Veracruz, Ver.- Josseline Rivera León y su pequeña hija de tan solo seis años iniciaron una campaña a través de las redes sociales para encontrar el procesador auditivo del implante coclear de la menor, que se extravió el pasado martes en la ciudad de Veracruz.
En entrevista Rivera León explica que su hija Sofi nació con discapacidad auditiva por lo que a los dos años fue sometida a una operación donde se le implantó un aparato especial, con una parte interna y otra externa con el que ha vivido los últimos cuatro años.
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“Mi hija nació con discapacidad auditiva, ella es sorda bilateral, de sus dos oídos no escucha nada desde su nacimiento, a los dos años la operaron para que pudiera escuchar a través del implante coclear, con esa cirugía le desprendieron del lado de sus orejitas y le metieron el implantó, una parte que va adentro y la conectan con su cerebro al nervio auditivo para que a través de los estímulos auditivos lleguen a su nervio, ella no puede escuchar a través de los oídos sino a través de ese micrófono que va directo a su cerebro”, detalla.
Sin embargo la parte externa del implante fue extraviada el pasado martes cuando la recogió de su escuela Heroica Veracruz en el fraccionamiento Las Brisas al centro de la ciudad de Veracruz en la calle de Mariano Escobedo.
Implante coclear se extravió cerca de la calle de Mariano Escobedo
“Lo que nosotros perdimos es la parte externa, es un micrófono que tiene un ganchito que se lleva cerca del oído como si fuera un auxiliar auditivo como el que usa la gente mayor o las personas con discapacidad auditiva, en el caso de Sofi ese aparato es el micrófono y la batería y lo que va a su cabecita es lo que lleva el sonido a su nervio auditivo”, expone
La afligida madre asegura que ha recorrido las calles antes mencionadas para tratar de ubicar el aparato que tiene un costo de más de 350 mil pesos.
Aclara que ese implante no podría servirle a nadie más pues está diseñado para su hija por lo que pide a la comunidad que en caso de tener alguna información de donde podría estar, contactarla para que su hija pueda volver a oír.
“No le sirve a nadie más, más que a la persona que tiene la cirugía, en este caso es mi hija, es muy importante para que ella siga escuchando, si alguien lo encontró y está pensando en venderlo no le sirve, ojalá nos puedan contactar”, es parte del mensaje enviado.
