Han transcurrido los años. Algunas personas se han ido, otras se han quedado y muy pronto llegarán más. Quien las une es el amor por Xalapa, por darle el matiz preciso con sus embellecidos poemas, cuentos, narraciones, testimonios de vida, novelas literarias, en fin, un flujo maravilloso enriquecido por las letras de las apreciadas mujeres que integran el Club de Escritoras de Xalapa.
Antes no contaban con un espacio digno donde realizar sus reuniones, ahora sí lo tienen. Antes soñaban que formarían un buen grupo, ahora se ha construido en buenos pilares ese club de las damas que no sólo provienen de Xalapa, pero en la capital han decidido que sea su puerta para las letras y la cultura.
Las huellas son imborrables, sus palabras siguen vibrando, son el eco, la sonoridad que permite la armonización, el trabajo coordinado, la organización justa, todos los brazos unidos en esa colectividad que las hace únicas. Mujeres de respeto, de calidez humana, de sensibilidad, de humildad, de sencillez, de profesionalismo, de virtudes y variados talentos.
La directiva que se encuentre al frente, contando con una presidenta que se elige de manera democrática y en consenso, durante un año realiza distintas actividades recreativas, productivas y literarias.
Piedad nos cuenta que de niña era distinta a sus generaciones de compañeras y compañeros de la escuela y hasta muchos creyeron que eran muestras de su rebeldía, sin embargo, tenía ansía de saber, de descubrir, curiosear y conocer cosas que los padres les ocultan a los pequeños, haciéndolos viajar en sus fantasías. En ocasiones, cuando no asistía a la escuela, ella conseguía dinero y compraba boletos para disfrutar de las obras de teatro que se presentaban en la ciudad, en otros momentos se las ingeniaba para disfrutar de alguna película sin ser vista. Piedad Hernández Bueno aprendió a elaborar sus propias marionetas, a inventar historias y cuentos. De ese amor por el arte, la cultura y la literatura, hoy es una excelente madre y abuelita. Es muy querida por la sociedad y el público cuando la escucha declamar un poema, acompañaba por la angelical voz de su nieta, al terminar su participación vienen de manera natural, los aplausos.
En este mes, Piedad cumple un año de ser la presidente del Club de Escritoras. El 15 de febrero en un desayuno con Celia Gayosso, coordinadora del espacio cultural de Diario de Xalapa, Nestora Palafox, coordinadora del espacio cultural y social del Gráfico de Xalapa y su servidor recibimos un reconocimiento de manos de tan distinguidas mujeres que integran esta institución. El día 22 asistimos a un carnaval literario, musical y enriquecedor. El presidente estatal de la Academia Nacional de Poesía, Marco Antonio Figueroa Quinto, fue el encargado de coronar a Piedad I como reina del Carnaval del Club; el Ángel de la Poesía, Ely Núñez fue la princesa I y otra escritora elegida entre las que bailaban fue coronada como la princesa II.
A las mujeres que integran el Club de Escritoras de Xalapa las invitamos para que sigan promoviendo los valores y las bellas letras en las nuevas generaciones. Paxkatkatsini (Gracias).
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