/ sábado 4 de mayo de 2024

Por qué las mujeres se odian entre ellas

Esto no le va a gustar a muchas mujeres feministas, pero es importante conocerlo y reconocerlo, para que se reflexione. Las mujeres en muchos momentos y etapas de la vida son las personas más crueles y las que atacan a otra mujer, no solo les coquetean con el novio, esposo, pareja, muchas veces terminan quitándole al novio, marido, hijos y hasta la familia completa, se entrometen en la vida, matrimonio o familia para causarles daño, además en su gran mayoría son las propias amigas de las mujeres quienes las atacan.

En el mundo del trabajo son las mujeres quienes más hablan mal de otra de sus compañeras, inventando, suponiendo mentiras para causarles daño, y dice un adagio popular: “mujeres juntas ni difuntas”; las mujeres feministas, en cuanto lean esto, se molestarán, ¿pero saben?, es importante que sean ustedes las primeras en reconocer esta deslealtad, odio, desprecio, envidia, competencia y misoginia que existe entre nosotras, y digo nosotras porque también soy mujer.

En el siglo VI, el Papa romano San Gregorio Magno confecciona una lista propia definitiva de los siete pecados capitales, y ahí la envidia ocupa el sexto lugar. Esto es considerado por el cristianismo como un pecado capital y no se refiere a la magnitud del pecado sino que da origen a otros pecados y rompe con el amor a tu próximo.

Es un deseo insaciable, sin embargo, la envida se caracteriza no solo en desear, sino también causar un daño, un mal a la persona que se le envidia y por lo general, es desear algo que alguien más tiene y que perciben que a ellos les hace falta, por lo consiguiente desean el mal al prójimo y se sienten bien con el mal ajeno, cuando saben que la persona que envidian está sufriendo, el envidioso goza ese dolor.

La envida entre mujeres es muy común, siempre existe, es latente y continua, las mujeres envidian el cuerpo de la otra, que si tiene bubis, nalgas, piernas torneadas, que si es coqueta, que si usa ropa de marca, que el vestido, el bolso, el celular, o simplemente creen que ellas son más guapas pero no tienen eso que ellas envidian, el pegue con los compañeros, carisma, a veces la simpatía, la atracción y la belleza entre mujeres, casi es como si fuera una maldición entre mujeres.

Cuando vas a un evento y llega una mujer guapa, atractiva, a más de diez mujeres les incomoda la presencia de esa mujer, y peor aun cuando esta mujer es inteligente, preparada, más de veinte ya están molestas, incómodas. Eso pasa siempre y quien diga lo contrario ¡miente!, dicho por una mujer, escrito por una mujer y vivido por una mujer.

Aquí tiene que ver mucho la educación machista. La misoginia, envidia, coraje, celos, etc., de una mujer a otra mujer no tiene edad ni estatus social. Es importante mencionar que las mujeres son machistas, vengativas y también misóginas; esto debe cambiar por el bien de nuestro propio género.

lexfemme.12@hotmail.com

Esto no le va a gustar a muchas mujeres feministas, pero es importante conocerlo y reconocerlo, para que se reflexione. Las mujeres en muchos momentos y etapas de la vida son las personas más crueles y las que atacan a otra mujer, no solo les coquetean con el novio, esposo, pareja, muchas veces terminan quitándole al novio, marido, hijos y hasta la familia completa, se entrometen en la vida, matrimonio o familia para causarles daño, además en su gran mayoría son las propias amigas de las mujeres quienes las atacan.

En el mundo del trabajo son las mujeres quienes más hablan mal de otra de sus compañeras, inventando, suponiendo mentiras para causarles daño, y dice un adagio popular: “mujeres juntas ni difuntas”; las mujeres feministas, en cuanto lean esto, se molestarán, ¿pero saben?, es importante que sean ustedes las primeras en reconocer esta deslealtad, odio, desprecio, envidia, competencia y misoginia que existe entre nosotras, y digo nosotras porque también soy mujer.

En el siglo VI, el Papa romano San Gregorio Magno confecciona una lista propia definitiva de los siete pecados capitales, y ahí la envidia ocupa el sexto lugar. Esto es considerado por el cristianismo como un pecado capital y no se refiere a la magnitud del pecado sino que da origen a otros pecados y rompe con el amor a tu próximo.

Es un deseo insaciable, sin embargo, la envida se caracteriza no solo en desear, sino también causar un daño, un mal a la persona que se le envidia y por lo general, es desear algo que alguien más tiene y que perciben que a ellos les hace falta, por lo consiguiente desean el mal al prójimo y se sienten bien con el mal ajeno, cuando saben que la persona que envidian está sufriendo, el envidioso goza ese dolor.

La envida entre mujeres es muy común, siempre existe, es latente y continua, las mujeres envidian el cuerpo de la otra, que si tiene bubis, nalgas, piernas torneadas, que si es coqueta, que si usa ropa de marca, que el vestido, el bolso, el celular, o simplemente creen que ellas son más guapas pero no tienen eso que ellas envidian, el pegue con los compañeros, carisma, a veces la simpatía, la atracción y la belleza entre mujeres, casi es como si fuera una maldición entre mujeres.

Cuando vas a un evento y llega una mujer guapa, atractiva, a más de diez mujeres les incomoda la presencia de esa mujer, y peor aun cuando esta mujer es inteligente, preparada, más de veinte ya están molestas, incómodas. Eso pasa siempre y quien diga lo contrario ¡miente!, dicho por una mujer, escrito por una mujer y vivido por una mujer.

Aquí tiene que ver mucho la educación machista. La misoginia, envidia, coraje, celos, etc., de una mujer a otra mujer no tiene edad ni estatus social. Es importante mencionar que las mujeres son machistas, vengativas y también misóginas; esto debe cambiar por el bien de nuestro propio género.

lexfemme.12@hotmail.com