El próximo lunes 5 de febrero se conmemora el 107 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, misma que bajo el mandato de Venustiano Carranza se firmara en el Teatro de la República de la Ciudad de Querétaro en 1917 y que sustituyera a la de 1857.
También llamada Carta Magna de la Nación, contiene todas las leyes y normas que deben dirigir el derrotero del país, dando las garantías básicas para el bienestar y protección de los ciudadanos y que deja claro la actuación y separación de los tres poderes fundamentales: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Al paso de los años, dicha Carta Magna ha sufrido un sinnúmero de modificaciones, muchas de ellas para adaptarse a los cambios sociales, políticos y económicos que al paso del tiempo han ido cambiando las necesidades del país y sus ciudadanos.
Otras han sido modificaciones de ocurrencia, ya sea del gobernante en turno, los partidos políticos y legisladores, siendo estos últimos en sus diversas comisiones, quienes se encarguen de analizar, modificar los textos y finalmente ampliar, derogar o agregar capítulos a cada uno de los artículos que conforman el texto original, mismo que actualmente ha sido tan modificado que aunque se parece, ha dejado al documento original como un documento histórico.
En este periodo gubernamental se han hecho tantas propuestas, la mayoría anticonstitucionales, propuestas a modo de que le beneficien a la cúpula gobernante y no a los ciudadanos.
En sus primeros artículos, se mencionan las normativas de los derechos fundamentales de las garantías individuales, destacando el artículo 3º, que trata del derecho a la educación laica y obligatoria, gratuita y que impulsa la educación básica para todos los niños, además de dar apoyo para la educación media y superior, aunque en la edición de los últimos libros de texto gratuitos se ha dejado de lado gran parte de los conocimientos universales básicos, para incluir capítulos adoctrinantes con orientación a pensamientos socialistas y comunistas, doctrinas por demás fracasadas y abandonadas en los países que habían adoptado esas doctrinas.
En otros se habla del derecho a la alimentación y a la salud, que hoy en día están más que abandonadas en el presupuesto anual. También dice el derecho al libre tránsito por el territorio y ahora resulta que hay estados como Puebla, que obliga a solicitar un permiso para transitar por su territorio.
En cuanto a la división de poderes y su autonomía, hoy día sabemos que el Legislativo, al tener mayoría del partido en el poder, está alineado a los mandatos y ocurrencias del Ejecutivo, y lejos de ejercer su función que es analizar y estructurar leyes que beneficien y protejan al ciudadano, solo se encargan de levantar dedos, inclinar la testa y obedecer a ciegas la voluntad del Presidente, y si a eso le agregamos que muchos apenas y saben leer, pero no tienen idea de lo que implica el derecho. Constitución que se pretende cambiar por completo si persiste en el gobierno próximo un dirigente manipulado por el actual.
