/ martes 11 de junio de 2019

Indiscriminada contaminación con plásticos

El pasado fin de semana tuve la oportunidad de caminar largos tramos en las hermosas playas veracruzanas, omito la ubicación exacta, pues lo que aquí busco manifestar es la terrible contaminación que continúa con la basura que dejan en estas importantes áreas naturales, gente falta de toda responsabilidad.

Botellas de plástico, platos y vasos de materiales sintéticos en la orilla de las playas a punto de ingresar a las aguas y acabar con gran parte de la vida marina, entre otras.

Esto me llevó a revisar cifras, es verdaderamente alarmante. De acuerdo con el Informe Estado del Plástico 2018 de ONU Ambiente, alrededor de 13 millones de toneladas de plástico son vertidas en los océanos cada año.

En 2017 por primera vez el plástico ocupó los 10 primeros lugares de objetos recolectados, dejando afuera de la lista a las botellas de vidrio (Ocean Conservancy).

Entre 60% y 80% de los residuos marinos son plástico. En su mayoría son fragmentos menores a los cinco milímetros, microplásticos (Greenpeace).

Se estima que hay entre cinco y 50 mil millones de microplásticos en el mar.

En promedio, se utilizan 200 bolsas de plástico por persona al año y tardan alrededor de 400 años en degradarse.

En el caso específicamente de los plásticos, ya en el medio ambiente comienzan enseguida a fragmentarse en partículas cada vez más pequeñas, capaces de ser transportadas a grandes distancias por el viento y el agua.

Algunas partículas son tan pequeñas que no pueden verse a simple vista. Por pequeñas que sean siguen siendo no biodegradables y tóxicas.

Además de la toxicidad propia del plástico, las partículas de plástico en el mar tienen la propiedad química de atraer y acumular contaminantes hidrogógicos (es decir aceitosos) del agua de mar, como DDT y PCBs. Es decir, que los plásticos son “esponjas” químicas para contaminantes peligrosos que llegan al mar procedentes de la agricultura y la industria y les abren la puerta para que entren en la cadena alimentaria.

Hagamos un llamado urgente a la sociedad en general, concientizar a todos aquellos que siguen tirando basura en los ríos, playas y mares.

Es responsabilidad de todos, esto no puede seguir así, sobre todo, llevemos la cultura de la protección del medio ambiente a las nuevas generaciones, las que por desgracia vivirán en un entorno mayormente contaminado.


@PerlascaLety

El pasado fin de semana tuve la oportunidad de caminar largos tramos en las hermosas playas veracruzanas, omito la ubicación exacta, pues lo que aquí busco manifestar es la terrible contaminación que continúa con la basura que dejan en estas importantes áreas naturales, gente falta de toda responsabilidad.

Botellas de plástico, platos y vasos de materiales sintéticos en la orilla de las playas a punto de ingresar a las aguas y acabar con gran parte de la vida marina, entre otras.

Esto me llevó a revisar cifras, es verdaderamente alarmante. De acuerdo con el Informe Estado del Plástico 2018 de ONU Ambiente, alrededor de 13 millones de toneladas de plástico son vertidas en los océanos cada año.

En 2017 por primera vez el plástico ocupó los 10 primeros lugares de objetos recolectados, dejando afuera de la lista a las botellas de vidrio (Ocean Conservancy).

Entre 60% y 80% de los residuos marinos son plástico. En su mayoría son fragmentos menores a los cinco milímetros, microplásticos (Greenpeace).

Se estima que hay entre cinco y 50 mil millones de microplásticos en el mar.

En promedio, se utilizan 200 bolsas de plástico por persona al año y tardan alrededor de 400 años en degradarse.

En el caso específicamente de los plásticos, ya en el medio ambiente comienzan enseguida a fragmentarse en partículas cada vez más pequeñas, capaces de ser transportadas a grandes distancias por el viento y el agua.

Algunas partículas son tan pequeñas que no pueden verse a simple vista. Por pequeñas que sean siguen siendo no biodegradables y tóxicas.

Además de la toxicidad propia del plástico, las partículas de plástico en el mar tienen la propiedad química de atraer y acumular contaminantes hidrogógicos (es decir aceitosos) del agua de mar, como DDT y PCBs. Es decir, que los plásticos son “esponjas” químicas para contaminantes peligrosos que llegan al mar procedentes de la agricultura y la industria y les abren la puerta para que entren en la cadena alimentaria.

Hagamos un llamado urgente a la sociedad en general, concientizar a todos aquellos que siguen tirando basura en los ríos, playas y mares.

Es responsabilidad de todos, esto no puede seguir así, sobre todo, llevemos la cultura de la protección del medio ambiente a las nuevas generaciones, las que por desgracia vivirán en un entorno mayormente contaminado.


@PerlascaLety