/ domingo 26 de diciembre de 2021

Barbarie sin fin: cadáveres hasta en copas de árboles

En esta época del año en la que la mayoría se abraza, felicita y festeja, en Veracruz y buena parte de México hay miles de hogares en los que la gente sufre, llora y vive a diario la amargura de tener a un familiar desaparecido.

En el país no hay una cifra oficial confiable sobre este tema. El Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala tener un registro de 94 mil desaparecidos, pero seguramente son mucho más.

Y si fueran los 94 mil que registra la ONU bastaría para ser una cifra de escándalo, oprobiosa, que nos debe avergonzar a todos. A los gobiernos por hacer casi nada para mejorar la seguridad ni para buscarlos y a nosotros como sociedad por hacer poco para exigir las acciones necesarias con el fin de frenar esa hecatombe.

Recientemente, en el Consejo de Género de Organización Editorial Mexicana (OEM), a la que pertenece Diario de Xalapa, buscadoras de desaparecidos expusieron los peligros y el esfuerzo que deben hacer en su afán de encontrar a sus familiares.

De inicio, las facilidades que deberían tener por parte de las autoridades, no existen. Policías y militares, acusan, complican la búsqueda, lo que facilita las amenazas del crimen organizado. No hay recursos por parte de los gobiernos y sí burocracia y obstaculización, así como una prensa que no exhibe la situación real del problema. Por parte del Colectivo Solecito, de Veracruz, Lucía de los Ángeles Díaz participó en la sesión del Consejo. Sin rodeos expresó: Yo acuso de omisos y criminales a los medios de comunicación grandes, los de la ciudad de México. Apenas hacen menciones marginales a nuestros esfuerzos. Nosotras, en nueve meses hemos encontrado 65 cuerpos, y eso para los medios no es noticia. En otros países, en Alemania, eso sería una gran nota, un escándalo, aquí no pasa nada. Más adelante –dijo Lucía- se encontraron 302 cuerpos, ahí apenas a la entrada de la ciudad de Veracruz y la prensa no dijo nada, es una prensa criminal, es una catástrofe, debe haber como 20 mil desaparecidos en Veracruz, mientras que en Tamaulipas deben ser como 40 o 50 mil.

Y Delia Icela Quiroa Flores Valdés, del Colectivo 10 Marzo de Tamaulipas, señaló algo que es una realidad, al advertir que militares, elementos de la Guardia Nacional y personal de los Ministerios Públicos no quieren a los medios cerca de los procesos de búsqueda pues los pueden exhibir (en sus carencias y negligencias).

Delia se refirió a un aspecto que muestra una realidad de cómo vivimos los mexicanos. Explicó lo que debieron hacer para realizar la búsqueda en el predio La Bartolina, allá en Tamaulipas, otros de los estados ensangrentados desde hace años, en donde los grupos criminales mandan.

Para iniciar su labor en ese terreno, que urgía porque el mar estaba arrastrando huesos y evidencias, precisó que pidieron permiso al grupo criminal Los Ciclones para entrar.

Aquí en Veracruz, de acuerdo a lo señalado por la representante del Colectivo Solecito, habría unos 20 mil desaparecidos. Las cifras oficiales dirán que son menos, pero la realidad que vivimos desde hace unas dos décadas, cuando la violencia e inseguridad empezó a incrementarse, indica que miles y miles de hogares no pueden festejar nada porque en su casa falta un integrante desde hace una semana, desde hace un mes o desde hace años y es una gran batalla la que debe realizarse para volver a saber de él.

Muestras de la barbarie que se ha dado por todo el estado son estos dos casos: Uno, los cadáveres hallados en la zona de Actopan, por la zona del ranchito de Las Ánimas, en donde inicialmente se informó que se habían encontrado solo dos cuerpos y resultó que ahí habían arrojado como veinte.

Dos, los cuerpos aventados en barrancas de la zona de Xico, que quedaron entre las copas de los árboles. La lógica indica que fueron arrojados desde helicópteros, lo que da una idea de quiénes pudieron ser los ejecutores, pues no cualquiera dispone de esas naves.

