El consumo de Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus derivados, que cobró fuerza en la pandemia por Covid-19, sigue vigente y el producto se puede encontrar en Xalapa en presentaciones desde 100 pesos, a pesar de que la Cofepris la cataloga como sustancia reactiva relacionada con consecuencias negativas en la salud.
“No hay que consumir sustancias a la ligera y menos si no se sabe la concentración”, advierte Naida Juárez Trujillo, experta en Ciencias Alimentarias y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
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¿Dióxido de claro puede provocar la muerte?
En conferencia de divulgación de la ciencia organizada por estudiantes de posgrado de la Universidad Veracruzana expuso que las concentraciones utilizadas en estudios son muy diversas, pero desde los 2.9 mg en adultos de 70 kilos hay efectos adversos y sobrepasar los 79 mg ocasiona la muerte.
También reitera el llamado a ser cautelosos pues se genera resistencia bacteriana, tal y como sucede con la mala administración de antibióticos. Actualmente, en Veracruz, ella realiza estudios con modelos animales sobre los efectos del Dióxido de Cloro en la microbiota.
Enumera que algunos de los síntomas adversos relacionados con este consumo en dosis altas son vómitos, irritación estomacal, úlcera, trastornos cardiovasculares y renales y, en casos graves, puede causar la muerte.
Por su efecto antioxidante, detalla que para desinfectar superficies, alimentos y equipos sí es 2.5 veces más eficaz que el cloro y es efectivo contra un amplio espectro de microorganismos, incluidas bacterias, hongos, esporas y virus.
Subraya que para este uso sí ha sido aprobado por diferentes organismos, pero aunque se sabe que ha sido empleado en tratamientos para enfermedades como ébola, autismo, H1N1, cáncer y hepatitis, hasta la fecha continúa sin ser reconocido por organismos internacionales.
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¿Para qué sí es efectiva la sustancia?
Por otra parte, añade que ya está aprobada la eficacia del Dióxido de Cloro en la reducción de concentración de bacterias, levaduras y mohos dañinos para el humano encontradas en col, pimiento verde, fresas, frambuesas, arándanos, zanahoria, lechuga, fresa y melón.
Además, anota que 40 mg por litro en agua potable no mostró ningún síntoma tóxico cuando se probó la toxicidad oral subcrónica. “La concentración es un parámetro muy importante ya que si se utilizan dosis muy altas se pueden dejar residuos que son tóxicos para el consumidor”, reitera.
Acepta que la toxicidad sobre este consumo sigue generando polémica, pero mientras no haya autorización, se deben extremar los cuidados, además de tomar en cuenta que los riesgos varían dependiendo de la vía de administración (inhalado, tópico u oral).
“El estado de la molécula, si es gas o acuoso, y la concentración y la duración de exposición son fundamentales para las reacciones adversas”, enfatizó. En una sesión más de “InmunoG y la Señorita Histona”.
Explica que el dióxido de cloro se descubrió en 1814 y saber su estructura química permite entender el efecto antimicrobiano que se le atribuye. Es un agente antioxidante que se puede producir en gas o de forma acuosa y es visto como un fuerte agente de oxidación y un desinfectante de alimentos alternativo al Cloro.
¿Dónde se vende el Dióxido de cloro en Xalapa?
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En la capital del estado, mediante redes sociales, es posible encontrar a proveedores del producto, quienes previo acuerdo de entrega, ofrecen distintas presentaciones, con variados precios.
También hay plataformas de comercio electrónico donde el Clorito de Sodio con la leyenda Solución Mineral Milagrosa es expendida con envío gratis y un costo que va de los 170 hasta los 765 pesos.
