/ domingo 28 de enero de 2024

¿Qué nos motiva a cambiar?

Los grandes temas son igual a los grandes misterios, la adecuación a los nuevos tiempos son un laberinto demencial, desde que se inventó el hambre y la necesidad de tomar agua, se han generado trueques, políticas, conflictos y demás.

Vengo como un caminante errante, vengo de un lugar desconocido, me adelante a mis sueños para crear mis fantasías, pero al mismo tiempo mis férreas e inamovibles ilusiones por y para vivir. Creí en el sinsentido entre haberes y deberes, y me he escondido hasta de mí mismo, fugándome en mis pasatiempos, transportándome en mis ilusiones, tal como si fuesen las alas que sostienen a un colibrí, a esa ave pequeña y frágil, que visita los nidos de las flores, que platica con ellas, que es inquieto y además ágil.

Creí el ser invencible, rígido, a veces egoísta, pero la vida me ha enseñado a ser un poco altruista con lo que tengo, creo que el dolor humano proviene desde el egoísmo recalcitrante de las almas más oscuras y denigrantes que osan decirse buenos, incólumes, y hasta justicieros. Y veo volar mis alas, dentro un sueño donde no despego y me quedo en la tierra húmeda de mis recuerdos, en la hojarasca crujiente del campo, ahí me encuentro vagando, dando vueltas como rehilete, o como un lobo en mi manada de aventureros, rebeldes y soñadores seres que desafiamos al tiempo, sin saber que el cronos es un hacha que poco a poco nos va talando desde adentro. Y el chiste no es contar el tiempo, es cambiar al mismo para disfrutar de nuestras vocaciones, habilidades, edades, dulzuras y amarguras del camino; siendo por ello que me atrevo a cambiar, a adecuarme al cambio, a besar y abrazar al infinito, porque en el infinito todo es eterno y nadie descifrará su potente destino vivencial, esa es la vida, ello motiva mis cambios, porque la vida misma es el cambio perpetuo, no hay más…

Este poema de mi autoría es un tanto esquemático de mis ideas, me resulta importante que nuestros lectores sepan que no sólo de pan vive el hombre, en una sociedad materialista, obscena en su ambición de dinero, mucha gente se obsesiona con sacarse la lotería pero sin comprar el boleto, se habla de que la gente más acaudalada de nuestro mundo, piden les cobren más impuestos para mitigar un poco el hambre y las carencias en muchísimos lugares de la tierra. Nosotros tenemos un hogar, una familia, un coche modesto, un trabajo, una remuneración que a veces no alcanza para cubrir gastos de manutención de la vida, nos mueve el trabajar, el cuidar y optimizar nuestro dinero, sin embargo apostamos a la política como un medio para entendernos, a la educación, al autodidactismo, a ser el de los tres oficios y las catorce necesidades. Y nos movemos por amor a nuestros hijos, a la familia, a la patria, a la comunidad, por amor a la justicia, a la equidad, a desarrollar planes para nuestro desarrollo y mejoramiento, ya sea personal o a niveles mucho más amplios.

“El dinero es sólo una herramienta. Te llevará adonde desees, pero no te reemplazará como conductor” Ayn Rand. “Tener dinero no es malo, el problema está en creer que el dinero te hace mejor que los demás”.

En otra época con el ex gobernador Dante Delgado, hubo un alcalde de Xalapa, con el cual me llevé muy bien, y en una comida entre amistades, él dijo: “Aquel que sea alcalde de Xalapa, y sepa administrarse, no tendrá necesidad de volver a trabajar en toda su vida”. Por éstas actitudes hay desfalcos, dinero hay de sobra, que no sea la avaricia lo que te mueva.

Los grandes temas son igual a los grandes misterios, la adecuación a los nuevos tiempos son un laberinto demencial, desde que se inventó el hambre y la necesidad de tomar agua, se han generado trueques, políticas, conflictos y demás.

Vengo como un caminante errante, vengo de un lugar desconocido, me adelante a mis sueños para crear mis fantasías, pero al mismo tiempo mis férreas e inamovibles ilusiones por y para vivir. Creí en el sinsentido entre haberes y deberes, y me he escondido hasta de mí mismo, fugándome en mis pasatiempos, transportándome en mis ilusiones, tal como si fuesen las alas que sostienen a un colibrí, a esa ave pequeña y frágil, que visita los nidos de las flores, que platica con ellas, que es inquieto y además ágil.

Creí el ser invencible, rígido, a veces egoísta, pero la vida me ha enseñado a ser un poco altruista con lo que tengo, creo que el dolor humano proviene desde el egoísmo recalcitrante de las almas más oscuras y denigrantes que osan decirse buenos, incólumes, y hasta justicieros. Y veo volar mis alas, dentro un sueño donde no despego y me quedo en la tierra húmeda de mis recuerdos, en la hojarasca crujiente del campo, ahí me encuentro vagando, dando vueltas como rehilete, o como un lobo en mi manada de aventureros, rebeldes y soñadores seres que desafiamos al tiempo, sin saber que el cronos es un hacha que poco a poco nos va talando desde adentro. Y el chiste no es contar el tiempo, es cambiar al mismo para disfrutar de nuestras vocaciones, habilidades, edades, dulzuras y amarguras del camino; siendo por ello que me atrevo a cambiar, a adecuarme al cambio, a besar y abrazar al infinito, porque en el infinito todo es eterno y nadie descifrará su potente destino vivencial, esa es la vida, ello motiva mis cambios, porque la vida misma es el cambio perpetuo, no hay más…

Este poema de mi autoría es un tanto esquemático de mis ideas, me resulta importante que nuestros lectores sepan que no sólo de pan vive el hombre, en una sociedad materialista, obscena en su ambición de dinero, mucha gente se obsesiona con sacarse la lotería pero sin comprar el boleto, se habla de que la gente más acaudalada de nuestro mundo, piden les cobren más impuestos para mitigar un poco el hambre y las carencias en muchísimos lugares de la tierra. Nosotros tenemos un hogar, una familia, un coche modesto, un trabajo, una remuneración que a veces no alcanza para cubrir gastos de manutención de la vida, nos mueve el trabajar, el cuidar y optimizar nuestro dinero, sin embargo apostamos a la política como un medio para entendernos, a la educación, al autodidactismo, a ser el de los tres oficios y las catorce necesidades. Y nos movemos por amor a nuestros hijos, a la familia, a la patria, a la comunidad, por amor a la justicia, a la equidad, a desarrollar planes para nuestro desarrollo y mejoramiento, ya sea personal o a niveles mucho más amplios.

“El dinero es sólo una herramienta. Te llevará adonde desees, pero no te reemplazará como conductor” Ayn Rand. “Tener dinero no es malo, el problema está en creer que el dinero te hace mejor que los demás”.

En otra época con el ex gobernador Dante Delgado, hubo un alcalde de Xalapa, con el cual me llevé muy bien, y en una comida entre amistades, él dijo: “Aquel que sea alcalde de Xalapa, y sepa administrarse, no tendrá necesidad de volver a trabajar en toda su vida”. Por éstas actitudes hay desfalcos, dinero hay de sobra, que no sea la avaricia lo que te mueva.