/ miércoles 11 de julio de 2018

Descubrimientos arqueológicos en Tamiahua

Los pobladores totonacas residían en las regiones costeras y montañosas del este de México en el momento de la llegada de los españoles en el año 1519. En la actualidad sus descendientes residen en los estados mexicanos de Veracruz, Puebla e Hidalgo. Ellos fueron los posibles constructores de la ciudad precolombina de El Tajín.

La cultura Totonaca sobresale por su cerámica variada, escultura en piedra, arquitectura colosal y por su avanzada percepción urbanística.

Lo más relevante de la cultura totonaca se alcanzó durante el clásico tardío cuando construyeron centros ceremoniales como El Tajín, Yohualichán, Nepatecuhtlán, Las Higueras, Nopiloa y el Zapotal. Esta zona es conocida como el totonacapan, el sufijo náhuatl —pan (sobre) refiere "lugar" o "tierra".

Cabe destacar que hace pocos días, en Tamiahua Veracruz fue encontrado un yugo totonaco con grecas y una cara de serpiente. Lo anterior se logró, gracias al proyecto de salvamento en la obra de Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, en donde también encontraron 41 sitios arqueológico.

El proyecto inició en enero de 2017, con el fin de explorar los 760 kilómetros de largo y 25 metros de ancho que el ducto tiene como derecho de vía. De estos, 73 km son terrestres y 687 km marinos, por lo cual se hizo un sondeo con radar en la parte marítima; mismo que estuvo a cargo de Roberto Junco, subdirector de Arqueología Subacuática del INAH, y concluyó que no existen pecios en el tramo referido.

En la parte terrestre se inspeccionaron superficies y se hicieron pozos de sondeo previo al desmonte y la nivelación a cargo de la constructora. Así se ubicaron 41 sitios arqueológicos (uno cerca de Altamira, Tamaulipas, y el resto en Veracruz), definidos por la presencia mayor o menor de material cerámico, lítico o de restos humanos y de especies animales, pues sólo en dos casos —ninguno de los cuales será afectado por la obra— se detectaron alineaciones de piedra que habrían sido cimientos de antiguas construcciones.

El INAH dio a conocer que el proyecto de salvamento se encuentra en su última etapa, correspondiente al análisis de materiales. López Arenas comentó que si bien el yugo y el entierro de El Progreso son los elementos más destacados, se busca contactar a expertos, como la bióloga Alicia Blanco, para indagar en los huesos de animales y las conchas de moluscos encontrados en campo, y así poder identificar especies, o bien, conocer más de los hábitos de consumo y vida diaria de los antiguos agricultores y pescadores que poblaron Altamira y el norte de Veracruz.


@PerlascaLety

Los pobladores totonacas residían en las regiones costeras y montañosas del este de México en el momento de la llegada de los españoles en el año 1519. En la actualidad sus descendientes residen en los estados mexicanos de Veracruz, Puebla e Hidalgo. Ellos fueron los posibles constructores de la ciudad precolombina de El Tajín.

La cultura Totonaca sobresale por su cerámica variada, escultura en piedra, arquitectura colosal y por su avanzada percepción urbanística.

Lo más relevante de la cultura totonaca se alcanzó durante el clásico tardío cuando construyeron centros ceremoniales como El Tajín, Yohualichán, Nepatecuhtlán, Las Higueras, Nopiloa y el Zapotal. Esta zona es conocida como el totonacapan, el sufijo náhuatl —pan (sobre) refiere "lugar" o "tierra".

Cabe destacar que hace pocos días, en Tamiahua Veracruz fue encontrado un yugo totonaco con grecas y una cara de serpiente. Lo anterior se logró, gracias al proyecto de salvamento en la obra de Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, en donde también encontraron 41 sitios arqueológico.

El proyecto inició en enero de 2017, con el fin de explorar los 760 kilómetros de largo y 25 metros de ancho que el ducto tiene como derecho de vía. De estos, 73 km son terrestres y 687 km marinos, por lo cual se hizo un sondeo con radar en la parte marítima; mismo que estuvo a cargo de Roberto Junco, subdirector de Arqueología Subacuática del INAH, y concluyó que no existen pecios en el tramo referido.

En la parte terrestre se inspeccionaron superficies y se hicieron pozos de sondeo previo al desmonte y la nivelación a cargo de la constructora. Así se ubicaron 41 sitios arqueológicos (uno cerca de Altamira, Tamaulipas, y el resto en Veracruz), definidos por la presencia mayor o menor de material cerámico, lítico o de restos humanos y de especies animales, pues sólo en dos casos —ninguno de los cuales será afectado por la obra— se detectaron alineaciones de piedra que habrían sido cimientos de antiguas construcciones.

El INAH dio a conocer que el proyecto de salvamento se encuentra en su última etapa, correspondiente al análisis de materiales. López Arenas comentó que si bien el yugo y el entierro de El Progreso son los elementos más destacados, se busca contactar a expertos, como la bióloga Alicia Blanco, para indagar en los huesos de animales y las conchas de moluscos encontrados en campo, y así poder identificar especies, o bien, conocer más de los hábitos de consumo y vida diaria de los antiguos agricultores y pescadores que poblaron Altamira y el norte de Veracruz.


@PerlascaLety