¿Cuándo y quién pondrá fin a esto?

En esta época del año en la que la mayoría se abraza, felicita y festeja, en Veracruz y buena parte de México hay miles de hogares en los que la gente sufre, llora y vive a diario la amargura de tener a un familiar desaparecido.

En el país no hay una cifra oficial confiable sobre este tema. El Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala tener un registro de 94 mil desaparecidos, pero seguramente son mucho más.

Y si fueran los 94 mil que registra la ONU bastaría para ser una cifra de escándalo, oprobiosa, que nos debe avergonzar a todos. A los gobiernos por hacer casi nada para mejorar la seguridad ni para buscarlos y a nosotros como sociedad por hacer poco para exigir las acciones necesarias con el fin de frenar esa hecatombe.

Recientemente, en el Consejo de Género de Organización Editorial Mexicana (OEM), a la que pertenece Diario de Xalapa, buscadoras de desaparecidos expusieron los peligros y el esfuerzo que deben hacer en su afán de encontrar a sus familiares.

De inicio, las facilidades que deberían tener por parte de las autoridades, no existen. Policías y militares, acusan, complican la búsqueda, lo que facilita las amenazas del crimen organizado. No hay recursos por parte de los gobiernos y sí burocracia y obstaculización, así como una prensa que no exhibe la situación real del problema. Por parte del Colectivo Solecito, de Veracruz, Lucía de los Ángeles Díaz participó en la sesión del Consejo. Sin rodeos expresó: Yo acuso de omisos y criminales a los medios de comunicación grandes, los de la ciudad de México. Apenas hacen menciones marginales a nuestros esfuerzos. Nosotras, en nueve meses hemos encontrado 65 cuerpos, y eso para los medios no es noticia. En otros países, en Alemania, eso sería una gran nota, un escándalo, aquí no pasa nada. Más adelante –dijo Lucía- se encontraron 302 cuerpos, ahí apenas a la entrada de la ciudad de Veracruz y la prensa no dijo nada, es una prensa criminal, es una catástrofe, debe haber como 20 mil desaparecidos en Veracruz, mientras que en Tamaulipas deben ser como 40 o 50 mil.

Y Delia Icela Quiroa Flores Valdés, del Colectivo 10 Marzo de Tamaulipas, señaló algo que es una realidad, al advertir que militares, elementos de la Guardia Nacional y personal de los Ministerios Públicos no quieren a los medios cerca de los procesos de búsqueda pues los pueden exhibir (en sus carencias y negligencias).

Delia se refirió a un aspecto que muestra una realidad de cómo vivimos los mexicanos. Explicó lo que debieron hacer para realizar la búsqueda en el predio La Bartolina, allá en Tamaulipas, otros de los estados ensangrentados desde hace años, en donde los grupos criminales mandan.

Para iniciar su labor en ese terreno, que urgía porque el mar estaba arrastrando huesos y evidencias, precisó que pidieron permiso al grupo criminal Los Ciclones para entrar.

Aquí en Veracruz, de acuerdo a lo señalado por la representante del Colectivo Solecito, habría unos 20 mil desaparecidos. Las cifras oficiales dirán que son menos, pero la realidad que vivimos desde hace unas dos décadas, cuando la violencia e inseguridad empezó a incrementarse, indica que miles y miles de hogares no pueden festejar nada porque en su casa falta un integrante desde hace una semana, desde hace un mes o desde hace años y es una gran batalla la que debe realizarse para volver a saber de él.

Muestras de la barbarie que se ha dado por todo el estado son estos dos casos: Uno, los cadáveres hallados en la zona de Actopan, por la zona del ranchito de Las Ánimas, en donde inicialmente se informó que se habían encontrado solo dos cuerpos y resultó que ahí habían arrojado como veinte.

Dos, los cuerpos aventados en barrancas de la zona de Xico, que quedaron entre las copas de los árboles. La lógica indica que fueron arrojados desde helicópteros, lo que da una idea de quiénes pudieron ser los ejecutores, pues no cualquiera dispone de esas naves.

¿Cuándo y quién pondrá fin a esto?