano de obra se lleva 4 mil 500 pesos que requiere de una semana de trabajo y que requiere de cambio de piezas y ajustes que pueden costar hasta 15 mil pesos, también dependiendo del modelo de la unidad. “Lo caro son las refacciones”, concluyó.
