Hasta finales de abril de este año, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha sellado 11 pozos petroleros que han alcanzado el final de su vida útil y que suponían un mayor riesgo debido a su proximidad a poblaciones y cuerpos de agua.
Según un informe de transparencia proporcionado por Pemex Exploración y Producción, se han identificado en el estado de Veracruz un total de 43 pozos abandonados considerados de alta prioridad debido a los riesgos ambientales y de seguridad que representan, de los cuales 11 han sido sellados.
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¿Dónde se encuentran los pozos sellados?
De los pozos sellados, cinco se encuentran en Coatzacoalcos, tres en Minatitlán, dos en Agua Dulce y uno en el municipio de Las Choapas.
El resto de los pozos petroleros de alta prioridad se ubican en Ignacio de la Llave (13) Coatzintla (7), Naranjos Amatlán (4), Tihuatlán (3) y Papantla (2). Además, en los municipios de Pánuco, Poza Rica y Ozuluama de Mascareñas se ha identificado un pozo petrolero en cada uno.
Además, Pemex tiene identificados otros 29 pozos abandonados en el estado de Veracruz. Estos se encuentran en Ixmatlahuacán (5), Tlacotalpan (5), José Azueta (4), Tlalixcoyan (4), Ignacio de la Llave (4), Chacaltianguis (3), Isla (2), Tres Valles (1) y Tierra Blanca (1).
Cabe destacar que, en el caso de pozos que ya no son productivos, tanto terrestres como en áreas pluviales y lacustres, se ha diseñado el Programa especial para taponar 940 pozos en localidades petroleras del país durante el periodo 2022-2024.
Dicho programa otorga alta prioridad a los pozos abandonados que representan un mayor riesgo debido a su cercanía con poblaciones y cuerpos de agua.
Según este programa especial, hasta el pasado mes de abril se han sellado 144 pozos petroleros en el país, de los cuales 68 se encuentran en Tabasco, 65 en Chiapas y 11 en Veracruz.
De acuerdo con Petróleos Mexicanos (Pemex), la falta de inversión en administraciones anteriores para abordar y solucionar los riesgos ambientales críticos ha provocado el deterioro de algunas instalaciones estratégicas de la institución y ha aumentado el inventario de activos cuya vida útil o productiva ya ha concluido.
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No obstante, se señala que en la actual administración federal se han asignado suficientes recursos presupuestarios para revertir aquellos riesgos que potencialmente podrían poner en peligro a la población, al medio ambiente y al personal de Pemex.
