No lo dijo ningún exfuncionario panista, líder, diputado o senador que pertenezca a ese partido, sino el director general adjunto de Financiamiento y Asistencia Técnica de Banobras en el actual gobierno de la República, Antonio García Carreño, de que el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez cosecha la disminución del costo de la deuda pública estatal en más de un 2% con la baja en el pago de intereses a esa institución.
“Para darnos una idea (de esto), sobre 10 mil millones significan alrededor de 200 millones de pesos de ahorro en un año, sólo de intereses, y son recursos que ahora están disponibles para el estado, que podrá utilizar en obras y programas, dentro de su presupuesto”, precisó durante su intervención en el Foro ‘Opciones de Financiamiento y Aplicación de Fondos Federales para Municipios’, realizado el viernes pasado en el Museo Interactivo de Xalapa. El funcionario de Banobras se refería al refinanciamiento de la deuda pública estatal que hizo el gobierno anterior, que en su momento fue cuestionada, más por intereses políticos que por cuestiones financieras. ¿Fue una decisión acertada esa renegociación con nuevas condiciones para enfrentar el ineludible compromiso de pago con las instituciones financieras, incluida Banobras? La respuesta la dio ese día García Carreño, con cuyo Banco la administración pasada refinanció el 45% de los pasivos de Veracruz en cuatro créditos por un total de 17 mil 200 millones de pesos; con Santander, dos créditos que totalizaron otros 10 mil millones; Multiva, con cinco mil millones; Interacciones 745 millones; Banorte, cuatro mil 54 millones, y Monex con mil millones de pesos; en total, 39 mil millones de pesos. En este mismo espacio se señaló en su momento que uno de rubros donde se entregaron buenos resultados en el gobierno anterior fue precisamente en el buen manejo de la finanzas públicas, no solamente por este logro, sino por haber enderezado la situación de falta de cumplimiento de obligaciones fundamentales como el pago oportuno de salarios a los burócratas, pensionados, adquisición de insumos básicos, entre muchos otros, todo lo cual originó que los afectados bloquearan acceso y se generalizaran protestas. Esto no significa que esa medida haya sido la panacea, aún falta mucho por hacer en materia de recorte de gasto y hasta de disminución de las estructuras actuales para disponer de mayores recursos para realizar obras, mejorar servicios y procurar el bienestar social, pero hay una base firme sobre la cual apoyarse. Enhorabuena.
¿REGRESA EL BEISBOL PROFESIONAL Y SE VA EL FUTBOL?
El sábado inició la Séptima Edición de la Serie Latinoamericana de Beisbol Veracruz 2019 en la que participan equipos de Argentina, Nicaragua, Colombia, Panamá y México, a cuya inauguración acudieron el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien dio el batazo inicial a un lanzamiento de su secretario de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos. Ahí, el titular del Ejecutivo señaló: “Estamos recuperando un espacio beisbolero, (y) nos da gusto que haya bastante afición. El beisbol tendrá un gran impulso en este gobierno”. Antes de la ceremonia, cuestionado por los reporteros de si regresaría el equipo Águila de Veracruz, anticipó que pronto “habrá una buena noticia” para Veracruz. Si eso fuera, no anotaría no un hit, sino un jonronazo, aunque en contraparte la afición observa con inquietud el lamentable paso del equipo de futbol Tiburones Rojos, aunque la responsabilidad de conformar un buen equipo no es del estado, sino del dueño de ese club. De continuar por el mismo camino, los escualos van directo al abismo (ya lo están en la tabla del descenso) y ya no habría equipo de primera división, aunque si ése fuera el caso al finalizar el torneo Fidel Kuri Grajales tiene la opción de pagar 120 millones de pesos para conservar la franquicia, o venderla, en cuyo caso también abandonaría la plaza. ¿Qué se puede hacer? Depende ya de los jugadores. Lamentable que habiendo tanta afición, no se arme un buen conjunto deportivo. Muy lamentable.
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