/ miércoles 4 de mayo de 2022

La vendetta

La farsa de la revocación de mandato fue el pretexto previamente planeado para dañar al Instituto Nacional Electoral (INE), con todo y que en un ejemplo de democracia y buen juicio electoral y conteo de votos, le dio el triunfo al persistente aspirante, que no hubiera llegado tras 18 años de intento si su antecesor no le hubiera dado el pase a condición de no meterse con él y su círculo más cercano.

Aun así, 30 millones le dieron su apoyo, cansados de tanto derroche de Peña Nieto, con el que a pesar de sus desvaríos y estupideces resultó más abusado que el actual y si bien dejó un país lastimado, al menos estábamos mejor que hoy en día.

Esa farsa armada para tener pretexto de dañar al INE comienza porque debieran ser los ciudadanos los que lo pidieran por desconfianza y reprobación al Ejecutivo y no exigirla el Ejecutivo, emulando burdamente a Hugo Chávez en su preparación como dictador.

Cierto, hubo millones de voces que pedían que renunciara, movimientos diversos que pedían acudir a votar para que el “Peje” abdicara, pero al final la mayoría se dio cuenta que se trataba de una trampa, que el monarca no dejaría su trono independientemente de los resultados, mientras por otra parte el Ejecutivo y sus seguidores acéfalos reducían el presupuesto para el comicio, para que la votación tuviera obstáculos.

Aun así se logró poner las casillas, llevarse a cabo la consulta, aunque poco nutrida y casi sólo con la participación de los acarreados de ejidos, colonias de barrio, adultos mayores y jóvenes amenazados con el retiro de los beneficios sociales y algunos que siguen sin hacer conciencia y otros que iban a votar para que declinara al mandato. 15 millones, ni la mitad de los que lo llevaron al Palacio, pero tras el enojo había que buscar culpables y qué motivo más propicio que echarle la culpa al INE y a sus consejeros, excelente pretexto para sacar a la luz su propuesta de desaparecer al instituto y crear uno nuevo con supuestos consejeros apalabrados a modo para los futuros comicios y a la usanza de los viejos tiempos dictatoriales, definir a mandatarios y legisladores al servicio de gobernante mayor, con lo que la joven democracia lograda tras el gobierno de Zedillo se derrumbaría por completo.

Que si los consejeros se elegirán por voto popular es una falacia que sabe el grueso de la población de la importancia de tener personas apartidarias, preparadas y comprometidas para continuar el camino de la democracia, que apenas vive su etapa adolescente.

La reforma electoral está próxima a votarse por los legisladores y sólo esperamos que nuevamente no se logre la mayoría significativa.

Bueno sería que sólo se dejara votar a quienes tengan al menos el bachillerato concluido, porque serían muy pocos votos del partido en el poder.

En fin, la vendetta se está fraguando y habrá que estar muy atentos a los próximos resultados que esperemos no sigan destruyendo el futuro de nuestro país. Por cierto, me he preguntado ¿de quién será el negocio del aprovechamiento de las maderas preciosas que han talado salvajemente en la selva maya?

La farsa de la revocación de mandato fue el pretexto previamente planeado para dañar al Instituto Nacional Electoral (INE), con todo y que en un ejemplo de democracia y buen juicio electoral y conteo de votos, le dio el triunfo al persistente aspirante, que no hubiera llegado tras 18 años de intento si su antecesor no le hubiera dado el pase a condición de no meterse con él y su círculo más cercano.

Aun así, 30 millones le dieron su apoyo, cansados de tanto derroche de Peña Nieto, con el que a pesar de sus desvaríos y estupideces resultó más abusado que el actual y si bien dejó un país lastimado, al menos estábamos mejor que hoy en día.

Esa farsa armada para tener pretexto de dañar al INE comienza porque debieran ser los ciudadanos los que lo pidieran por desconfianza y reprobación al Ejecutivo y no exigirla el Ejecutivo, emulando burdamente a Hugo Chávez en su preparación como dictador.

Cierto, hubo millones de voces que pedían que renunciara, movimientos diversos que pedían acudir a votar para que el “Peje” abdicara, pero al final la mayoría se dio cuenta que se trataba de una trampa, que el monarca no dejaría su trono independientemente de los resultados, mientras por otra parte el Ejecutivo y sus seguidores acéfalos reducían el presupuesto para el comicio, para que la votación tuviera obstáculos.

Aun así se logró poner las casillas, llevarse a cabo la consulta, aunque poco nutrida y casi sólo con la participación de los acarreados de ejidos, colonias de barrio, adultos mayores y jóvenes amenazados con el retiro de los beneficios sociales y algunos que siguen sin hacer conciencia y otros que iban a votar para que declinara al mandato. 15 millones, ni la mitad de los que lo llevaron al Palacio, pero tras el enojo había que buscar culpables y qué motivo más propicio que echarle la culpa al INE y a sus consejeros, excelente pretexto para sacar a la luz su propuesta de desaparecer al instituto y crear uno nuevo con supuestos consejeros apalabrados a modo para los futuros comicios y a la usanza de los viejos tiempos dictatoriales, definir a mandatarios y legisladores al servicio de gobernante mayor, con lo que la joven democracia lograda tras el gobierno de Zedillo se derrumbaría por completo.

Que si los consejeros se elegirán por voto popular es una falacia que sabe el grueso de la población de la importancia de tener personas apartidarias, preparadas y comprometidas para continuar el camino de la democracia, que apenas vive su etapa adolescente.

La reforma electoral está próxima a votarse por los legisladores y sólo esperamos que nuevamente no se logre la mayoría significativa.

Bueno sería que sólo se dejara votar a quienes tengan al menos el bachillerato concluido, porque serían muy pocos votos del partido en el poder.

En fin, la vendetta se está fraguando y habrá que estar muy atentos a los próximos resultados que esperemos no sigan destruyendo el futuro de nuestro país. Por cierto, me he preguntado ¿de quién será el negocio del aprovechamiento de las maderas preciosas que han talado salvajemente en la selva maya?